ARTE
Begoña Deltell: «No entiendo el arte como un producto sino como una transmisión de ideas»
La galerista alicantina habla sobre la situación del arte tras la pandemia y la gestión de las dos sedes de su firma: la originaria en la Comunidad Valenciana y la recientemente inaugurada en Madrid
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La galería Aural de Begoña Martínez Deltell cumple 20 años de vida y ha celebrado hasta hace pocos días este aniversario con la exposición '20 años, 20 artistas'. Ahora prepara su participación en ARCO, donde recalará con obras de Fernando Sinaga, Concha Jerez o Javier Vallhonrat y sus propuestas ecologistas. También los artistas más jóvenes de su nómina como Mirjam Kroker tendrán un espacio en Ifema. Aquí, habla con ABC Cultural sobre sus comienzos, sobre el mundo del arte y las temáticas que le motivan.
¿Por qué hay una sede de Aural en Madrid? ¿Qué les llevó a abrir en la capital? ¿Tienen más clientes en Alicante o Madrid?
Tenemos más clientes en Madrid que en Alicante. Lo cual es bueno, porque ese fue uno de los motivos por el que nos trasladamos a Madrid. Madrid es una de las capitales europeas del arte, donde se encuentran más proyectos y hay más actividad artística. Teníamos la necesidad de que nuestros artistas tuvieran contacto con una ciudad artísticamente viva y que ellos pudiesen llegar a más clientes internacionales. Aun así tenemos tanto proyectos paralelos como simultáneos. Actualmente hemos cumplido 20 años de existencia y tenemos proyectos en común entre las dos sedes de Aural.
¿Dónde y cómo encuentra a sus artistas?
Por el camino. Yo estudié Bellas Artes y al principio me encantó colaborar con artistas a los que había admirado desde siempre. Suelo ser yo quien los busca y me pongo en contacto con ellos, y si han estado interesados hemos trabajado juntos. Tampoco me cierro a que me presenten proyectos o en generar sinergias y colaboraciones con otras galerías con las que en ocasiones hemos puesto sobre la mesa proyectos en común.
¿Existe algún nexo común entre los creadores con los que trabaja?
Los artistas que trabajan con Aural están relacionados con la vida. Son artistas conceptuales flexibles, es decir, están sujetos a políticas muy personales, vitales, donde lo explícito no tiene cabida. Lo alegórico, lo metafórico, lo críptico les define y su cuestionamiento del propio arte y entender este como vehículo de transmisión de conocimiento es el punto en común que tienen todos ellos.
¿Cómo son las relaciones de los galeristas con los artistas? ¿Es importante la procedencia del galerista?
Sí. Cada galerista tiene un perfil muy distinto, hay quienes provienen del mundo de la empresa, los que han heredado su galería o incluso abogados. Yo estudié en la Politécnica de Valencia en los años 80 y tengo la sensación de que los pocos galeristas que provenimos de las Bellas Artes empatizamos más con nuestros artistas porque entendemos sus necesidades y sus preocupaciones.
¿Cómo ha evolucionado la profesión de galerista frente a las nuevas tecnologías? ¿Venden arte online?
En cuanto a las ventas, nosotros apenas vendemos online, pero es porque creemos que nuestro arte se tiene que presenciar, el arte es objetual. El mercado online no ha dado los resultados esperados porque pensamos que la vivencia a la hora de comprar arte es imprescindible. Las obras han de ser habitadas, por lo tanto, es importante ver la instalación in situ. En Aural creemos que el espacio es esencial, porque un proyecto sin su galería, es decir, sin el espacio con el que fue concebido, queda incompleto. No es lo mismo un proyecto en Alicante que en Madrid, cambia el entorno, la ciudad… eso afecta a la obra. En otros aspectos que no tienen tanto que ver con la compra-venta sí hemos intentado tener más presencia online a través de redes como Instagram, que es una gran herramienta en el mundo del arte. También con otras plataformas, algunas de visionado 3D, que permite a los artistas y a nosotros acercarnos más al mundo del vídeo.
¿El proceso de vacunación ha mejorado la situación de su galería?
Claro. La vacunación afecta al mundo del arte porque facilita la movilidad tanto nacional como internacional. El pasaporte covid y demás medidas aumentan las posibilidades de negocio y favorece a el contacto entre coleccionistas, comisarios, directores de museo que, al moverse de nuevo, reactivan proyectos que las galerías teníamos aparcados por la pandemia.
¿Qué papel juegan ferias como ARCO en el mundo del arte?
Tienen que ver mucho con la visibilización y la promoción de las galerías, generan interés y traen visitantes y clientes que nos conocen, que a pesar de entender que no es el mismo entorno, pueden ver una obra que de otra forma les habría sido más difícil, o también clientes completamente nuevos. Las ferias de arte como ARCO, son esenciales para hacer contactos y para dar a conocer los nuevos proyectos de un artista. En ferias internacionales hay muchísimos ojeadores y pueden interesarles un nombre para un museo. Desde luego, las ferias son fundamentales para ellos principalmente los artistas, porque son momentos donde pueden impulsar sus carreras hacia el estrellato.
¿Cómo entienden desde Aural el arte?
No entiendo el arte como un producto sino como una transmisión de ideas, por eso me posiciono con ese tipo de artista pensador, que se plantea el mundo que le rodea y se hace preguntas. Los artistas con los que trabajo, generalmente, son intelectuales que escriben sobre sus reflexiones, y que interaccionan con otras ramas del pensamiento.
