ARTE
Clara Sánchez Sala: «Hacer arte tiene algo de alquimia»
La alicantina utiliza elementos de la literatura, la tecnología y la ciencia para transformarlos en arte. La artista debutará en ARCO de la mano de la galería ATM, que también se estrena en la feria
Desde un punto de vista poético, la artista de alicantina Clara Sánchez Sala une sus vínculos literarios con el antiguo procedimiento fotográfico de la cianotipia, que da como resultado el color azul que está presente en la mayoría de sus obras. Es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Castilla-La Mancha y Máster en Investigación en Arte y Creación de la Complutense. Su visión e intuición le ha permitido ser artista de la galería ATM de Gijón , en Asturias, realizar exhibiciones individuales y colectivas, así como residencias en Portugal y, próximamente, en México. El año pasado fue reconocida en la cuarta edición de Drawing Room Madrid con los premios Coleccionar Kells College y el Colección Navacerrada.
¿Cómo empezó su carrera?
Siempre he tomado decisiones en la vida que me han permitido hacer arte, pensar en proyectos, piezas y oportunidades que me facilitaran realizar este trabajo. Mi formación fue muy intuitiva, yo parto mucho de intuiciones, y creo que la mejor manera de explicar lo que siento y contar cosas que me atraen es de esa forma. El arte es mi representación y como más cómoda me siento. Yo estudié mi carrera en Cuenca y luego me trasladé a Madrid, hice el Máster en Investigación en Arte y Creación en la Universidad Complutense de Madrid. Así empezó todo.
¿Cuáles son los temas fundamentales en su obra?
Están en expansión, no soy un artista que trate un solo tema, tengo varios y esos se van agrandando. Suelo coger títulos de la literatura porque para mí leer es una fuente para plantear proyectos. Últimamente he hecho muchos proyectos sobre mi área de trabajo, sobre mi estudio, pero también sobre el tiempo y la técnica de la cianotipia, que es una fórmula de fotografía primitiva.
¿Cómo incluye esta técnica en su trabajo?
Con dos químicos, citrato de amonio, hierro y ferricianuro de potasio, que, al mezclarlos con agua destilada, dan pie a una solución verdosa que es fotosensible. Si pones ese líquido en contacto con un papel o madera, algo que tiene que ser poroso, se fotosensibiliza y funciona por contacto. Por ejemplo, pongo una planta, mi mano o piedras y, al ser expuestos a la luz solar, se fija una imagen que se revela con agua porque es sensible a los rayos UVA.
¿Por qué combina la técnica de la cianotipia y la tecnología con la literatura?
Estos tres ámbitos son muy cercanos a mi vida personal, y siempre parto de cosas que me sean familiares y con las que me sienta bien. Siempre me sorprendo después de que las muestro al público porque encuentro cosas nuevas y nuevos significados que no conocía y me abren más caminos. Hablando de la literatura, siempre me ha gustado leer, y los libros siempre han estado presentes en mi contexto desde que era niña y mi madre me sacó el carnet de la biblioteca pública de Alicante.
Trabaja con objetos y utiliza libros como parte de sus obras, ¿cómo los elige?
Me gustan los libros. Hablando de mis piezas, no son importantes los títulos de los que utilizo. Creo que los objetos están cargados de mucho significado. Hay historias y hay cosas que son muy relevantes y que van a marcar el significado de la pieza que estás creando.
El libro es usado también como material?
Una de las cosas que más me gustan del arte es que es capaz de convertir un libro cualquiera en algo muy valioso, si ya de por sí los libros ya lo son. Es como la alquimia, que transforma una piedra en oro. Creo que los buenos proyectos tienen mucho de eso; son algo en lo que tú te fijas y a lo que dotas de valor porque tú como artista pones en un contexto determinado y «haces magia», un poco de alquimia.
¿Y qué supone hacer arte con otro tipo de materiales?
Mis piezas están hechas para crear diálogos con los espectadores y es lo más bonito que puede pasar porque crea nuevas lecturas. Eso me ayuda a seguir trabajando.
El color azul es una constante en su obra. ¿Por qué ese color?
Uso mucho el azul. A lo mejor tiene que ver con que nací en una ciudad de mucho azul, por el mar y la luz. Siempre utilizo los colores más brillantes y quizá el azul me ha marcado.
Sánchez Sala apuesta por el trabajo en galería
Sánchez Sala forma parte de la lista de artistas de la galería ATM y opina que la relación con esta debe basarse en un trabajo de retroalimentación. «El galerista cuida de mi producción y a mí me interesa que crezca e incorpore cosas interesantes», sentencia.
La creadora explica que este año tiene dos proyectos en camino, entre ellos, una residencia en la Ciudad de México en la Fundación Marso. «Tuve el placer de conocer a Sofía Mariscal, su responsable. Ella sigue mi trabajo y me ofreció hacer una residencia allí, que cuenta con una parte de producción y otra de exposición, ya en agosto».Con respecto a su participación en ARCOmadrid , Sánchez Sala mencionó que hará un proyecto en conjunto con el artista chileno Adolfo Bimer . «Hemos estado trabajando y estoy ilusionada».