LIBROS
La derecha española: un proceso de destrucción creativa
Julio Gil Pecharromán describe en un minucioso ensayo la realidad camaleónica de las derechas en nuestro país

En la balanza de la historiografía en español y sobre el caso de España pesan más los trabajos de las mutaciones de la izquierda que los referidos a los cambios y evoluciones de la derecha. A los clásicos sobre la historia de las derechas, siempre plurales, de José Manuel Cuenca Toribio y de José Antonio González Casanova , entre otros, hay que añadir esta notable contribución del profesor de Historia contemporánea de la UNED, Julio Gil Pecharromán . Quizá un paso más, ahora en solitario, de los estudios que publicara en la década de los noventa junto con Javier Tusell , Feliciano Montero y José María Marín .
Hay que agradecer al autor que a la hora de escribir una minuciosa y detallada evolución de las derechas en España, desde el Franquismo hasta el denominado «Aznarato» , formulación más propia quizá de publicistas que de historiadores, lo haya hecho con la técnica narrativa que permite un relato cronológico con un criterio rector, la columna vertebral de este volumen de más de quinientas páginas: la aplicación del concepto de «destrucción creativa» propuesto por Werner Sombart y desarrollado por Joseph Schumpeter . La traducción de este principio de la economía a la política vendría a decir que la evolución de la derecha se ha hecho en el marco de un proceso de creación-destrucción bajo el paraguas de una pragmática modificación de siglas, programas y modelos de partido .
Este proceso no se puede llevar a cabo sin la relación, no siempre fácil, entre liderazgos personales y asentamientos institucionales. Este proceso forma parte de la denominada «realidad camaleónica» , que se explica desde la transformación de estructuras, adaptación de doctrinas y reformulación de mensajes. No nos engañemos. No es este libro tanto una historia de la evolución de las ideas como una foto no fija de personas, relaciones e instituciones. Tampoco pretende poner en valor los efectos de las plurales políticas de la derecha en la historia reciente de España.
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Este mural se construye a partir de tres núcleos que se repiten y que, en gran medida, configuran la identidad de lo que entendemos por derecha política en España. El primero de ellos es el continuum dentro del espacio político común, la voluntad de perdurar, es decir, la tradición que arranca desde la derecha franquista y el Movimiento Nacional hasta el actual Partido Popular. No se malicie el autor pensando en los tópicos al uso de quienes afirman que la derecha española actual es heredera del franquismo. No se trata de eso, ni mucho menos. De lo que se trata es de analizar cómo cuatro generaciones de españoles ejercieron la condición política de militantes o de electores de opinión en este ámbito del espectro político. Sería algo así como afirmar que, en este proceso y en lo que entendemos por derecha, el medio es el mensaje. Existe un sustrato de ideas y propuestas referidas a la concepción del Estado, del sistema económico, a las relaciones con la sociedad, a la educación y la cultura, por ejemplo, que evoluciona pero que no cambian en el núcleo de su configuración histórica desde el punto de vista de las personas.
Este primer aspecto nos permite introducir el segundo ámbito clave: lo que nuestro autor denomina el nacionalismo identitario , la consideración de la comunidad nacional como eje de la acción política y de la estructura del Estado. Se trata «del nacionalismo unitario de la tradición liberal» que abarca desde las formas comunes periclitadas –más o menos, porque la disolución de España parece proceder ahora de los viejos territorios carlistas- hasta el patriotismo constitucional.
Relato cronológico
Y el tercer elemento fuente del núcleo identitario es el de la cosmovisión de la sociedad conservadora que nutre sus valores, históricamente, de la aportación de la Iglesia católica , una institución muy presente a lo largo de las páginas de este libro y no siempre bien matizada en detalles. Está claro que, aunque no se formule explícitamente, está aportación cotiza hoy a la baja.
De ahí que el profesor Gil Pecharromán haga el esfuerzo de ofrecer un completo relato cronológico que arranca con una magnífica síntesis de la historia del franquismo para llevarnos por las etapas de la unificación de la derecha (1937-1945), la derecha orgánica (1946-1967), la derecha aperturista (1969-1976), la derecha inmovilista (1969-1976), la derecha incómoda (1939-1975), la derecha carlista (1939-1976), la derecha homologable (1956-1976), la derecha que no quería serlo (1976-1982), la derecha relegada (1976-1982), la derecha involucionista (1976-1982), la derecha subversiva (1976-1982), la derecha en progresión (982-1996) la derecha antisistema (1982-2004) y la derecha hegemónica (1996-2004).
La derecha política española, que quizá habría que analizar más en profundidad en su relación con la europea y la norteamericana, no es una sola derecha. Son plurales derechas con un esqueleto electrizante en equilibrio no siempre estable de grupos que van desde el liberalismo, con sus diversas modulaciones, al consevardurismo, con las suyas. Un magma entre las derechas de partido y los partidos de derecha no ajeno a la evolución de las ideas presentes en la sociedad. Un espectro político del que nos puede decir que es ni rocoso ni una rémora. Y con declarado futuro.