LIBROS

Descenso al infierno de la droga

Nuria Barrios se adentra con su último título en la vida de un barrio marginal de Madrid, la Cañada Real, y sale brillantemente airosa

Nuria Barrios, escritora y doctora en Filosofía

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No son muchas las veces que la novela española de hoy ha bajado al infierno cercano a la urbe de Madrid que se conoce como El Poblado , las barracas de droga de la Cañada Real . Que yo recuerde lo hizo antes Rosa Montero en su novela Instrucciones para salvar el mundo (2008). Ese Poblado donde se comercia con droga, y en el que impera una ley de clanes gitanos con sus propios códigos y rivalidades es el trasfondo de la novela de Nuria Barrios (Madrid, 1962), que me ha parecido muy bien escrita y sobre todo profundamente honesta en su planteamiento literario, porque ha sabido salvar el escollo de un simple realismo fuerte, duro, al introducir en su trama un elemento simbólico, pero tampoco se ha dejado llevar de la idealización.

El equilibrio con que ha resuelto la doble faz de realidad e idealismo es una muestra de madurez creadora. El elemento simbólico es doble: toda la acción transcurre en una noche, y termina en el amanecer. La noche como mundo oscuro y peligroso y como momento de las pesadillas , porque la novela es una pesadilla, la que vive un joven de dieciséis años, llamado Lolo, quien tras regresar de una estancia de un curso en Irlanda, busca rescatar a su hermana, Lena, ocho años mayor, que se había escapado de casa y del centro de rehabilitación en que sus padres la habían ingresado. Desde entonces lleva una vida perdida en ese Poblado, completamente dependiente de la droga que consume.

Todo arde. Nuria Barrios. Alfaguara, 2020. 287 páginas. 17,95 euros

El otro elemento simbólico, que ya se anuncia en los antetextos de Homero (con la bajada al Hades de Odiseo) y de Ovidio con la historia de Orfeo y Eurídice en la Metamorfosis . Lolo es el Orfeo que habrá de salvar a la hermana del infierno. Más allá del antetexto el mito nutre buena parte de las significaciones profundas del argumento. Antes de llegar al Poblado, hay un capítulo Prólogo que trata de la búsqueda que Lolo hace de su hermana en la Terminal 4 de Barajas, escenario de sus robos para conseguir el dinero para la droga. Este capítulo muestra que es una escritora muy bien dotada para conseguir una intriga en unos escenarios reales , a los que imprime la tensión necesaria. Si tuviera que destacar el rasgo estilístico que mejor define la cualidad literaria de toda la novela es precisamente el de la tensión. Saber construir bien una intriga cuando todos los elementos están dados muy al comienzo no es nada fácil, y Nuria Barrios lo ha hecho con maestría.

Hogueras

He dicho que todos los elementos están dados porque el horror y miseria del Poblado, las ratas, lo siniestro de la atmósfera , los perros, los olores a droga y a plástico quemado, las hogueras al frente de los barracones donde los acampados esperan a unos clientes, todo estaba dicho en las primeras setenta páginas, pero Nuria Barrios se las ha arreglado para ir introducir pequeños motivos de intriga, pérdidas y reencuentros, o descripción de tipos.

También la tensión urdida en torno al cachorro de pitbull, hace que la novela vaya acrecentando sin cansar la angustia que Lolo esta viviendo. También me ha parecido un acierto que el amanecer, final de la novela, sea resuelto del modo como se hace. Es de una escritora madura, sólida, que no deja de asombrarnos por ser igualmente buena en estilos muy diferentes.

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