ARTE
Alfonso Casas: «No habría corazón que soportara tanto drama como el recogido en “Se(nt)imental”»
Segundo libro de este joven ilustrador, un fenómeno en redes sociales, que ha convertido el (des)amor en la base de su reconocible y seductor estilo
![Una de las ilustraciones de «Se(nti)mental»](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2015/12/07/dossier1_xoptimizadax--620x349.jpg)
Es Alfonso Casas (Zaragoza, 1981), uno de esos ilustradores que arrasan en redes sociales, con cuentas en instagram y facebook que echan humo. No es de extrañar: su estilo, muy reconocible, de reducida paleta cromática, trazo grueso y abocetado, y perfecto maridaje entre imagen y texto, es muy visual, hecho a medida para esas pantallas que estamos consultando todo el día y en las que hundimos la cabeza durante horas. Ese mismo mundo virtual es un ámbito al que el ilustrador acude a menudo («Las mayores distancias no se miden en kilómetros. Se miden en megas disponibles») cuando trata uno de sus temas favoritos: el de las relaciones personales. Precisamente, «Se(nti)mental» (Lunwerg) , su segundo libro, es un canto al (des)amor, en una apuesta por el formato físico de alguien que, aunque vive bien imbricado en esta sociedad tan líquida y efímera, se confiesa un enamorado del papel. No en vano, es en este material en el que nacen sus ilustraciones...
Creo que lo realmente complicado es que funcionen en conjunto, que se complementen y amoas estén equilibrados.
¿En qué sentido «Se(nti)mental» es una evolución o contrapunto de «Amores minúsculos», su primer libro?
Mi trabajo siempre gira en torno a pequeñas historias, situaciones que cualquiera ha podido vivir. En este sentido, creo que ambas comparten el mismo tema pero desde puntos de vista completamente diferentes. «Amores minúsculos» habla de esos romances que nacen con vocación efímera, y que, cuando los miras en conjunto, te han dado lo mismo, o incluso más que ese hipotético amor de cuento de hadas que quizá llegue, o quizá no. «Se(nti)mental» habla del desamor, pero desde un punto de vista mucho más visceral, menos «naif».
Ese texto se llevó al teatro. ¿Cómo se consigue adaptar el trabajo de un ilustrador, basado sobre todo en el dibujo, a las tablas sin perder su esencia?
Creo que lo fundamental de ambos lenguajes, teatro y cómic, es que son un excelente medio para contar historias íntimas, de personajes, y, en ese sentido, la obra de teatro mantiene parte de la esencia del cómic original. Por su puesto que la adaptación no es literal: hay personajes o partes de la historia que quizá no funcionarían de la misma manera sobre las tablas de un escenario que leyéndolas en el salón de tu casa.
¿Ve el mismo destino para «Se(nti)mental»?
No creo que «Se(nti)mental» pudiera ser adaptado al teatro, de no ser que se hiciera en forma monólogos. Ahora que lo pienso, ¡igual sería divertido! Si hay algún interesado…
¿Hay ya un nuevo libro en marcha?
Yo espero que «Se(nti)mental» tenga una vida muy larga y que gente que no conocía mi trabajo tenga la oportunidad de hacerlo. Además en 2016 publicaré una nueva novela gráfica, más en la línea de «Amores minúsculos», una historia sobre esas elecciones que hacemos a lo largo de nuestra vida y por las que, tarde o temprano, te acabas preguntando qué habría pasado si en lugar de A hubiera elegido B.