ARTE
La actualidad inspiradora de arte
El Brexit, el cambio climático o la xenofobia, en la nueva doble cita de ADN-Barcelona, con un Carlos Aires destacado
Un billete está diseñado para pasar por las manos de miles de personas sin deteriorarse, funcionar a prueba de falsificaciones y distinguirse por su valor económico. Pero más allá de constituir una medida de valor intercambiable por objetos o experiencias, el dinero representa cómo entendemos la racionalidad en un contexto capitalista neoliberal empapado de impersonalidad.
Papel moneda
Bajo esta premisa, el artista Carlos Aires (Málaga, 1974) articula el discurso de su individual en la galería ADN , titulada Nothing New . Se sirve de billetes originales de distintos países en una yuxtaposición de imágenes a base de intervenirlos con alambre de espino, recortarlos a tiras y retorcerlos generando trampantojos donde hallar mensajes ocultos y célebres rostros de personalidades. Letras de canciones como I Want to Break Free , de Queen , aparecen trazadas con recortes de libras azules clavadas con alfileres dorados y siluetas de moscas a punto de alzar el vuelo. La cara de la reina Isabel II de Inglaterra es protagonista de esta muestra inaugurada en plena confirmación del Brexit.
Asimismo, gorras militares con mensajes bordados, platos de cerámica con líderes políticos pintados en un bucle que repite ojos o bocas, figuritas de Lladró con manos y rostros pintados de negro critican el auge de la xenofobia y el racismo . La Historia, tan cíclica, inspira al artista, que trabaja en torno a estos temas desde hace varias décadas y que cuestiona mordaz las desigualdades propias del capital y la crisis que amenaza con volver, si es que alguna vez se desvaneció.
Otra crisis es abordada en paralelo en ADN Platform , la segunda sede en Sant Cugat de la galería, una nave de dos plantas que acoge la muestra Fingers Crossed en colaboración con el CDAN de Huesca y comisariada por Blanca de la Torre y Sue Spaid. Se trata de una mirada a la actual crisis ecológica a través de obras de una treintena de artistas divididos por visiones del pasado, el presente y el futuro, rozando lo distópico .
Un montaje impecable y sugestivo que interpreta desde el arte contemporáneo problemáticas ecológicas tales como los desastres venidos del cambio climático . A saber: inundaciones, huracanes, aumento del nivel del mar o la importancia de la conservación de las marismas, en la obra de Esteve Subirah (Gerona, 1975). Este autor nos descubre atractivas interrelaciones entre paisaje y representación. Esta es una constante que vincula al resto de artistas, producto de un proceso de investigación curatorial que establece un mapeo de preocupación por la ecología.
Un rayo de sol
El componente didáctico y de interacción es frecuente a lo largo de la cita. Una pieza visual de la mismísima Björk (1965) recuerda su Biophilia Educational Project , basado en el uso de la creatividad como herramienta de investigación y enseñanza donde la música, la tecnología y las ciencias naturales se conjugan de forma innovadora. Destaca también la obra de Pep Vidal (1980), jugando con el potencial de la luz artificial para preservar el territorio. Como un sol cuyos rayos atraviesan la sala, su obra ilumina un futuro quizás no tan apocalíptico.