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El London Design Festival confirma que el futuro ya está aquí
El reciente Festival de Diseño de Londres destacó por aquellas propuestas que permiten al usuario modificar a placer las formas originales de acuerdo con sus preferencias personales
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Ya lo veníamos prediciendo desde hace años: el futuro pasará por la posibilidad de elegir. Y no, no de elegir entre muebles y objetos perfectamente pensados y acabados para que ustedes los elijan entre otros muchos en una tienda, sino darles la posibilidad de seleccionar y decidir cada detalle de lo que compra , modificando a placer el diseño original de acuerdo con sus preferencias personales. Es lo que presentó la firma polaca Tylko , en Designjunction , uno de los enclaves del London Design Festival .
Tylko tiene como consultor al genial diseñador Yves Behar , que tanto aplica su intelecto a empresas de fines sociales como a la industria del mueble propiamente dicha. Behar ha ayudado a la marca a desarrollar una aplicación basada en lo que se llama «realidad aumentada», que permite mezclar elementos reales con otros virtuales creando una realidad mixta en tiempo real. Es decir, uno selecciona la imagen de un elemento del catálogo de Tylko –digamos que la mesa Hub , diseñada por el propio Behar–. Elige el color de la madera, las dimensiones y los detalles decorativos.
Decisiones sobre la marcha
Después, toma una foto del espacio donde le gustaría poner esta mesa con la misma ya colocada en él (virtualmente, claro). De hecho, usted mismo puede salir en la foto sentado en su silla real delante de la mesa virtual. Si resulta que le parece demasiado alta, o que las patas tienen demasiadas bolas, o que la madera la prefiere de otro color, no tiene más que tomar esas decisiones sobre la marcha y enviar sus instrucciones a la firma para que ellos las manden a fabricar según su gusto.
Además de productos, el LDF tiene gran reputación por las instalaciones que se pueden ver allí
Esa misma intención personalizadora se esconde tras la lámpara Alphabeta, de Luca Nichetto para la nueva marca HEM (nueva, pero alimentada con los productos de la marca Discipline, cuyos derechos compró), y cuyo póster cubría como una plaga las paredes del metro londinense . La lámpara consiste en una serie de elementos de diversos colores que se pueden unir en millones de combinaciones, de modo que el usuario es quien decide su aspecto final. Sin embargo, casi llevando la contraria a la tendencia , Jasper Morrison presentó un teléfono móvil para la marca Punkt, negro, sencillo, ligerísimo, sin conexión a internet y sin aplicaciones. Un básico que huye de sofisticadas tecnologías y nos devuelve a una realidad en la que la gente usa el teléfono para dar un recado y todavía conversa con sus congéneres cara a cara.
Otros diseñadores estelares también presentaron una celebrada televisión. Fueron los hermanos Bouroullec , cuya TV plana para Samsung se llama Serif y es su primer producto electrónico, realizada en colores que huyen de los tradicionalmente asociados a estos productos y que se adaptan bien a un entorno doméstico, por cierto, con unos precios razonables.
El Hotel ACE en la zona de Shoreditch fue de nuevo uno de los centros de acción, en esta ocasión, añadiendo una serie de objetos diseñados para el hotel y que se pueden comprar en su tienda. Es un proyecto llamado Ready Made Go y que hacen en colaboración con la revista Modern Design Review , con una estupenda selección de diseñadores. El taburete y el picaporte de Philippe Malouin y el cenicero de cobre de Tomás Alonso, nuestros favoritos .
Su primer mueble
Allí cerca está la sede de la marca SCP, que este año celebró sus treinta años en la industria con una colección de sofás de diseñadores como Matthew Hilton o Konstantin Grcic, que llevan en la marca desde sus orígenes, y una sorpresa como la de Michael Anastassiades , que diseñó por primera vez un mueble. También nos intrigó la técnica de tricotado de la colección Knit de la firma especializada en plástico Curver, con una serie de productos cotidianos que parecerían tejidos a mano aunque se tratase de inyección de plástico. Y otros dos pequeños productos que son dos joyas: por un lado, la lámpara de mesa Turn On , diseñada por Joel Hoff para Wrong for Hay ; por el otro, el curioso espejo de mano que se puede colocar en distintas posiciones de Óscar Díaz .
Una aplicación de Yves Behar permite combinar elementos reales con otros virtuales
Pero además de productos, el London Design Festival tiene una gran reputación por las instalaciones especiales que se pueden ver allí. Este año, hemos seguido dos que destacaban sobre las demás . Por un lado, en Somerset House, estaba la del diseñador Max Lamb , producido para la galería Fumi . Se llamaba My Grandfather’s Tree (El árbol de mi abuelo) y consistía en una muestra de la disección en 130 piezas de un fresno procedente de Yorkshire , donde vive suantecesor. El árbol tenía que ser cortado, y Max Lamb decidió intervenir en él para que no desapareciera como simples troncos que alimentasen la chimenea.
Sin traicionar los orígenes
De hecho, su decisión fue intervenirlo lo menos posible, de modo que la esencia del árbol quedase relativamente intacta, preservando su identidad al máximo . Las piezas, que han sido pulidas y engrasadas, tienen las dimensiones necesarias para que puedan usarse como mesas o asientos en su nueva vida pero conservan su aspecto original que no traiciona sus orígenes. La otra instalación que nos impactó fue la de los diseñadores mischer’traxler, en el museo Victoria and Albert, y con el patrocinio del champán Perrier Jouet. Se llamaba Curiosity Cloud (Nube de curiosidad), y consistía en una «nube» interactiva de burbujas de cristal soplado suspendidas del techo, cada una de las cuales contenía la reproducción en metal de un insecto (25 tipos diferentes).
La pieza se podía atravesar, y los insectos reaccionaban con luz y sonido al paso de los visitantes creando una atmósfera inesperada y sorprendente. Según la cantidad de personas que hubiera en la sala y lo cerca que se colocaran de las burbujas de cristal, la experiencia podía pasar de una calma total al completo enloquecimiento. Tan bello como inquietante .