HOMENAJE A LUIS EDUARDO AUTE
«Autemoción»
«En una sola canción de Aute está dicho todo» señala el poeta Fernando Beltrán en estas entradas a modo de singular diccionario sobre un nuevo término: «autemoción»
1. Estado emocional autoimpuesto cuando uno elige a primera hora de la tarde, o a cualquier otra hora o recaída del día, poner como música y abrigo de fondo una canción de Luis Eduardo Aute.
2. Conciencia tardía de la temeridad cometida al haber decidido, en pleno escalofrío existencial, escuchar la intemperie más incurable de todas.
3. Sensibilidad artística de ciertas mentes y latidos privilegiados que tienen como principal virtud la de expresarse con sencillez, sugerir con hondura, acariciar con agallas y arropar con abismos.
4. Modo con que nombrar la sensación de que en una sola canción de Aute está dicho todo, quejado todo, amado todo. Perdonado todo, también, como sólo son capaces de hacer los sanos, los gravemente ilesos, los imprescindibles.
5. Categoría de fuego cómplice y amigo que avivan siempre en nosotros los rebeldes, los más inspirados, los que, con su luz, su genio, su trampolín, existen sólo para hacernos el camino más fácil, la rendición más difícil.
6. Dicho de un ser, fenómeno o criatura mitológica -mitad poemiga, mitad giraluna- absolutamente irrepetible, capaz de aunar trance espiritual y sacudida física en una sola y simple fórmula química: amar, amar, amar.
7. Himno generacional que acostumbra a cantarse a coro en toda clase de celebraciones de la memoria, aquelarres del olvido y otra larga serie de bellezas y vértigos de la melancolía . O educación sentimental de cada uno.
8. En música, y por extensión, en cualquier arte o disciplina, auténticos solos de trompeta que suelen agitarnos por sorpresa al alba, o abrigarnos de pronto, en sobremesas como ésta, y más o menos siempre a eso de las cuatro y diez, al elegir su compañía .