ARTE
Colección Claudio Engel, el sur como realidad
La Sala Alcalá 31, en Madrid, acoge los fondos del coleccionista Claudio Engel, todo un compendio del arte chileno de las últimas cuatro décadas
Estamos ante una ocasión única: la posibilidad de ver la más amplia muestra de arte de Chile que se haya presentado hasta ahora fuera del país de origen. La exposición reúne casi un centenar de piezas, datadas entre 1979 y 2018, las cuatro últimas décadas, lo que nos da un amplio panorama del arte contemporáneo chileno y de su profunda consistencia.
Todas ellas forman parte de la colección de la Fundación Engel , nombre de una familia chilena de origen alemán. La fundación tuvo sus inicios en 2015 y en estos momentos, según precisa su directora, María Píes Ortúzar, cuenta con unas 1.000 obras de artistas chilenos y con más de 160 de artistas de América Latina , una línea esta segunda que parece que se va a incrementar a partir de ahora. Es también importante señalar que la Fundación Engel ha asumido en 2019 el compromiso de construir y organizar un museo de arte en el Parque Bicentenario de Santiago de Chile .
Aquí en Madrid se han reunido casi un centenar de piezas de trece mujeres, veintiún hombres y tres colectivos, con todo tipo de técnicas y soportes: pinturas, esculturas, fotografías, instalaciones, vídeos, textiles y obras gráficas. Esa diversidad, que caracteriza también la intensa pluralidad de las líneas artísticas de cada propuesta, sería uno de los rasgos que el comisario de la muestra pretende situar en un primer plano de atención. Según señala, en un período histórico rebosante de nacionalismos, se recalcan «la diferencia cultural y la diversidad artística como puntos de excelencia y, paradójicamente, de unidad».
Avatares históricos
Este planteamiento es, ciertamente, relevante y sitúa nuestro acercamiento al arte de Chile en un plano de correspondencias con lo que se ha vivido allí desde 1970 a 1973, con el proceso de socialismo democrático bajo la presidencia de Salvador Allende , de 1973 a 1990, con el golpe de estado de Augusto Pinochet y su dictadura de casi 17 años de duración, y de esa última fecha hasta ahora, donde la vía democrática ha ido siguiendo distintos avatares hasta llegar a las muy recientes revueltas masivas de octubre de 2019.
A partir de la dictadura de Pinochet, en Chile se intentó reorganizar la sociedad con las propuestas neoliberales de los «Chicago Boys», un grupo de economistas que se formaron en la Universidad de Chicago. Y así, medidas como la privatización de industrias estatales, la supresión de barreras comerciales, y los recortes presupuestarios gubernamentales, que difícilmente se podían aplicar en el norte, en Estados Unidos, se fueron llevando a cabo en lo que se consideraba el gran «laboratorio» del sur, en Chile .
El título de la muestra: Gran Sur , nombre de una instalación de Fernando Prats que se presentó en la Bienal de Venecia de 2011 y que está entre las piezas reunidas; en ella se aludía al anuncio de una posible expedición al Polo Sur nunca realizada. El título adquiere así una tonalidad crítica , indicando cómo el espacio artístico y cultural chileno fluye desde una autoconsciencia de las dificultades que el dominio político y global del «norte», entendido como metáfora del capitalismo , pone en pie para el desarrollo de la libertad y de la democracia en el «sur», entendido también como metáfora en este caso de las naciones y sociedades oprimidas.
Todo ese trasfondo ético y político se despliega en un conjunto de obras de gran consistencia estética, con innovaciones de relevante alcance desde un punto de vista expresivo y conceptual. En ellas resulta decisivo el cruce de soportes diferentes en una síntesis multimedia que nos permite ver, apreciar más a fondo, el complejo horizonte de la vida humana en las últimas décadas. De norte a sur, y de sur a norte.