arte

Gonzalo Lebrija: «El artista no debe estar sujeto a responsabilidades»

Doble ración en Madrid de Gonzalo Lebrija, uno de los artistas mexicanos más sugerentes de las últimas décadas, las del «boom» del país latino. La Casa Encendida y Travesía 4 son sus sedes

Gonzalo Lebrija: «El artista no debe estar sujeto a responsabilidades» ernesto agudo

javier díaz-guardiola

Uno de los hijos del «boom» del arte mexicano de finales de los noventa es Gonzalo Lebrija (1972), al que en España hemos ido conociendo a través de su galería, Travesía 4 (a la que ahora vuelve). Coincidiendo con esa cita, también en Madrid, La Casa Encendida (LCE) celebra su primera exposición en un centro de arte español, que no es una retrospectiva («no tengo aún edad para ello»), sino un recorrido por uno de sus conceptos más recurrentes: el de tiempo.

Le pregunto, primero, por su definición del mismo.

Para mí, el tiempo, más que una concepción, es una forma de manifestación del ser. En mi trabajo he reflexionado mucho sobre él, sobre las distancias y los desplazamientos, cuestiones que se convierten en obsesiones en un intento de revivir lo ya vivido. En definitiva, lo que se impone en mis obras es una especie de idea de tiempo suspendido.

¿Volver a vivir lo vivido con un interés analítico o nostálgico?

Supongo que ambas cosas. Para mí es muy interesante el concepto de abandono porque, en el fondo, mi labor no procura armar una hipótesis o teoría sobre el tiempo, sino que simplemente lanza reflexiones que tienen que ver con aspectos muy sensibles y muy humanos.

¿Cómo se refleja o se ilustra eso en la exposición?

«No utilizo la pintura, pero todo mi trabajo tiene relación con la técnica»

La distancia y el tiempo son dos ideas recurrentes en mi labor. Lo que hemos tratado de hacer aquí es conjugar ambas, mostrar cómo se han plasmado en diferentes obras, y armar una historia. Unos elementos que, además, han sido tratados desde diferentes técnicas. Por otro lado, lo que unifica todas las obras es un determinado concepto de escala. En ellas se va de escalas mínimas a otras monumentales, de lo finito al universo. Hay un aspecto visual en todo eso que me interesa y que, al materializarlo, da pie a una especie de escenario para unos conceptos tan abstractos. Como artista, hay una distancia con el espectador que me interesa, que es la que se genera entre lo que tú ofreces como creador y aquello que el espectador percibe. De ahí el título de «Medir la distancia» .

Se formó como comunicador. ¿Qué ocurrió para que diera el salto al arte?

El arte siempre me interesó. Y mientras estudiaba tuve claro que quería trabajar con los medios fotomecánicos, relacionándolos con la experimentación, con conceptos cercanos a ideas filosóficas más que a cuestiones publicitarias. Porque yo me inicié como publicista para ganarme la vida. La estrategia comunicativa ahora es similar, sólo que empleo un tono que se relaciona más con lo que uno piensa.

Por haber trabajado en publicidad, conoce sus estrategias. Otro de sus intereses es el de la crítica a un sistema que genera deseos de consumo.

No pienso que yo deba tener una responsabilidad social como artista. Eso sale por sí solo en la obra. Siempre digo que la actuación del artista debe ser como la de una esponja, que está constantemente absorbiendo y exprimiendo lo que ve. A diferencia de un político o un activista, el trabajo del artista tiene que basarse en la libertad y no estar sujeto a responsabilidades. Estamos sometidos a muchos condicionantes y me gusta hablar de ellos en el trabajo. Y hacerlo desde la ironía y el humor para ponerlos en una balanza de vulnerabilidad, más que hacer una crítica.

Precisamente el sistema capitalista dio pie al concepto de «tiempo libre». ¿Cómo se relaciona usted con él?

«Soy documentalista de unas acciones con contenido»

¡Es un reto! Uno está condenado a vivir un manejo productivo del tiempo, y eso, cuando se es artista, es muy relativo. Cuando comencé a hacer arte, aún vivía con mis padres. Mi madre, en la mañana, venía a sacarme de la cama. Y yo le prometía que estaba trabajando: siempre he pensado que la cama es un lugar ideal para hacerlo. Ahí puedo pasar horas, porque es donde siento que la mente es más clara. ¡Pero nadie me cree!

Muchas obras tienen el cuerpo como punto de partida. ¿Por qué es una buena unidad de medida de lo temporal?

Porque, al final, es lo que nos sitúa en la realidad física. Cuando leo una novela, me gusta la manera de presentar al héroe como hombre frente al mundo. Significa volver a hablar de la escala. Muchas de mis obras, además, son muy performánticas: son documentaciones de acciones. Me interesa la acción, las leyes de la física. No me siento ni fotógrafo, ni cineasta. Soy documentalista de unas acciones con contenido.

Podría pensarse que, al ocuparse de lo temporal, la foto y el vídeo son sus técnicas. Pero usted es multidisciplinar.

«Uno está condenado a vivir un manejo productivo del tiempo»

Cuando hago foto termino hablando de pintura, y cuando trabajo la escultura, me centro en «lo cinematográfico», porque para mí las esculturas hablan de un movimiento implícito. Curiosamente, la pintura es el único medio que no utilizo, pero creo que todo mi trabajo tiene relación con sus estrategias para desarrollar una imagen. Empecé con los medios fotomecánicos porque eran los que más había estudiado, para acabar en la instalación o la escultura, que agarré más tarde pero en los que me sentí confiado porque expandían mis conceptos.

Hablando de tiempo, ¿cómo desarrolla su propio proceso?

Lo normal es que las series se desarrollen en el tiempo. Me gusta casarme con ideas mientras estas sigan aportando algo. Porque no dejan de ser procesos de investigación en los que vas generando conclusiones que, con el devenir, se enriquecen, cambian, se alimentan... Son capítulos que añades a un libro.

Gonzalo Lebrija: «El artista no debe estar sujeto a responsabilidades»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación