LIBROS
«Los crímenes de Alicia», el tesoro escondido
Con esta novela el argentino Guillermo Martínez ganó el último Premio Nadal
Aquello que desconocemos pero ansiamos saber vive «en un limbo de posibilidades infinitas », por eso sobreestimamos su valor y tendemos a pensar que la resolución de la incógnita cambiará de forma decisiva el sentido de la información con la que ya contamos. Esta es la explicación de la teoría del tesoro escondido, sobre la que se sustenta la trama de «Los crímenes de Alicia», la novela con la que Guillermo Martínez (Bahía Blanca, Argentina, 1962) ha conquistado el Premio Nadal y ha recuperado en el punto que los dejó, después de mantenerlos quince años fuera de juego, a los protagonistas de su gran éxito, «Los crímenes de Oxford».
Inspirada por un descubrimiento real, el hallazgo de la dramaturga Karoline Leach de un documento que resumía el contenido de las páginas arrancadas de los diarios de Lewis Carroll , «Los crímenes de Alicia» mezcla en su justa medida tres ingredientes que, incluso de forma individual, resultan tremendamente atractivos: la vida de Carroll, que orbita alrededor de esa obra maestra que es «Alicia en el País de las Maravillas» ; la utilización de la lógica matemática como exótico filtro a través del que mirar el mundo; y la atracción morbosa que ejerce siempre la amenaza de un crimen.
Bosque invisible
«El pasado es un país extranjero, allí hacen las cosas de otro modo». Amparado en esta cita de Hartley, autor del clásico «El intermediario», Guillermo Martínez nos introduce con destreza en la misteriosa existencia del creador de Alicia, cuya fascinación por las niñas , entendida en su época, resulta sin embargo estremecedora en la nuestra y se convierte en el hilo conductor de una intriga tan bien ambientada, que recuerda a algunas de las mejores ficciones cimentadas en la idiosincrasia británica (en la literatura, Sherlock Holmes , y en el cine, sin duda, «El secreto de la pirámide»).
Por todas estas razones, saldrá perdiendo quien, convencido de que el Nadal de este año se ha fallado por conveniencia, aprovechando el buen momento que atraviesa la novela negra, rechace la lectura de este libro. Gran error. «Los crímenes de Alicia» es una bienvenida rareza, en la que, más allá del misterio , se impone una voz propia consolidada y única, capaz de hacernos ver una vez más y mejor (el texto supera con mucho la calidad de «Los crímenes de Oxford») que la magia no sólo reside en las palabras, sino también en el bosque invisible de la lógica. Algo que Carroll ya sabía.