ARTE
Ecos y visiones trasversales en la Bienal de Bolivia
La Bienal Internacional de Arte de Bolivia pone en primera línea su vocación de diversidad, llevando como bandera su conexión con las culturas indígenas, pero haciéndonos reflexionar sobre cuestiones universales
En este mundo de comunicación global, de cultura cada vez más homogénea, ¿ queda aún espacio para la comunicación transversal entre distintas comunidades y tradiciones culturales , manteniendo la especificidad y la diferencia entre cada una de ellas…? Eso es lo que propone, como objetivo, esta Bienal de Arte a través de propuestas artísticas provenientes de 27 países diferentes.
Es altamente significativo que esta Bienal tenga lugar en Bolivia, una nación en la que conviven 50 comunidades indígenas diferentes , y en la que por ello el signo de la pluralidad cultural es un rasgo decisivo. Organizada por la Fundación Visión Cultural, la Fundación Cinenómada para las Artes, el Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia y el Gobierno Municipal de La Paz, la Bienal cuenta con el apoyo de numerosas instituciones, empresas y centros culturales, entre los que se encuentra el Centro Cultural de España en La Paz .
El planteamiento es sumamente ambicioso . Además de las distintas secciones específicas de artes visuales que tienen lugar en La Paz, en el ámbito de la Bienal se incluyen un Congreso Internacional de Arte, diversos talleres, el Festival Internacional de Cine «Alucine», un programa de Arte y Gestión Cultural y otro Pedagógico, así como una serie de actividades con el título «Sendas de expansión», en las ciudades de El Alto, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba . Con esta última sección de la Bienal, que considero de sumo interés, se intenta una conexión entre zonas urbanas y zonas rurales , que el evento sea, en palabras de su Curador General, Joaquín Sánchez , «para todos los bolivianos», una Bienal inclusiva.
Abierta y diseminada
Las actividades de arte que tienen lugar en La Paz comprenden nada menos que cuatro exposiciones a cargo de la Curadoría General de la Bienal, quince de curadores invitados, la exposición del Concurso Internacional convocado por la Bienal, una excelente exposición monográfica de la artista boliviana Narda Alvarado , y todo un conjunto de actividades que incluyen numerosas «performances», danza, proyectos especiales e incluso una caminata concebida como acción. Entre las exposiciones a cargo de curadores invitados es oportuno mencionar la que, con el título «Lo que no vemos», está a cargo del artista español Francis Naranjo . En la misma línea, y en el Centro Cultural de España, se presenta «Cibergeografías», en la que interviene como curador el también artista argentino, que vive en España, Gustavo Romano .
Esa proyección tan sumamente abierta y diseminada de la Bienal, constituye, en mi opinión, su aspecto menos positivo. Se echa en falta una mayor concentración y una mejor articulación, como unidad, de las propuestas artísticas . Mucho más en una nación como Bolivia, donde en la actualidad no hay estudios de Artes ni de Historia del Arte, y en la que el arte contemporáneo, sin museos ni centros específicos, tiene muy poca implantación. Sin embargo, la intensidad conceptual y estética de la Bienal permite considerar esta cita como un signo de inflexión , como un punto de partida, hacia un horizonte de despliegue de las prácticas artísticas, que en las siguientes bienales y propuestas educativas debería situar el arte en el lugar destacado que le corresponde como proceso de formación y de proyección de los seres humanos a través del espejo sensible de la representación.
«Ver con los oídos. Poéticas de las temporalidades». Bienal Internacional de Arte SIART 9, Bolivia
Curadoría General: Joaquín Sánchez, Directora: Norma Campos. La Paz, Bolivia. Hasta el 11 de noviembre de 2016