ARTE
«Apertura»: tiempo de abrirse a los públicos del arte
Desde el jueves, 50 galerías de Madrid celebran una nueva edición de «Apertura», la inauguración conjunta de sus expos para recibir la temporada. Cuatro nuevas firmas se unen a la fiesta: Silvestre, PuxaGallery, Kow y Lucía Mendoza. Con ellas charlamos sobre el sector

Desde el jueves y durante el fin de semana, las galerías de la asociación Artemadrid (las más importantes de la capital) celebran «Apertura», su ya institucionalizada y festiva inauguración conjunta para recibir la temporada. Este año, se estrenan en estas lides cuatro firmas, las últimas incorporaciones al colectivo : Silvestre (Vanessa H. Sánchez y Pep Clúa), Puxagallery (Nuria Misert y Ángel Antonio Rodríguez), la recién llegada Kow (Christian Domínguez) y Lucía Mendoza. Convocamos a sus propietarios para felicitarles y tomarle el pulso al sector .
¿Por qué es importante que las galerías se asocien?
Christian Domínguez : Yo tengo una respuesta y viene de Alemania. Por haber nacido allí tengo un sentido de la comunidad muy grande. Y aunque la gente luego se deteste, los alemanes se coordinan muy bien. Si cooperamos, se pueden hacer grandes cosas juntos.
Vanessa H. Sánchez : Es una cuestión de sinergias, de que los grandes pueden ayudar a los pequeños que entramos, mientras nosotros aportamos aire fresco y nuevos modos.
Nuria Misert : Asociarse da fuerza al sector. Te profesionaliza y te ofrece como comunidad. Todos tenemos preocupaciones comunes que merecen respuestas conjuntas. A ello se une que la asociación nos visibiliza de manera importante. En un momento en el que las visitas a las galerías han bajado considerablemente, es muy difícil hacer llegar tu programa. Eventos como «Apertura» tienen un alcance brutal.
Pep Clúa : Una asociación al final surge de una necesidad, de visibilizar problemas, dudas, de poner en comunidad problemas y necesidades. Políticamente, se lucha mejor.
Lucía Mendoza : Hablando claro: formar parte de Artemadrid da prestigio. La asociación es una selección de las mejores galerías de la ciudad. No pretendo ser soberbia con esto, pero lo cierto es que «las que son» están y eso ayuda de cara a presentarse a una feria, a montar un proyecto, a acercarte a un artista o un comisario...
Verbalicemos esas necesidades que tiene una galería y que mencionaron de pasada.
V. H. S .: Toda galería siempre tiene la necesidad de internacionalizarse.
C. D .: Las fuerzas vivas del sector, en España, no se han coordinado nunca de verdad. Han caminado fragmentadas, cada una tirando para su lado. Tuvimos una pequeña oportunidad de generar cierta imagen internacional a finales de los noventa, como los mexicanos, pero no supimos aprovecharla.
V. H. S .: De momento, el terreno nos lo está ganando Lisboa. Las ventajas fiscales a las grandes empresas en Portugal nos dejan muy lejos competitivamente. Y mientras no ahondemos en la ley de mecenazgo, el IVA reducido, que son otros de los problemas de las galerías, no tenemos nada que hacer.
L. M .: La asociación nos sirve para defender de forma colectiva nuestros intereses. Ofrece un interlocutor unido frente a Ministerio, Comunidad Autónoma o Ayuntamiento.
Mucho se habla de modelo en crisis. ¿Por qué montaron ustedes sus respectivas galerías?
P. C .: Porque el arte es como una droga, es una manera de conocimiento, de relacionarse de otra manera con la vida... Nos creímos todo eso y nos lo seguimos creyendo.
L. M .: En mi caso, es algo vocacional. Aún recuerdo la primera vez que desembalé un cuadro; era de Canogar. Me quedé extasiada. Y sentí la necesidad de que los demás vivieran la experiencia que yo había experimentado. Aún se me ponen los pelos de punta.
P. C .: Eso lo puedes conseguir llevándoles a un museo...
L. M .: Pero como galerista yo elijo que artistas les muestro. Artistas que además me hacen pensar, que me descubren mundos, que me proyectan hacia adelante... Si hay algo que me guste más es acudir al estudio de un creador.
Como nueva generación, ¿qué aportan ustedes al modelo?
L. M .: Nosotros somos una generación de «tránsito» entre lo que era la galería y lo que va a ser. Ésta dejó de ser lo que era pero no sabemos en qué se va a convertir. Somos lo suficientemente jóvenes y «digitales» para asumir cambios, y con experiencia para controlar el modelo.
V. H. S. : Nosotros hemos aprendido a trabajar de serie con pocos recursos, hemos asumido que el sistema es precario. Y no se te caen los anillos por hacer determinada gestión. Somos dinámicos.
C. D .: Mientras trabajaba en el Ministerio de Asuntos Exteriores como responsable de arte contemporáneo me di cuenta del hecho de que surja una generación relevante de artistas en un lugar y un contexto es complicado. Aquí hemos vivido 40 años de franquismo que nos fracturó. No hay una cultura de gente pudiente que ame el arte y se apasione con él. Por eso yo estoy por los jóvenes. Los coleccionistas jóvenes son el presente y el futuro. Y nosotros tenemos que ser sus formadores. Es nuestro papel.
N. M .: Creo en la galería, en el modelo, en su existencia. Es el lugar al que el artista trae sus últimas investigaciones, en el que muestra su obra, y a ellas llega el público de forma gratuita, porque no cobramos entrada, para comprar pero también para aprender. Nuestra labor es volver a convertirlas en referentes.
Les hago esta pregunta porque me la hicieron a mí, artistas, hace pocos días, unos con la mayor inocencia del mundo, y otros con la mayor maldad posible: ¿Son necesarias las galerías?
Todos : ¡Absolutamente!
L. M .: A no ser que quieran arriesgarse a exponer al arbitrio de los museos y las veces que te toque en toda una vida.
N. M .: Incluso pueden optar por hacer ferias por su cuenta, pero la experiencia del visitante no tiene nada que ver. Aquello es un batiburrillo, con mucho ruido, poco espacio para desarrollar un discurso...
P. C .: En mi opinión, en Madrid los artistas están trabajando como nunca desde hace unos quince años, y no hay salida para el trabajo de todos ellos. Creo incluso que faltan galerías. Si la ciudad quiere desarrollar músculo artístico, necesita más.
V. H. S .: Yo también doy clases, formo a artistas, y ellos tienen una mirada negativa de la galería. Solo piensan en ellas en términos económicos y como depredadores. Esto no puede ser. No puede ser que algunos de mis alumnos lleven cinco años trabajando y no hayan entrado nunca en una.
L. M .: Cualquier artista que quiera tener una carrera internacional necesita una galería. Tú puedes colar un cuadro en una exposición en un lugar remoto. Pero si quieres mostrar tu obra de forma rigurosa, con garantías, documentada, necesitas de un pulmón económico para hacerlo. Y convertirte en gestor, no sólo en productor.
C. D .: La galería introduce orden en un sistema que ya de por sí es caótico. Cuanto mejor funciona una galería mejor funciona el arte en un país.
¿Pero hay mercado?
L. M .: En España hay dinero, pero se está gastando fuera.
C. D .: Cualquiera te puede decir que hay muchísimo dinero, pero la aproximación de esas personas al arte es inexistente. Nadie les enseñó a amarlo.
V. H. S .: Pues yo tengo la sensación de que, cuando hacemos una feria, todos los galeristas somos conscientes de los coleccionistas que entran. Los conocemos por nombre y apellido.
L. M .: Yo discrepo. Creo que en los cuatro años que llevo abierta no ha habido feria en la que no haya conocido a un nuevo coleccionista, muy bueno y nacional. Gente entre 35 y 45 años con un montón de dinero, con profesiones nuevas. ¿Que no son coleccionistas para ti? Son compradores. Y así empieza cualquier coleccionista. No sistematizas hasta más tarde. ¿Cuántas veces no nos habrá pasado venderle a gente que ni de lejos pensaríamos que estaría interesado en comprar?
P. C .: Hay coleccionistas, pero la mayoría son conservadores, les cuesta arriesgar.
-Puxa tiene alma asturiana, Silvestre llegó de Tarragona, Kow ha apostado desde Berlín por Madrid y no por otra ciudad española... ¿El mercado sigue pasando por aquí?
N. M .: La situación es complicada, pero hay mercado; tiene sus límites y somos muchas galerías, pero sin duda está en Madrid. Cuando hablas con colegas de fuera, te cuentan cómo en sus contextos se las ven y se las desean.
V. H. S .: Y no es solo el arte. Todo pasa por aquí.
L. M .: Posiblemente si hubiera un sistema nacional más coordinado -porque es cierto que hay centros de arte interesantes, programas de residencias- un trabajo colaborativo que pusiera en relación a los sectores, que conectara a las galerías, avanzaríamos mucho.
C. D .: Es un problema cultural, la crisis económica aquí ha sacudido muy fuerte. Quizás si falló lo de los noventa, si esto no se convirtió en una especie de «hub con Latinoamérica es proque no hubo una estrategia de comunicación adecuadas e inteligentes. Era intermitente. En los grandes espacios nos dedicábamos a hablar de Cy Twombly o Warhol. No se apoyó a los jóvenes, pero ni a los internacionales siquiera.
¿Hacia dónde quieren dirigir su proyecto?
V. H. S .: El crecimiento internacional será lo prioritario. Llevar a los artistas hacia fuera y traer a los de allí, aunque esto suele ser más costoso.
N. M .: Se trata de consolidar el proyecto. Y eso pasa por la internacionalización. Estamos centrados en Europa pero mirando a Latinoamérica. Sin pausa pero sin prisa.
L. M .: En este momento, mi interés personal es hacer crecer a los artistas institucionalmente hablando, mientras progresamos en las ferias nacionales.
C. D. : Queremos evolucionar pensando en que no tenemos fronteras convencionales.
-No les he preguntado cómo van a hacer sus presentaciones oficiales en este Apertura.
P. C .: Presentaremos a Gabriela Bettini, artista de la galería desde sus inicios. Su Primavera silenciosa habla de diversidad, de ecología, de feminismo, con un componente político.
N. M .: Nuestra apuesta será Cristina Ferrández. Campos de utopía se centra en los casquetes polares y habla de la fragilidad del paisaje.
L. M .: Aquí desplegaremos el trabajo de Lecuona y Hernández, colectivo canario con el que comenzamos a trabajar. La exposición se llama Cuestiones vivas y se centra en lo identitario.
C. D .: Barbara Hammer, histórica y pionera del cine experimental feminista. Será una muestra poco comercial.