LIBROS
Un crimen que conmovió a la sociedad española
Aurora Rodríguez Carballeira mató a su hija en 1933. Erich Hackl convirtió este episodio de la crónica negra española en el tema de su primera novela, «Los motivos de Aurora»
El 9 de junio de 1933, Aurora Rodríguez Carballeira asesinó a su hija Hildegart, a la que había preparado para ser una intelectual que transformara el perfil de la mujer de su tiempo. Hildegart tenía 18 años y Aurora, que intuía que sus aspiraciones, depositadas en Hildegart, no iban a cumplirse, aprovechó que esta dormía para dispararle tres veces en la cabeza y una en el corazón. Más de 50 años después, el austriaco Erich Hackl (Steyr, 1954) convirtió este episodio de la crónica negra española en el tema de su primera novela, «Los motivos de Aurora» (1987), y gracias al interés del escritor José Ovejero, que ejerce en esta ocasión de excelente traductor, y de la editorial Hoja de Lata, la obra ha llegado recientemente a nuestras librerías, si bien Hackl ya lo había hecho mucho antes, con «El lado vacío del corazón» o «Como si un ángel» (ambas publicadas por Periférica), donde las bases de su estilo, establecidas en esta fascinante ópera prima, se consolidan.
Estudio de los hechos
Su literatura, siempre comprometida y empeñada en desentrañar a través de la realidad novelada lo que a menudo resulta difícil comprender sin recurrir a la fabulación que el estricto estudio de los hechos rechaza por completo, se aproxima al asesinato de Hildegart con una contención que, paradójicamente, no resta intensidad ni al crimen, ni a la trayectoria ascendente de acontecimientos que reflejan el deterioro de la relación entre madre e hija; un recorrido con un reconocible trasfondo político, una reiterada lectura en clave feminista y un final dramático, que el lector perseguirá inquieto, consciente en la mayoría de los casos, dada la fama del suceso, de lo que está por venir.
Pero lo que de verdad brilla en este texto no es solo la destreza del narrador, presente desde la primera página, sino también la evidencia de la distancia necesaria para enfrentarse a la tragedia: el crimen tuvo lugar en Madrid y Hackl es austriaco; sucedió en los años treinta del pasado siglo y la novela fue escrita en los ochenta; y tanto víctima como asesina fueron mujeres, lo que obliga a Hackl, consciente de su perspectiva masculina, a adoptar una «distancia de respeto» que redunda en beneficio del análisis y lo convierte, junto con otras referencias fundamentales, si queremos saber más sobre lo ocurrido (la más reciente, « La madre de Frankenstein », de Almudena Grandes, y las más recurrentes, la novela «Aurora de sangre» (1973), de Eduardo de Guzman, y su adaptación al cine, «Mi hija Hildegart» (1977), de Fernando Fernán Gómez), en imprescindible.