LIBROS
«El bróker»: La bajeza de las altas finanzas
El autor de la exitosa «Celda 211», Francisco Pérez Gandul, vuelve a la novela con una historia tan trepidante como sólida y actual
Tras una larga y fructífera trayectoria en el mundo del periodismo, en el que hoy continúa como articulista, Francisco Pérez Gandul (Sevilla, 1956) dio la campanada en 2004 con la novela «Celda 211», que no solamente alcanzó una magnífica acogida entre lectores y crítica, sino que dio pie algunos años después a una película de título homónimo no menos exitosa. El filme, dirigido por Daniel Monzón , se alzó con numerosos premios -entre ellos varios Goya-, y consiguió convertirse en una de las cintas más taquilleras de nuestro cine. Más de una década ha transcurrido desde que se publicó «Celda 211» y su autor ha pasado, según propia confesión, por diferentes vicisitudes . Pero la espera ha merecido la pena y su nueva novela, «El bróker», demuestra que el acierto de «Celda 211» no fue casual.
Si en el ambiente carcelario, en medio de un violento motín , se movían sus criaturas, con el preso Malamadre a la cabeza -interpretado en el filme por un impresionante Luis Tosar-, ahora Pérez Gandul nos sumerge en el ámbito de las altas finanzas, visto en su turbiedad y corrupción , y poblado de personajes sin escrúpulos y de desmedidas ambiciones que no se detienen ante nada. Ni siquiera ante el asesinato. Porque, como reza la cita de Schopenhauer que encabeza la obra, «la riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da».
Chatarra ética
No estamos en Wall Street ni en la City londinense, sino en la Sevilla de nuestros días , con la planta 34 de la Torre Pelli como epicentro. Allí se ubica Alfakhar & Asociados, donde la «desaparición» de una millonaria cantidad provoca la alarma. ¿Quién es el culpable? ¿Alguien de dentro de la propia firma? Y, para complicar la situación, poco después aparece el cadáver de uno de los socios de la compañía que por sorpresa se había ido a un viaje de placer a Cancún.
Junto a una intriga perfectamente dosificada , Francisco Pérez Gandul traza una galería de personajes que no les van a la zaga a los creados en «Celda 211». Así, Bruno Silva, destacado miembro de Alfakhar & Asociados, a quien le gusta vestir con marcas caras y parece pensar que solo el dinero es lo que mueve a todos . Muy significativa es la razón por la que elige a su secretaria entre muchas candidatas: la seleccionada le dijo que quería el puesto porque pagaban muy bien. O, entre otros, el muy singular Wie López, un chino-español de vida compleja. El estilo de Pérez Gandul es directo, de una gran eficacia, con las descripciones justas, sin rellenos superfluos, y un fresco manejo del diálogo . El escritor sevillano ha declarado que le guía el no aburrir. Consigue esto y más en este viaje a un universo donde su apariencia deslumbrante esconde mucha chatarra ética.