DARÁN QUE HABLAR

Costa Badia: «Me gusta lo raro, lo feo, lo complicado de ver. Busco que sea aceptado como el estereotipo»

Hacer de la diversidad algo que suma y no que resta es el propósito principal de la creadora Costa Badía. Nunca una ausencia, como la suya en la serie «Deleción», fue tan productiva. Por eso y por mas cosas, ella ya «da que hablar»

«Selfie» de Costa Badía para «Darán que Hablar» C. B.
Javier Díaz-Guardiola

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Nombre completo: Costa Badía Melis. Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 28 de noviembre de 1981. Residencia actual: Madrid. Estudios: Formación Profesional de Grado Superior en Imagen, graduada en Bellas Artes y Máster de Educación Artística en instituciones sociales y culturales. Ocupación actual: Artista y mediadora artística sin remuneración.

Qué le interesa. Creo que mi perfil es mixto, no es al cien por cien lo que se entendería como artista. Utilizo el arte como vehículo para comunicar. Me apasionan las personas y cómo nos relacionamos entre nosotras. Para ello, aparte de mi trabajo como creadora disfruto mucho con la vertiente divulgativa, que, en mi caso, toma forma como arteducadora.

Me interesa el error, y su validación en la sociedad, pero como eso mismo, como una equivocación. Me gusta lo raro, lo feo, lo complicado de ver porque es incómodo, y busco que sea aceptado al mismo nivel que el estereotipo, lo bonito, lo que «debe ser». Me han acusado de renegar de lo bello, y no es así. Creo que debe existir, porque sirve como referencia para lo esperpéntico. Hay otras manera de ver y de funcionar que deben empezar a aceptarse.

«Conversaciones en el museo» C. B.

De dónde viene. He expuesto en centros culturales de Madrid y de algunos pueblos de la Comunidad, tanto individualmente como de forma colectiva durante los primeros años de la carrera con obras con las que hoy no me siento demasiado identificada.

Actualmente, que me dedicomás a la «performance», en este último año y medio he colaborado con piezas tanto propias como formando parte de obras de otros artistas en La Juan Gallery .

En«Acción por metro cuadrado» de 2018 y en la misma galería, donde cada artista tiene justamente ese espacio para elaborar su «performance», realicé mi pieza «Conversaciones en el museo», que repliqué en mayo de ese mismo año en Valladolid, en su festival de teatro en la calle, con tanto éxito que yo era confundida como parte del personal de seguridad del lugar donde me encontraba.

«Galletitas». Obra de la serie «Deleción» C. B.

Supo que se dedicaría al arte… No he tenido en realidad ningún momento clave donde se me aparecieran las musas. Creo que fue poco a poco. Estudié en un colegio donde se daba mucha importancia a la formación artística y, el poder crear desde la nada, aunque era complicado, fue un gran aprendizaje.

Después de la Formación Profesional, empecé Periodismo, pero me vine abajo, no era lo mío. Hablé con mi padre, y me preguntó que qué me hacía feliz. Le dije que yo quería crear, imaginar… Y un año después entraba por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid.

Al final me he dado cuenta de que el arte te da posibilidades infinitas de comunicarte. Eso, para mí, es algo fundamental. No concibo otra manera de vivir.

C. B.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? He trabajado en un montón de cosas, y casi ninguna relacionada directamente con el arte. Lo más cerca que he estado del arte, cuando he tenido un sueldo, ha sido de vigilante de sala en un museo de Madrid.

Pero vamos: he sido teleoperadora, dependienta de una tienda de souvenirs, administrativa en un departamento de reclamaciones, cliente misterioso, subtituladora en televisón para sordos (¡siendo yo sorda!), haciendo copias de anuncios para los canales de la tele en una productora…

«Víctor y Vera» C. B.

Su yo «virtual». Tengo Facebook , Instagram, y Twitter, aunque este último apenas lo abro.

El Facebook lo uso para cosas fundamentalmente personales, y el Instagram más para asuntos profesionales relacionados con el arte y el activismo tullido.

«Cuando se habla de arte y discapacidad, a menudo se relaciona todo esto con la arteterapia, cuando nosotros no estamos enfermos por el mero hecho de tener una diversidad: simplemente somos así»

Hace un tiempo, en mi Instagram buscaba el hacer fotos estéticamente bonitas, pero me he ido dado cuenta de que he de contar otras cosas, porque yo no soy normativa. El hecho de ser gorda y tullida, y el tomar conciencia de ello, hace que mis intereses cambien y necesite ser coherente conmigo misma.Acabo de volver de pasar dos meses en Génova, en un proyecto de investigación de género y diversidad funcional de la Unión Europea, y he contado mi experiencia día a día en las «s»tories de esta red social.

Tengo página web pero muy anticuada, siento que las redes sociales dan una imagen más actualizada y dinámica de mi misma.

«Conversaciones en el museo»

Dónde está cuando no hace arte. Estudié mi máster en educación artística en instituciones sociales y culturales porque me interesaba mucho la forma en la que nos comunicamos utilizando el arte como vehículo. Me gusta, he dado, y quiero seguir dando clases de arte a personas con discapacidad. Me gustaría hacerlo en un lugar inclusivo, donde la palabra y la acción de las personas con o sin diversidad tengan el mismo valor. Me gusta la idea de hacerlo de forma horizontal, en la que yo solo sea la facilitadora y los demás creen sin ponerse límites.

No pertenezco, pero sí que frecuento asociaciones y grupos de trabajo no normativos donde lo «queer» y lo «crip» son lo habitual y en los cuales el arte es un lenguaje más. También participo en el Hospital de Artistas, un laboratorio de «performance» de La Juan Gallery, en Madrid, donde nos reunimos semanalmente.

«Valla». Obra de la serie «Deleción» C. B.

Le gustará si conoce a... Mis referentes son de lo más variado, desde las Venus prehistóricas, a las que recurro cuando siento que no encajo en esta sociedad, a Lady Gaga , que al menos en sus inicios defendía la idea de ser un monstruo maravilloso y estar orgullosa de una misma.

«Creo en el sentido del humor, en la sonrisa, en la mente abierta y en los no juicios: todos somos igual de diferentes»

Me identifico también con algunos textos de Focault y adoro a Viruta , un cantautor trans madrileño que canta a la diferencia. Me enamoré de las obras envolventes de Judith Scott , una artista estadounidense sorda y con Síndrome de Down. A Lorenza Böttner la descubrí hace poco, gracias a Paul B. Preciado, a quien también admiro por poner en palabras muchas de las cosas que yo pensaba que no tenía derecho a manifestar.

Y como colegas de generación, me gustan unos cuantos como Valle Galera , que habla también de la diversidad, o a Miss Beige, por ser todo lo contrario a mí. También, Juan Isaac Silva , por convertir la sordera en arte, y dar espacio a cómo se vive el mundo respecto a si se oye o no.

«Electros». Obra de la serie «Deleción»

Qué se trae ahora entre manos. Siempre ando metida en varias cosas a la vez, porque creo que es bueno poner huevos en diferentes cestas. Preparo una asociación de arte y discapacidad –espero que con sede física– donde los artistas tullidos tengamos un lugar y seamos nosotros los que dictemos las normas, porque en la sociedad nos pasamos la vida intentando adaptarnos a los demás. Ya es hora de que en algún momento los demás se adapten a nosotros con nuestras normas.

«Mis referentes son de lo más variado, desde las Venus prehistóricas, a las que recurro cuando siento que no encajo, a Lady Gaga, que al menos en sus inicios defendía la idea de ser un monstruo maravilloso»

En la diversidad funcional más activista se dice: «Nada sobre nosotros sin nosotros». Cuando se habla de arte y discapacidad, a menudo se relaciona todo esto con la arteterapia, cuando nosotros no estamos enfermos por el mero hecho de tener una diversidad: simplemente somos así. Se puede ver más de una asociación o fundación donde existen programas relacionados con el arte, pero de manera residual y dirigidos por personas que raramente conocen como nos sentimos, porque ellos son normativos.

Preparo también otro proyecto de artes escénicas y discapacidad junto con Tito Rubio-Iglesias en el cual queremos mover la frontera hoy en día impuesta entre lo que es o no diversidad funcional.

Y como digo más arriba, acabo de volver de Italia, donde he realizado una labor de investigación sobre accesibilidad en museos y centros culturales.

Imagen de la serie «No country for shod men» C. B.

Proyecto favorito hasta el momento. El proyecto del que más orgullosa estoy, y en el que sigo trabajando –despacio, pero sigo– es «Deleción». Busco los dos trozos de cromosoma 6 sin los que nací. Es algo donde se mezclan mis dos disciplinas artísticas favoritas: la «performance» y la fotografía.

«Galletitas». Obra de la serie «Deleción» C. B.

¿Por qué tenemos que confiar en ella? Creo que aporto una visión que en el mundo del arte apenas existe. Es más común ver referencias a la diversidad sexual en este ámbito que a la diversidad funcional. Existen artistas con discapacidad, pero, o bien han sido invisibilizados como tullidos o han sido otros los que les han dirigido, los que han llevado la voz cantante.

Mi faceta activista a la par que artistica, también es una de mis bazas, porque no solo me interesa crear, sino además comunicar. Creo que los no normativos debemos tener una actitud didáctica, porque somos nosotros los que tenemos que explicar cómo vivimos, y qué necesitamos para que podamos entendernos entre todos. Creo en el sentido del humor, en la sonrisa, en la mente abierta y en los no juicios: todos somos igual de diferentes.

«Ventanas». Obra de la serie «Deleción» C. B.

¿Dónde se ve de aquí a un año? Independizada, viviendo sola, trabajando en mi asociación y colaborando con diferentes instituciones para tender un puente entre el arte y la diversidad. Me imagino de una manera bastante polivalente, ejerciendo tareas de artista, comisaria y consultora de accesibilidad para instituciones culturales.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? He estado pensando esta pregunta y se me ocurren nombres de personas a las que ya se han entrevistado en esta sección, como pueden ser Álex Moltó o Valle Galera. Pero me gustaría conocer la visión del arte y la discapacidad de Juan Isaac Silva, a quien no conozco personalmente.

¿Cómo se definiría en un trazo?

Costa Badía en un trazo... C. B.
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