MIS FILIAS (Y FOBIAS) CULTURALES
Andrea Levy: «No creo en el postureo cultural. Si algo gusta, no hay que acomplejarse»
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Madrid desvela sus preferencias en libros, arte, música, cine y series
Solo puede llevarse un libro a una isla desierta...
Los Diarios de Gil de Biedma, pero tendría que volver de la isla a por más.
¿Con qué libro entretuvo el confinamiento?
Con Nostalgia , de Mircea Cartarescu.
¿Cuál es la obra maestra que sabe que debe leer y que siempre se le ha resistido?
En busca del tiempo perdido , de Marcel Proust.
¿Qué canta debajo de la ducha?
¡Uy! ¡De todo! De hecho, entro a la ducha cantando.
¿Cuál fue el primer disco que compró y dónde?
The Great Escap e, de Blur, en una tienda de discos de Rambla Catalunya, en Barcelona, que desafortunadamente ya no existe.
¿Qué disco regalaría o recomendaría siempre?
La verdad es que muchos: Family, Pulp, Johny Cash… Pero igual me decantaría por los conciertos para piano de Rachmaninov, un básico.
¿Hay alguna música que le resulte insoportable?
La música que desafina.
Serie adictiva que no podía dejar de ver...
Estoy entre Boston Legal y The West Wing .
La serie que aparcó y que considera sobrevalorada...
Pues Breaking Bad (lo siento…).
Su película de cabecera es...
La Gran Belleza y todo Sorrentino.
¿En qué creador le gustaría encarnarse?
Creo que me gustaría encontrarme en Peggy Guggenheim, que supo rodearse y apoyar a los grandes artistas del siglo pasado.
Su poeta de cabecera.
Federico García Lorca.
¿Tiene un verso favorito?
«Me porté como quien soy. / Como un gitano legítimo./ Le regalé un costurero / grande de raso pajizo,/ y no quise enamorarme / porque teniendo marido / me dijo que era mozuela / cuando la llevaba al río», de La casada infiel , de Lorca.
La obra de arte que más le fascina
De Francisco Pradilla, Doña Juana la Loca .
No puedo con el movimiento artístico...
Con lo que no puedo es con la cultura snob.
¿Proust o Jo Nesbø?
Proust, que me falta por leer aún.
¿Cuál es su placer cultural culposo?
No creo en el postureo cultural, si te gusta algo no hay de que acomplejarse.