LIBROS
Ana Blandiana y una miga de pan
Con sílabas de pensamiento y versos serenos en su gran tensión emocional compone Blandiana su poesía
Los dos libros que ahora se traducen –editados en 2000 y 2004, respectivamente– fueron escritos durante los años de mayor activismo cívico de su autora , y se sitúan entre «La arquitectura de las olas» -el último escrito durante la dictadura de Ceaucescu y el primero que no tuvo que sufrir el lápiz rojo de la censura– y « Mi patria A4 », publicado en 2010. Ana Blandiana (1942), a quien, junto a su marido, el escritor Romulus Rusan , se debe la creación del Memorial de las Víctimas del Comunismo , considera la poesía «una secuencia de visiones» y no «una serie de acontecimientos». Y la suya –como indica Viorica Patea – «posee limpidez reflexiva, concisión aforística y profundidad filosófica».
Como Unamuno –con el que se la podría emparentar–, la de Blandiana es una meditación sobre el sentimiento trágico de la vida, la angustia metafísica y el vacío existencial , rasgos distintivos de nuestro tiempo. Poesía, pues, contemporánea, más que moderna, que no cesa de indagar en los límites del lenguaje, del yo y de la realidad, y que levanta acta de su –y nuestra– ineficiencia.
Daliniana liquidez
«Balanceo» resume muy bien esta sístole y diástole de nuestro existir, que el espejo –uno de sus motivos– devuelve en sus imágenes: como también lo hace esta otra, del tiempo, presentado en su daliniana liquidez («fluyo sobre el mar / hasta que dejo de verme»). La crisis de la propia identidad impregna toda esta parte de su obra («¡Siento un ansia terrible / de mí misma!»). Lo que no le impide una mirada piadosa y tierna, como en «De visita».
La vivencia religiosa informa las bases de su mundo y, aunque expresa sus dudas («Deambulo por el cuerpo de un dios / sin saber si existe»), muchos de sus poemas son plegarias, y tiene un sentido muy claro de lo que representa y es el sacrificio. Sabe que « nada de cuanto nos rodea / es más sencillo que nosotros y que sólo el miedo / es puro, aunque, tal vez, en vano».
Con una enorme capacidad visual para abstraer momentos concretos , alcanza su cima cuando –como en «A plazos»– focaliza una miga de pan y, a partir de ella, poetiza nuestra condición de fragmentos, hambrientos de totalidad. «Lo peor –dice– deja arena en los dientes, / lo mejor fermenta rimas agrias». De ahí que busque una instancia de discurso, equidistante tanto del grito como del silencio , y que alguna de sus composiciones –pienso en «Plaza Buzesti»– parezcan contener escenas del mejor Murillo .
«El sol del más allá / El reflujo de los sentidos». Ana Blandiana
Trad. de Viorica Patea y Natalia Carbajosa. Pre-Textos, 2016. 22 euros