PROYECTO ABC CULTURAL
«Los días negros»: la arquitectura como refugio para el último Fernando Bayona
En «Los días negros», Fernando Bayona vuelve a sus discos duros para recuperar imágenes arquitectónicas que dieron pie a algunas de las imágenes más icónicas de sus series. Estas potencian el significado de las escenas creadas por el andaluz
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«Los días negros» es una selección de imágenes de una de las partes más desconocidas de mi trabajo vinculado a los espacios arquitectónicos en el que transcurren las escenas de, anteriores y nuevas, series fotográficas.
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Siempre me ha intrigado la vinculación existente entre los espacios arquitectónicos y los sujetos que habitan sus paredes . Desde pequeño jugaba a fantasear sobre las vidas que tendrían las personas que me cruzaba en mi cotidianeidad, entes anónimos de los cuales desconocía sus vidas. Me gustaba dotarlos de unas relaciones personales muy concretas dependiendo de su aspecto físico , su forma de vestir, el tipo de peinado, su maquillaje o incluso su perfume. Después imaginaba como había sido su vida antes de aquel momento en el que se cruzaban en mi realidad, y predecía qué sería de sus vidas en un futuro. Aquello que solía hacer como juego acabó convirtiéndose en algo tan habitual que, a día de hoy, lo hago casi instintivamente, y finalmente se ha convertido en un modus operandi en mi proceder artístico. Mi trabajo siempre se ha nutrido de esas historias cotidianas, de personajes invisibles , anónimos, pero que encierran en sí una gran carga emocional.
Cuestiones a las que me gustaría dar respuesta
Invento series fotográficas en las que abordo diferentes temas que me son interesantes, cuestiones a las que me gustaría dar respuesta, y que acabo haciendo a través de un proceso de trabajo metódico , casi enfermizo , con el que rodeo, bordeo y vuelvo a rodear esa misma cuestión desde diferentes perspectivas, parámetros y posibilidades para dotarlo de sentido, o, a veces, todo lo contrario, pero me permito la licencia de tratar de afrontarlos.
Fernando Bayona (Montizón, Jaén, 1980)
Reconocemos que nos gustan esos Proyectos ABC Cultural que se convierten en retos para el artista y les obligan a «despertar» ideas latentes que siempre estuvieron ahí pero que no encontraron el cauce adecuado para salir a la luz... Hasta que tentamos al artista con nuestra propuesta. Y agradecemos, mes a mes, a los creadores generosos que se toman en serio su participación en esta sección y terminan haciendo algo mucho más grande de lo que se les proponía como punto de partida.
Es el caso del fotógrafo Fernando Bayona, quien reconoce en el texto que acompaña a esta pieza haber tenido que volver a sus discos duros y haber escarbado para reencontrarse con imágenes, ocultas hasta ahora, que, sin embargo, cumplieron un papel crucial en el desarrollo de obras finales.
Licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Granada, donde también se doctoró, y máster de Fotografía y Diseño Visual por la Universidad NABA (Milán, Italia), Bayona es un creador tentado por las emociones humanas. Sin embargo, y con el paso del tiempo, se ha dado cuenta de cómo el contexto (que el traduce en lo arquitectónico) las moldea y determina. Como la luz, que él sabe controlar a la perfección en sus fotografías (en las que el detalle nunca es supletorio, sino un adjetivo más de su vocabulario en imágenes) y que puede sugestionarnos tanto como aportarnos la información precisa.
Este andaluz, que gusta de reflexionar sobre las relaciones afectivas y la identidad del sujeto, actualiza la tradición pictórica clásica europea y es uno de los máximos representantes de la fotografía escenificada en España, con su alto componente neobarroco. Habitual de la galería Kir Royal (Valencia), su trabajo ha podido verse en espacios como la galería 6mas1 o 3Punts, de Barcelona, así como en espacios públicos como el MUVIM, el Palacio de los Condes de Gabia o el Centro de Arte Contemporáneo de Saint Moritz, en Suiza. Su obra recala en colecciones como la del CA2M, Fundación Botín, la del BSI Bank suizo o la Fundación Bayer (Alemania). En estos días, participa en la colectiva «Sólo es sexo», en la galería Fernando Pradilla.
Dice Bayona en su biografía que vive a caballo entre Madrid, Granada y la ciudad «donde le den una de residencia» (ha gozado de algunas importantes como las ofrecidas por instituciones como La Térmica, BilbaoArte, Magnum o NABA), siendo plenamente consiciente de estar alcanzando esa edad fatídica de los 35 en la que se acaban las ayudas externas que promocionan a los jóvenes artistas. De pronto, como algunos protagonistas de sus instantáneas, Bayona se enfrenta a un momento de lúcidez, de toma de conciencia, de los que pueden cambiar los designios de un individuo. ¿Lo mejor? Que eso está dando pie a una futura serie fotográfica. Estaremos al tanto...