LA URRACA
Coronavirus: ¿un ensayo general de lo que nos espera?
Antes de interpretar es necesario saber qué es esta enfermedad, qué la ha producido
Leo las diversas interpretaciones que los pensadores más brillantes de nuestra época van haciendo acerca de la pandemia del coronavirus. El más tonto de todos, sin duda, es Zizek . Es tan tonto como solo puede serlo un hombre brillante, sofisticado, polémico. Byung Chul-Han nos advierte que el «éxito» en el control de la enfermedad por parte de los países asiáticos está en su sumisión y su obediencia al estado, que sientan un peligroso precedente en el mundo. También Harari advierte del peligro de que la pandemia se convierta en la excusa para un estado de control digital global. Otros hablan de capitalismo, de revolución, de biopolítica. Uno de los mejores artículos que leo es el de Juan Arnau , «La hora de los filósofos». En un magnífico artículo de Antonio Diéguez encuentro una referencia al terremoto de Lisboa de 1755. Y de esto, precisamente, me gustaría hablar.
El terremoto de Lisboa fue una catástrofe de tales proporciones que sacudió la conciencia europea y transformó el pensamiento religioso y político. Noventa mil personas murieron ese día en Lisboa, muchas de ellas congregadas en la iglesia para celebrar el día de Todos los Santos. La ciudad quedó destruida, y de pronto era imposible creer en el mundo bien ordenado de Descartes , en el «mejor de los mundos posibles» de Leibniz, en la presencia de un Dios racional. El joven Immanuel Kant , en cambio, en vez de plantearse estas cuestiones filosóficas o religiosas, se preguntó: ¿qué es un terremoto? ¿qué lo produce? El resultado de sus investigaciones creó las bases de la moderna sismología.
Interpretar es también una forma de negar el misterio. No todo puede interpretarse. Antes, es necesario saber qué es el coronavirus, qué lo ha producido, si la implantación de la tecnología 5G ha tenido algo que ver. Porque si esta pandemia se ha originado por ciertas cosas que estamos haciendo con el planeta y con nosotros mismos y las seguimos haciendo, entonces todo lo que estamos viviendo no es más que un ensayo general de lo que vendrá.