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Una canción diabólica que no puedes dejar de tararear
Taylor Jenkins Reid da vida a una historia sentimental con ritmo de «grandes éxitos» en «Todos quieren a Daisy Jones», que ya ha sido adaptada a serie de TV
Daisy Jones es el nombre de la hermosa y turbulenta compositora/cantante y «The Six» es el nombre de una banda que bien podría llamarse «The Guilty Pleasures». Porque eso, y así debe ser entendido y disfrutado, es esta «Todos quieren a Daisy Jones»: como el más delicioso y un tanto vergonzante de los placeres culposos , como esa canción diabólica y cerebralmente calculada pero en verdad muy romántica que no puedes dejar de tararear sin poder comprender del todo por qué te gusta tanto y cómo harás por fin para quitártela de tu mente.
Y parte del atractivo pasa por el formato escogido por Taylor Jenkins Reid para contar y cantar lo suyo. Esa estructura oral/coral y ventrilocua ya utilizada en su momento por Faulkner o Thornton Wilder o Dylan Thomas y más recientemente por George Saunders; pero aquí sin pretensiones de gran literatura sino de excelso divertimento. Así, Reid seguramente estudió con atención las magistrales biografías multi-vocales ensambladas por George Plimpton y Jean Stein (la de Edie Sedgwick, la de Capote o la de la clase altísima y maldita de Los Angeles) pero también aquella maravilla novelada que es la falsa pero incuestionable «Mejor productor», de James Robert Baker. Esta verosímil vida de falsa cuyo verdadero gran mérito es la reivindicación de los 70. Años siempre tan poco ventajosamente ubicados entre los fundacionales 60 y los transformadores 80 en lo que hace a la cultura rock y víctimas de una desconsideración más que injusta.
La música permanece
Pero, por encima de todo y de todos, lo que le interesa a Reid y lo que de verdad hace interesante esta novela es ese monumento súper-ventas al pop divorcista que es «Rumours» de Fleetwood Mac (1977): hito monolítico pero delicado de la más grande banda-culebrón sentimental de la historia y casi un «reality-show» de vinilo.
Y, sí, en la volátil pero triunfal química entre Daisy Jones y Billy Dunne, líder y guitarrista de «The Six», abundan los clichés y los lugares comunes de la flora y fauna roquera . Todos inevitables «greatest hits» aquí remixados un poco demasiado «soft». Pero esto no es culpa de Reid o de sus personajes porque (no está de más apuntar que el ascenso de la empoderada Daisy Jones y la impotente caída de «The Six» está siendo adaptada a serie para Amazon Prime), toda la involuntariamente paródica y parodiable mítica/mística del rock está apoyada sobre pocas constantes muy vitales.
La historia, que recuerda una canción de Fleetwood Mac, es excelso divertimento
De ahí y así hasta alcanzar ese definitivo y último «encore» de la separación y vete por tu lado sin dejar de pensar en el mañana pero mirando atrás. Si hay suerte, entonces, la música permanece y -si se tienen un cuenta las múltiples e interminables reconfiguraciones de Fleetwood Mac- siempre quedará tiempo y espacio para la bien remunerada y nostálgica reunión con «tour» conmemorativo. Y Reid añade (al final, luego de un sorpresivo y un tanto sensiblero y desafinado «twist» formal) las letras de las canciones de Jones & Dunne para ese supuesto insuperable y perfecto LP llamado 174Aurora». Y -¿será esto adrede?- son bastante banales y previsibles. Pero -a la luz y volumen de lo que aquí se lee- poco y nada cuesta pensar e imaginar que su música es buenísima e inolvidable, aunque no desees otra cosa que olvidarla ya, por favor, ¿sí?