ARTE
Doscientas razones para coleccionar
Hace cinco años nacía Los Doscientos, proyecto editorial de Rafael Doctor para fomentar el coleccionismo. Tras veinte publicaciones, da pie a una curiosa comunidad artística basada en sus mecenas
Cuando en 2013 el gestor cultural y comisario Rafael Doctor (Calzada de Calatrava, 1966) decidió autoeditarse su segunda novela ( Tormenta de amor , se titulaba), plantaba, sin saberlo, el germen de lo que sería años después otro importante proyecto que fusionaba su amor por los libros y el arte, Los Doscientos , que ahora cumple 5 años: «De La tormenta se lanzaron 400 ejemplares», recuerda. «A la hora de venderlos, me di cuenta de que a los que valoramos el libro como objeto, si el autor te lo personaliza con un autógrafo o dedicatoria, este cobra otro valor». Lo que Doctor hizo con cada uno de aquellos que adquirieron su novela fue personalizarles la portada, intervenírsela pictóricamente. No había dos iguales.
Obsesionado con crear un mercado de base para el arte español, el ex director del MUSAC y del Espacio Uno del Reina Sofía decidió repetir la experiencia en 2015 mezclando dos de sus pasiones: la creación contemporánea y la fotografía anónima: «¿Por qué no crear un mercado en el que el dinero no sea tan importante? ¿Por qué no incitar a un grupo de personas a adquirir obras de arte a un precio asumible?». Dicho y hecho.
Un premio «original»
Así es como arrancó Los Doscientos, un proyecto editorial y artístico que gira en torno a los dos ejes mencionados (arte y foto) y que da pie cada temporada a la publicación de cuatro libros en una tirada reducida de 200 ejemplares, por los que un grupo previo y fijo de 200 mecenas invierten en total 360 euros al año, que además tienen el privilegio de llevarse un original, diferente, elaborado por el autor al que se dedica cada volumen. «Su nombre proviene de algo tan peregrino como que, al hacer números, me di cuenta de que necesitaba, con la inversión que iba a realizar, 200 compradores para cuadrarlo. Hoy se puede decir que este es un club de personas interesadas en la edición y en el coleccionismo de arte».
En este lustro, esta privilegiado grupo ha podido adquirir así obras de autores como Enrique Marty (que fue el primero), Jorge Galindo , la Premio Nacional Cristina de Middel o María Cañas . Y ha puesto en valor la foto de varietés, la empleada antaño por el cine para promocionar los títulos cinematográficos, y muchos otros archivos anónimos. «En este tiempo, no ha habido muchos cambios en nuestro funcionamiento porque esta es una empresa sin afán de crecimiento. Solo se mantiene si la mantienen sus 200 socios. Algunos han ido saliendo, dando paso a otros, pero nos mantenemos fieles a las esencias».
¿Y quiénes son esos misteriosos doscientos? ¿Cuál es su perfil? Algunas publicaciones como la de R uth Gómez -que los retrató- o Santiago Ydáñez -en cuya portada se publicó el nombre de los mismos- han dejado pistas: «Al principio eran todos amigos, no quedaba otra -confiesa Doctor-. Sin embargo, la idea se lanzó en redes. En un inicio se apuntó mucha gente con poder adquisitivo, algunos coleccionistas fuertes, que, con el tiempo, han caído. Hoy, Los Doscientos lo componen personas que aman el arte y que se implican de manera real con él. En algunos casos, gente que no estaba familiarizada con el arte y que ahora visita galerías e incluso se anima a comprar».
Hay en el grupo una gran base anónima, desvinculada del arte, inspiradora de la iniciativa
El también ex director del Centro Andaluz de la Fotografía repasa algunos nombres: Es un «doscientos» el ministro de cultura saliente, José Guirao . Lo son ciertos famosos, y diseñadores como García Madrid o Ana Locking . Quedan coleccionistas, gestores artísticos, periodistas... «Pero, sobre todo, hay una base importante de gente anónima desvinculada del mundo del arte, principales inspiradores de la iniciativa».
Desde el inicio acompañan en la aventura productores culturales como Laura López Martín : «Estoy porque es una forma de coleccionar arte casi sin darme cuenta, y sigo porque es un regalo que me hago cada año, porque me encanta la selección de artistas y porque las fiestas de entrega de los libros se han convertido en citas esperadas». También el coleccionista Antonio Lobo : «Yo vivo en la bipolaridad de que me gustaría que esto llegara a más de 200, pero me parece necesario que seamos solo 200. Para mí, da pie a una colección paralela a la que poseo, con autores de los que no tenía obra, o porque no los conocía o porque ni me lo podía plantear. Aquí me quedo hasta que me echen». La nómina también incluye a artistas, como Julio Falagán o Ruth Gómez , que luego terminaron generando un libro para el colectivo: «Para mí fue importantísimo -declara esta última-, puesto que me abrió nuevas vías para evolucionar en mi propio dibujo. Al tener que preparar 200 obras, me invitó a experimentar con formas de hacer».
La actual directora de la feria JustMad, Semíramis González , llegó porque conocía a algunos miembros («Aquí ha funcionado siempre muy bien el boca a boca», afirma): «Creo que ha generado un grupo muy afín, gente con la que coincides en el sector, pero con los que te reencuentras en un ambiente más distendido». Como ella, el informático Alberto Cordón se involucró más tarde: «A mí me aporta felicidad. Es una forma barata de comprar obra y de conocer a nuevos artistas. He ampliado mis conocimientos».
Hace dos años se enganchó a la aventura Ana Llario , sobrina de Doctor, «justo cuando había acabado un máster en comunicación, relaciones públicas y eventos. Para mí fue una responsabilidad y un regalo». Su papel, hoy, es profesionalizar lo que nació como una ilusión, tener una comunicación directa con Los Doscientos, informarles de novedades y resolver dudas: «He venido a poner orden a nivel organizativo».
Doctor sólo tiene palabras de agradecimiento para otros agentes que ayudaron a aupar el proyecto: « Guillermo Espinosa , que estuvo desde el comienzo en las labores de gestión y que ahora es un socio más. Y Javi al Cuadrado , que ha diseñado 18 de los 20 libros, cada uno desde una perspectiva diferente». Eso le valió protagonizar una de ellas. Ellos («y el galerista José Robles , que, sin darse cuenta, es una pata importante, pues con su vitalidad nos trajo hasta 15 integrantes) han trabajado para ampliar la onda expansiva de Los Doscientos, que solo en una ocasión, Varietés , hizo accesible sus contenidos al público general, fruto de una colaboración con La Fábrica.
No tan cerrado
Pero Los Doscientos hace accesible sus contenidos a terceros con invitaciones a sus eventos, o con iniciativas como la muestra que el año pasado, en Fail Studio (Murcia) reunió cinco juegos de sus títulos en su sala. Cosas así le aseguran, hoy, contar con lista de espera. Este 2020, coparán sus portadas. «Quien quiere entrar al final lo consigue -confían sus promotores-. Hoy tenemos un grupo muy contacto. Eso nos encanta. Da continuidad a la idea».