FOTOGRAFÍA

August Sander, espejo de una época

La mayor exposición dedicada en España a la foto «antropológica» de Sander llega al Círculo de Bellas Artes tras su paso por Barcelona

«Chica en caravana de feria» (1926-32) y «Leñador» (1931)

José Jiménez

Una excelente exposición del gran fotógrafo alemán August Sander (1876-1964), la más amplia de su obra presentada en España, llega a Madrid después de su paso por La Virreina de Barcelona. La muestra reúne 187 fotos de las series «Gente del siglo XX» y «Estudios: el ser humano», además de un conjunto de cartas manuscritas, de carpetas elaboradas de época y de materiales bibliográficos.

La serie «Gente del siglo XX» , un proyecto que Sander desarrolló de 1892 a 1954, consta de 619 fotos ordenadas en siete capítulos: «El campesino», «El artesano», «La mujer», «Las categorías socio-profesionales», «Los artistas», «La gran ciudad» y «Los últimos de los hombres», este último, centrado en la edad, la enfermedad y la muerte, todo ello distribuido en 45 carpetas. En las imágenes, siempre en blanco y negro, aparecen 1.461 retratados , de los que el 60 por ciento son hombres y el 40, mujeres.

Verdades absolutas

En una carta de 1925, tras señalar que pertenecía al «grupo de los artistas progresistas», muy activo en la República de Weimar , Sander indicaba: «La fotografía pura nos permite crear retratos que reproducen a los sujetos con una verdad absoluta, tanto física como psicológica. He partido de este principio, tras decirme que, si podemos crear retratos de sujetos que sean verdaderos, crearemos al tiempo un espejo de la época en que viven esos sujetos».

Lo que Sander despliega es una indagación visual, una puesta en imágenes sobre la situación de los seres humanos en una época de Alemania cambiante, convulsa, en la que él busca pasar del artificio o el embellecimiento fotográfico a la representación de la verdad de la condición humana. Así lo expresó: «Déjenme decir sinceramente la verdad sobre nuestra época y sus hombres» .

La otra serie, «Estudios», también en blanco y negro, tiene plena continuidad con la anterior, aunque va más al detalle de gesticulaciones, miradas y posturas .

Las fotos de Sander se fueron presentando públicamente en Alemania a partir de 1927. En 1929 publicó un libro, Rostro del tiempo, que incluía un prólogo del escritor Alfred Döblin , autor de Berlin Alexanderplatz , en el que este indica que lo mismo que existe la «anatomía comparada», Sander practicaría «una foto comparada», ganando con ello «un punto de mira científico que está por encima del que es propio del fotógrafo de detalle». En 1931, en su Pequeña historia de la fotografía, Benjamin también mostró su interés por la obra de Sander, sobre la que decía: «Es más que un libro de fotografías: es un atlas que ejercita».

Sin embargo, con el nazismo, el eco de su trabajo se fue debilitando . En 1934 confiscaron sus obras y destruyeron los negativos originales. Después, mucho tiempo de silencio que poco a poco, en las últimas décadas, ha ido dando paso a un pleno reconocimiento internacional.

La obra de Sander es, en síntesis, un tipo de fotografía documentalista que va más allá del documento. Es un espejo de una época , de una etapa del tiempo en un espacio cultural concreto, Alemania; un proceso articulado para fijar los espacios de la vida, la condición humana: quiénes somos, dónde estamos. En definitiva, la fotografía como soporte del conocimiento antropológico.

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