ARTE
Estefanía Martín Sáenz: «Llega una edad en que las mujeres somos invisibles»
Tras su última exposición, «Máscaras», Estefanía Martín Sáenz se prepara para la próxima edición de la feria JustMadrid, con obras que tratan la vejez y la belleza en la mujer
Estefanía Martín Sáenz destaca por reivindicar el feminismo en sus obras. Temas como la vejez y la belleza, también alguno mitológico, forman parte de su repertorio artístico, donde la mujer es la protagonista de la historia.
– He leído que ya en su infancia tenía pasión por las telas, uno de sus materiales más recurrentes .
–Sí, porque mi madre es costurera. Mi hermana y yo hacíamos ballet clásico, y los vestidos los hacía ella. El tema de las lentejuelas y los brillos lo hemos mamado desde pequeñas. Muchas veces la hemos acompañado a una tienda en el Casco Viejo de Bilbao, Rafael Matías, donde las compraba. Para una niña de siete años era muy curioso ver muestrarios gigantes y abrir uno, y que no hubiese letras en esos libros, sino retales de telas preciosas. En el rato que mi madre estaba allí, yo abría uno de esos libros y miraba y tocaba las telas. Ha sido algo que siempre me ha llamado mucho la atención. También le digo que de pequeña quería ser además veterinaria, pero ya con siete u ocho años sabía que lo de pintar me gustaba.
– En sus obras muestra a mujeres de diferentes novelas. ¿Cuál diría que es la corriente cultural o literaria más afín a su estilo?
–Feminista.
– ¿A partir de cuándo descubre que lo es?
–Cuando empecé a leer libros sobre el tema y conocí a gente abierta. Igual alguien me ha hecho «toc toc» y me ha dicho que, gracias a mujeres que han luchado por ese feminismo, puedo estudiar, votar y correr un simple maratón. Cosas que ya damos por hecho que son normales ahora, hace 30 años no lo eran.
–¿Cómo está el mundo del arte respecto al machismo, en comparación a otros ámbitos?
–A mí no me ha pasado nada por ser mujer. Pero, simplemente hay que fijarse en una exposición, ya sea del Museo del Prado , del Reina Sofía o del Thyssen: ¿Cuántas galerías o ferias llevan a mujeres? En muchas de ellas solo hay hombres. Mi galería, Gema Llamazares , potencia el trabajo de las mujeres.
«Yo no veo mi trabajo activista. Dentro de mi humilde posición, puedo llamar la atención para que a las mujeres se las tenga más en cuenta. ¿Eso es ser activista? Pues vale, lo es»
Por ese lado, yo no he tenido ningún problema, y la gente con la que he trabajado ha respetado mucho mi labor y la ha querido potenciar. Pero las cuotas ahí están. He leído un artículo que dice que, en el último quinquenio, solo cuatro centros de veinte importantes han alcanzado el 40% de exposiciones individuales de artistas mujeres.
–¿Algún referente feminista?
—Amy Cutler, Semíramis González y Nerea Pérez de las Heras.
–Además de estas autoras, ¿otros referentes del mundo del arte?
–Paula Anta, María Carbonell Foulquié, Victoria Civera y Guillermo Peñalver.
–¿Se considera «artivista»?
–Eso lo tendría que decir la gente. Yo no veo mi trabajo activista. Dentro de mi humilde posición, puedo llamar la atención para que a las mujeres se las tenga más en cuenta. ¿Eso es ser activista? Pues vale, lo es.
–¿Nota que en el mundo del arte hay mucha censura?
–Sí que la hay. Menos, pero por desgracia se está volviendo a años atrás. Nos vemos como muy «modernos». Debemos tener cuidado porque se están perdiendo muchos derechos.
–¿Qué expectativas tiene del próximo ARCO?
–Que haya polémica en torno a alguna obra, como en los años anteriores. Seguramente, como en Art Basel, habrá una que eclipse otras de mujeres con el mismo nivel de espectacularidad. Por cualquier motivo llamará mucho la atención, y me apuesto que va a ser la de un hombre.
«Por desgracia se está volviendo a años atrás con la censura. Nos vemos muy “modernos”, pero debemos tener cuidado porque se están perdiendo muchos derechos»
¿Qué pasó con la de Banksy? Se vendió por tantos millones de euros, cuando, de repente, pasó por la trituradora. Nadie habló de Jenny Saville, la mujer artista viva con la obra más cara vendida en una subasta, porque la eclipsó Banksy. Viendo lo que está ocurriendo años atrás, parece que ARCO necesita un «boom», algo heavy para que se hable en todos los telediarios y que no se cuente lo importante de la feria. Creo que con ese tipo de cosas se hace un flaco favor al arte.
–¿Cuál es su próximo proyecto después de «Máscaras»?
–La feria JustMadrid . Trabajo el tema de lo marchito. Es todo bordado, con flores secas y preservadas. Son hortensias. Mantienen la estructura y el color. Dentro de lo marchito, de la vejez, sigue habiendo belleza. Llega una edad en que las mujeres somos invisibles. Cuando hemos pasado de cierta edad ya no somos atractivas para el mundo. Es lo que quiero transmitir.
–En sus obras recurre mucho a temas mitológicos.
–Sí, me gusta la mitología de nuestros antepasados.
–También al tema del tiempo…
–En Lujo y luto , el proyecto que prepraré para el Museo ABC , esa era la idea: la belleza fugaz, el paso de la vida, que todo se estropea. Hago referencia a la flor artificial, objeto que simula la Naturaleza en un momento donde es bonito. Esa belleza artificial nunca será la misma que la natural y, encima, va a morir. Es un elemento que supuestamente es bello, pero en un cementerio esa flor de tela va a perder el color. Seguramente, la tela se empiece a carcomer. Incluso, esa flor va a ser más fea que una marchita. Pretendo reflejar la dualidad belleza artificial-belleza natural.