LIBROS
Clara Usón, en femenino y plural
Una actriz de destape en las postrimerías del franquismo protagoniza «El asesino tímido»
Toda una generación literaria de autores que pasan los cincuenta años, y se encuentran en plena madurez como narradores, está dando vida a diferentes formas de la escritura del yo , que nacen muchas de ellas (así ha ocurrido con Vilas , Sergio del Molino , David Trueba ) de la muerte del padre . Es un tema grande en la tradición judaica que en esta novela de Clara Usón coincide en su final con la pérdida de la madre .
Ninguno de los citados ha ideado una forma de introspección autobiográfica, sino que intentan ofrecer su autobiografía novelada (más que su novela autobiográfica), con la ambición de ser representativos: todos han tenido la ambición de mostrar la parte de su vida que relatan como si fuesen historias de una colectividad , llámese posguerra (para los padres) o Transición (para los hijos). Clara Usón , que en un determinado momento se da cuenta de que su novela está compuesta de varios hilos disjuntos, acude a la poética cervantina de la escritura desatada para justificar los planos de que consta el libro. Así como su anterior novela, «Valor», si adolecía de tal necesidad, este libro suyo último me parece que no la tiene, porque ha sabido urdir una buena trama desde esa dificultad estructural, que en su caso versa sobre el sentimiento de la nada , de la autoconciencia de la anulación, de no haber sido más o haber tenido dificultades para lograr ser quienes los demás querían que fuese.
Anular la propioa voluntad
En el caso de Clara Usón es muy importante, decisivo, que la protagonista, una actriz de destape real en la España del fin del franquismo, llamada Sandra Mozarovski, también la narradora y la autora, sean mujeres. La cuestión femenina es una de las líneas de flotación de la novela, como lo había sido una con la que se encuentra emparentada: « Daniela Astor y la caja negra » de Marta Sanz . La clave podría encontrase en el vínculo entre el suicidio (el asesino tímido del título remite a una frase de Pavese sobre los suicidas ) y la nada al que primero una chica italiana de la región de la Basilicata se ve impelida por amor a su novio, anulando su propia voluntad.
Luego esa Sandra Mozarovski lista, valiente, y tenaz a la que su extremada belleza no dejó que otros vieran sus cualidades, o la necesidad de una hija de abrirse camino cuando sus padres desearon y sobre todo apreciaron a los hermanos varones. Clara Usón demuestra que es buena escritora, una de las mejores. Reflexión, atrevidos planos narrativos con simulacros de identidad diegética, enriquecen mucho el resultado y dejan en un segundo lugar el morbo de la relación de su protagonista con personajes reales.