ARTE
Dibujar el mundo de manera natural
Universidad, Arte y Naturaleza, triángulo perfecto en el proyecto «Herbarios imaginados», ahora en Madrid
John Ruskin , una de las figuras más influyentes de la crítica de arte, llegaría a afirmar en Pintores modernos: «Si sabes dibujar una hoja, sabes dibujar el mundo» . Tal vez desde una perspectiva menos ambiciosa, pero no menos plausible, bien podríamos señalar que el ya centenario diálogo entre Arte y Ciencia botánica sí ha servido para trazar una atractiva y útil cartografía que ayude a comprender algo más ese universo vegetal que nos rodea, observa y habla.
Esto viene a cuento de Herbarios imaginados , proyecto expositivo que presenta una de las posibles miradas a ese diálogo a través de las obras de 25 artistas contemporáneos que interactúan con una amplia serie de piezas procedentes de los fondos de los museos científicos de la Universidad Complutense de Madrid.
En diálogo
El foco fundamental está dirigido a las diversas disciplinas vinculadas a la Botánica, reflexionando sobre aspectos tan diversos como la farmacopea , los jardines botánicos o incluso una evidente dimensión ecológica , lo que, entre otras cosas, aporta un plus de contemporaneidad y pertinencia a la iniciativa. La muestra está dividida en cuatro grandes secciones: «Venenos y medicinas», «Viajes y expediciones», «Jardines y florilegios» y «Ciencia y medioambiente», títulos muy sugerentes que invitan de entrada a su contemplación.
En todas estas áreas se establecen unas interesantes y estimulantes analogías y guiños cómplices entre los productos científicos y las creaciones artísticas actuales . Dentro de los más de 80 ejemplos procedentes del ámbito científico podemos contemplar desde modelos tridimensionales de flores, herbarios, ilustraciones clasificatorias de plantas, fotos microscópicas pioneras, hasta algunos de los primeros tratados botánicos existentes, todas ellas piezas poseedoras de un fascinante aroma poético que las sitúa en un territorio fronterizo entre lo posible y lo imaginario, y que casi las convierte en representaciones de una auténtica botánica fantástica.
Este aura, a caballo entre lo que podría ser investigación e invención, se complementa perfectamente con la presencia de 70 obras de artistas nacionales e internacionales, que consiguen un adecuado maridaje con las piezas científicas. Ese es el gran haber de la muestra. Un concepto no demasiado transitado ni analizado dentro del a veces reiterativo universo de las exposiciones de arte contemporáneo. Dentro del amplio elenco quiero destacar, entre otros, los nombres de Paula Anta, Alberto Baraya, Fontcuberta, José Quintanilla, Javier Riera, Linarejos Moreno, Manuel Barbero, Alfonso Galván, Javier Vallhonrat o Juan Carlos Savater .
La propuesta ha sido comisariada por Luis Castelo y Toya Legido, profesores de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, y artistas ellos mismos que ya han tratado anteriormente en sus obras esta fascinante doble mirada entre Naturaleza y Arte . Se nota su militancia artística, dotando al trabajo curatorial de una complicidad y una sensibilidad muy especiales y reconocibles. Quiero también poner en valor el hecho de que la universidad apueste por implicarse directamente, no sólo con la investigación y el conocimiento, sino asimismo con la creación artística contemporánea, algo que desgraciadamente no suele ser práctica demasiado habitual en nuestro país.