ARTE

Elba Benítez: «La cultura es un alimento espiritual e intelectual»

La galerista madrileña se mantiene más activa que nunca tras treinta y un años en activo

Elba Benítez en su galería, junto a las obras de Oriol Vilanova Andrea del Valle

Andrea del Valle

Tras 31 años en activo, Elba Benítez continúa disfrutando del arte y del negocio como el primer día. Ha participado en ferias de la talla de Art Basel y ARCO , a donde vuelve en dos semanas, y ha trabajado con artistas como Cristina Iglesias y Oriol Vilanova , un creador catalán que habla del arte de coleccionar y que ha sido su última exposición individual. Entre sonrisas, la galerista canaria también se muestra emocionada por poder dar una oportunidad a jóvenes autores para exponer sus obras.

¿Cómo surge la iniciativa de abrir la galería?

En un principio nunca pensé dedicarme al arte, aunque era un ‘hobby’ que tuve desde muy joven. No tengo titulación académica en arte porque estudié Ciencias Políticas y Sociología. En un momento determinado de mi vida me replanteé lo que estaba haciendo. Quise dejar la actividad en la que estaba embarcada con 37 años, concretamente en un proyecto de sociología en Alemania en los años ochenta.

¿Cómo fueron sus comienzos en la profesión?

El comienzo fue muy naif. Uno piensa que cuando tu afición la conviertes en tu profesión, vas a estar disfrutando todo el tiempo, y no es así. Como cualquier trabajo, al verlo desde dentro tiene también sus lados oscuros y de pasarlo mal, pero los años y la experiencia me han demostrado que esta labor es vocacional y que he elegido mi vocación.

¿Cómo se vió la galería Elba Benítez afectada por la pandemia del covid-19?

Cuando se declaró el confinamiento, la galería permaneció abierta. Somos siete personas en el ‘staff’. Tres nunca dejamos de trabajar en remoto, y las otras tuvieron que ir a un ERTE hasta que después se han ido reincorporando. Siempre estuvimos activos y haciendo que la galería, por los medios que tuvimos en ese momento, siguiera viva.

Desde posiciones de izquierda se piensa que el arte se hace y lo disfruta una determinada clase burguesa, casi como si fueran los únicos destinatarios de esta producción»

¿Y cómo cree que se encuentra el mercado del arte tras el año 2020 y 2021?

El mercado nacional se contrajo totalmente y pienso que todavía, por lo menos con respecto a esta galería, sigue anestesiado. Hemos podido sobrevivir gracias a las instituciones españolas que el año pasado, en la medida de sus posibilidades, hicieron algunas adquisiciones. También nos ha ayudado mucho haber participado de una visibilidad internacional durante muchos años, y tener clientes activos.

Como galerista, ¿qué entiende por arte?

Bueno, para mí es una manifestación de la cultura que nos da herramientas para conocer el mundo, porque la visión de este que tienen los artistas es diferente a la que tenemos las personas que no tenemos ese don. Nos ayuda a movernos en un mundo cada vez más complejo. Desde esta galería ofrecemos ese cobijo que ofrece la cultura, que es un alimento espiritual e intelectual.

Si bien el mercado se ha visto perjudicado, ¿qué hay de la cantidad de visitantes?

Desde que abrimos la galería, las visitas de madrileños y de gente de fuera han sido continuas. En ese sentido, sí es verdad que no hay ninguna queja. Las exposiciones han sido muy visitadas y visibles.

¿Cuál es el criterio que sigue para escoger a los artistas que exponen en la galería Elba Benítez?

Siempre se produce un diálogo con el artista para conocer más profundamente su trabajo. Las obras que nos pueden atraer y que vamos a estudiar siempre deben tener detrás un discurso, porque si no se convierte en algo decorativo, en algo que pones en tu casa o en tu oficina y que no dice nada. Tiene que haber detrás un soporte intelectual que el artista va a desvelar a través de su trabajo y de su obra.

¿Qué percepción tiene del coleccionismo en España?

El mercado del arte en España siempre ha sido un mercado muy limitado, y esto, claro, lo sabemos cuando visitamos colecciones privadas fuera y cuando conocemos el mercado de países como Brasil, por ejemplo. Aquí, pienso que se habla de coleccionismo de una manera magnificada, que no se corresponde con la realidad. Hay algunos coleccionistas, pero no sostienen el mercado del arte en nuestro país.

«En España se habla del coleccionismo de una forma magnificada que no es real»

¿Cree que el arte sigue considerándose un mercado elitista?

Por un cierto sector político, yo creo que sí. No lo dicen expresamente, pero de alguna manera pienso que desde unas posiciones de izquierda se piensa que el arte se hace y lo disfruta una determinada clase burguesa, casi como si fueran los únicos destinatarios de esta producción artística.

¿Y cuál cree que es la solución frente a este problema?

Creo que pensar así es un error, porque cuando un artista produce arte, lo ofrece al mundo. Lo que hay que hacer es buscar los mecanismos para que llegue al mayor número de personas posible, y no porque se pretenda que todas esas personas puedan adquirirlo, sino para que puedan disfrutarlo viniendo a las galerías y museos. Para mí es un servicio público que desde el Ministerio de Cultura se tiene que hacer accesible al mayor número de personas posible.

La supervivencia del arte pasa por que los jóvenes se interesen por él. ¿Qué percepción tiene sobre esto?

Se interesan, y cada vez más. Vienen jóvenes que están todavía en su período universitario, como los estudiantes del Instituto de Empresa , que hacen visitas guiadas. Están siempre guiados por un profesor o un coordinador. Sí que veo que las generaciones más jóvenes vienen bastante a la galería, y eso es maravilloso.

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