LIBROS
Andrés Trapiello y su Madrid como aleph
El autor leonés dibuja la historia de la capital de España y la suya propia. Un álbum de estampas literarias plenamente vividas
«Arribo ahora, al inefable centro de mi relato» escribe Borges en su mítico relato El Aleph , y comienza la enumeración de lo que ese Aleph muestra y configura, una visión múltiple, diversa, total . Una esfera desde la que se contemplan todos los avatares del universo. Escribir sobre una ciudad, su historia, sus gentes y escribir sobre la presencia y los pasos de uno por esa ciudad es un ejercicio que requiere encontrar un estilo, un ritmo, una atmósfera compleja. No será una novela, no será una crónica, ni un largo reportaje, ni un centón de leyendas, hechos y ensoñaciones. Madrid , de Andrés Trapiello, es el gran libro sobre la capital de España que pocos se habrían atrevido a escribir, y menos a plantear como un viaje entre la memoria personal y la memoria de esas calles y esas gentes . Madrid es el Aleph del relato, sí, el inefable centro de las más de quinientas páginas en las que se reúnen y se narran los perfiles y los asombros de una geografía.
Hoy sabemos que toda Historia es Geografía. La geografía de una ciudad son sus gentes. Madrid, ya lo recordaba Ramón, es, o fue, porque vaya a saber uno lo que quedará de ella después de estos días, una ciudad paseandera. Pasear Madrid es vivir Madrid. Perderse por Madrid es reencontrarse con el escondido Paraíso del secreto. Lo oculto, lo que permanece y dura. Trapiello enreda su propia biografía, su llegada a Madrid desde León en la Estación del Norte, con la historia, con la tipología urbana, con lugares y nombres, con momentos y épocas decisivas. Recrea epifanías, recupera olvidos, descubre pasajes secretos y episodios fascinantes . Trapiello, como Galdós, hace de Madrid una guía para curiosos y una enciclopedia. Del sagrado Rastro a la Costanilla de los Desamparados (qué otra ciudad podría nombrar una calle con tan melancólico sentido). Las calles de Santa Isabel y del Ave María. Madrid, como Londres, como París, como Roma es infinita para quien la descubra.
La sombra de Larra
El Madrid del Siglo de Oro, la calle de Santa Clara donde aún se dibuja la sombra de Larra. Trapiello, con una prosa excepcional, pues como pocos escritores en español, conjuga una lengua literaria tan popular como elegante, tan cercana como precisa, tan irónicamente cervantina como deliberadamente contemporánea, traza la historia de una ciudad y la suya propia en esa ciudad, con los capítulos en los que una aventura propia se amplía a la consideración sobre las industrias y andanzas de, al decir de Machado, «lo que pasa en la calle» . La estirpe literaria de Trapiello es Cervantes, Goya, Larra, Galdós, Azorín, Baroja, Ramón. Ahí se reconoce no solo su hacer literario, notable y ejemplar, sino también sus referencias, lo que trasciende.
Trapiello, como Galdós, hace de Madrid una guía para curiosos y una enciclopedia
No es un libro fácil. La aventura emprendida por el autor ha sido la búsqueda de una comunión invisible entre el narrador y la ciudad. Los momentos vividos y soñados y la arquitectura y trazado de un espacio dado al asombro y el descubrimiento.
Vagabundear
Solo se conoce una ciudad si uno se convierte en un vagabundo anónimo e invisible. Que mira y anota, que escucha y escribe, que sueña y recrea. No hay otra. La descripción del Madrid de la Movida es ya una novela dentro del libro . Vivir una ciudad es contarla. Pero contarla a través de uno. La ciudad de cada uno. No será esa una ciudad secreta, pero sí discreta. Íntima. Son diez siglos de una ciudad contada a través de un innovador género literario, en la parte final del libro, los estupendos «Retales madrileños», un recorrido histórico con sus reyes, su arquitectura, su gastronomía, su música y teatro, sus personajes, literatos, políticos, su mal entendida chulería, sus cronistas hasta llegar al desdichado y humillado Madrid del coronavirus.
Uno, de varias generaciones de madrileños sin ejercer, siempre escuchó en casa: «éste ha entrado en Madrid, pero Madrid no ha entrado en él». Madrid acoge porque nadie es de ninguna parte y es de todos los sitios. Lo cierto y Andrés Trapiello es un ejemplo de ello después de este libro deslumbrante, es que sí entró Madrid en él y entró para quedarse, como se quedará en cada uno de los lectores que descubran a un autor y a una ciudad memorables.