FOTOGRAFÍA
En la ciudad ensimismada de Moriyama
Daido Moriyama, Premio Hasselblad y figura fundamental de la foto actual, introduce su universo urbano en FotoColectania
La exposición de Daido Moriyama (Osaka, 1938), que se retoma en la Fundación Foto Colectania , en colaboración con la Fundación Hasselblad y la del Banco Sabadell , demuestra la flexibilidad del autor para reflejar la vida y caos de la ciudad.
Una flexibilidad que deja presente la necesidad de un trabajo en equipo, sin que eso suponga que se pierda la genialidad del autor, algo que se aprecia tanto en la experiencia del visitante en sala como en el cuidado catálogo que, más que reunir las imágenes de la muestra, nos presenta un recorrido paralelo; más amplio y, por supuesto, adaptado al formato libro de una forma magistral, jugando con la imagen y recortándola para crear unas relaciones y diálogos que nos llevan a la esencia del mundo Moriyama.
Mejor, un buen método
¿Y cuál es esta esencia? La convulsa vida diaria de las grandes ciudades a través de la fotografía como elemento de liberación, más que como encapsulamiento o encuadre de un momento. Para el japonés, lo importante es el método creativo más que la perfección técnica , proponiendo paseos por el imaginario creado como si de un trayecto inmersivo por una dimensión de ensueño y casi de pesadilla se tratara. La ciudad se desdibuja en sus imágenes como un ente que acelera los momentos.
Moriyama, uno de los autores más influyentes de Japón, fue galardonado en 2019 con el prestigioso Premio Hasselblad , que hace posible esta exposición comisariada por Louise Wolthers y Sara Walker , que se mostró por primera vez en Gotemburgo. Destaca de su trabajo la libertad de lecturas que propone. En sala, estas se alejan de la disposición temática y cronológica para crear un recorrido aleatorio que deja constantemente al visitante inmerso en la vorágine de la imagen en blanco y negro . Esta tan solo se rompe en cuidadas ocasiones en las que el color irrumpe para resituarnos en el espacio y tiempo. Los formatos danzan también con las imágenes, creando unos juegos de coincidencias y perspectivas espaciales a través de inmensas fotografías que se alternan con copias cuidadas en tamaños más asequibles y puristas.
A la experiencia en Foto Colectania se suman fondos bibliográficos privados. Se muestra de esta forma también al Moriyama de los libros. Aquel que destaca por la cuidada edición de sus propuestas , expuestas en la biblioteca, así como en un panel dedicado a su publicación más fanzinera : ejemplares de revistas Record , procedentes de la colección de Víctor Poll . Libros como Bye bye Photograpy , Dear , con una primera edición de 1972 de los fondos de la Editorial RM, así como otros ejemplares tan interesantes como difíciles de localizar, de los que uno se queda con ganas de poder descubrir por dentro.
Esta es una exposición de las imprescindibles de la temporada . Además de homenajear las cinco décadas de una autor indiscutiblemente clave para la fotografía internacional, permite reflexionar sobre la flexibilidad de la autoría, la adecuación de una obra a un espacio y, sobre todo, la construcción de un discurso coral entre el artista y los agentes implicados , como son las comisarias y los equipos de las fundaciones, que han realizado una labor de mimo y comprensión de su discurso vital.