ARCO'20
Una feria consolidada hacia su 40 aniversario. Así han visto los expertos la última edición
Directores de museos, coleccionistas, críticos y artistas ponen nota a ARCO'20, una edición que ha continuado con la misma línea de los últimos años
La 39º edición de ARCO dice adiós hoy. Tras de sí deja cinco jornadas de diálogo con el arte. De consolidar Madrid como uno de los puntos de referencia de este ámbito a nivel internacional para coleccionistas, galerías y artistas. En un año, además, donde la sombra del coronavirus venía acechando y, en el que sorprendentemente, la protagonista no ha sido ninguna obra polémica. Una nota positiva para la organización, pero también para los participantes, que esta vez no se han visto sacudidos por cuestiones superfluas sobre sus trabajos. Ahora, con las cuentas ya casi saldadas, toca hacer balance de lo que ha sido este ARCOmadrid 2020, antes de emprender el viaje hacia la cuarentena.
Este año han sido pocas las novedades. Con el estreno de Maribel López a los mandos de la feria en solitario, se ha continuado con la línea marcada por Carlos Urroz . «Se ha demostrado el buen trabajo que estaba realizando en la codirección en los últimos años», opina Nuria Enguita , directora del centro de arte Bombas Gens de Valencia.
Sin embargo, la regidora catalana ha tenido que lidiar en las últimas semanas con la polémica suscitada por la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que dictaminaba que ARCO elije a las galerías participantes de manera opaca, y tras la que López ha anunciado nuevos procedimientos de selección. «El panorama es muy irregular. Se mezclan cosas superintersantes con firmas que traen trabajos irrelevantes», comenta la artista Concha Jerez , indignada por los criterios de una institución que, como explica la presidenta del IAC , Marta Pérez Ibáñez , «funciona con dinero público». La investigadora además hace hincapié en «la ley de paridad y en el código de buenas prácticas que están incumpliendo».
Dejando a un lado las controversias, la gran mayoría ha encontrado una feria «madura». Progresivamente más importante para los coleccionistas, galerías y artistas locales y extranjeros. Un lugar que, afirma el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Juan Antonio Álvarez Reyes , «respira muy bien en su espacialidad». «Cada vez tiene más calidad y pone más foco en nuestros creadores», cree Enguita. La madrileña destaca el proyecto de PM8 de Vigo, que ha acudido con los trabajos de Algirdas Šeškus y Gabriel Borba Filho . No son las únicas firmas españolas en las que inciden los expertos. Enguita y la directora de Baluard , Inma Prieto , subrayan el espacio de 1MiraMadrid con las obras de Esther Ferrer, Ángeles Marco o Larry Clark , entre otros. También el crítico de ABC Cultural Fernando Castro menciona a la madrileña Leandro Navarro y a la catalana Marc Domenech como «unas de las pocas decentes», por sus apuestas por obras de otra época «con más relevancia que las que exponen hoy». Por su parte, Concha Jerez apunta al estand de Àngels Barcelona y «sus proposiciones de obras de los años 70».
A pesar de la buena salud de la que gozan las firmas nacionales, para la coleccionista Alicia Aza , ARCO tiene más de componente social que de espacio de venta. «Es la feria donde va más gente a mirar que a adquirir». Otro comprador, el cántabro Jaime Sordo , recalca que son las firmas extranjeras las que aportan los «trabajos que dan más valor». La feria de arte de Madrid continúa atrayendo a galerías de la talla de o Edward Tyler . El presidente de la asociación 9915 opina también acerca de su modelo, que «debería tener menos firmas y más espacio para estas y sus artistas». Algo con lo que casi concuerda Álvarez Reyes , que prefiere una feria más «concentrada» con pocos creadores. El formato Solo/Duo sigue sin fortalecerse entre los más entendidos.
«Por los 40 años, habría que recordar a Juana de Aizpuru. Debemos volver a los orígenes»
Como con el modelo, también existe disparidad de juicios en cuanto al «concepto» como tema central de ARCO. «No llega a funcionar del todo. Es el segundo intento y creo que ninguno de los dos ha funcionado, aunque es importante que se experimente, porque esto es arte», reflexiona Álvarez Reyes. La elección de la figura del artista cubano fallecido en 1996 Felix Gonzalez-Torres ha sido más criticada por la «forma» que por el recordatorio al autor. «Es un artista muy metido en el mercado. Es interesante que una feria profundice en su trabajo. Para mí ha sido una elección muy importante», señala Álvaro Rodríguez Fominaya , director del Centro de Creación Contemporánea de Andalucia (C3A). Inma Prieto , además, alaba la elección de la feria por su significado: «Creo que es importante como se puede afrontar el trabajo de un creador desde la perspectiva histórica».
Sin embargo, para Fernando Castro, esta y las otras secciones comisariadas –«Opening»– y «Diálogos»– «no aportan nada» y tienen un «carácter un poco anticuado». El crítico, como el resto de expertos, sí enfatizan en la «sorpresa» que ha sido volver a ver una tendencia por la pintura, que «hace años que no se veía».
A pesar de la diferencia de opiniones, los expertos están de acuerdo en la buena posición de ARCOmadrid y la importancia que ha continuando ganando para el mundo del arte contemporáneo con el buen hacer en esta edición 2020. Un prestigio que la hace dirigirse hacia su 40 aniversario. Por ello, el artista Fernando Sinaga piensa que la feria del próximo año debería girar en torno a lo que ha significado su Historia para el arte español. «Son 40 años. Habría que homenajear este hecho y a la primera directora, Juana de Aizpuru. Debemos recordar lo que éramos y lo que hemos cambiado para llegar hasta aquí». En la misma línea opina Rodríguez Fominaya, que además acentúa que «recordar los inicios es también celebrar la llegada de la democracia a España».