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El espíritu de Matadero encajó en el Palais de Tokyo
El Palais de Tokyo (París) celebró el pasado fin de semana la primera edición del festival de «performances» «Do Disturb!». Matadero-Madrid, institución española invitada, medía sus fuerzas junto al PS1, la Tate o el FRAC-Lorraine
En abril de 2012, el Palais de Tokyo calentaba su reapertura con un evento que supuso 30 horas initerrumpidas de conciertos, performances, conferencias y espectáculos en vivo. Ese espíritu se recuperó y cristalizó ahora en el festival Do Disturb! , cuyo cartel incluyó más de 60 eventos que pusieron el acento en las fórmulas performativas y el arte de acción, y que hasta este pasado domingo transformaron el Palais en un centro vivo, en el que sucedían cosas y cuyo concepto clave fue el de circulación. De esta forma, el público era invitado a discurrir por todas sus instalaciones para participar de unas propuestas que se desarrollaban de manera a veces simultánea, durante la tarde y la noche a lo largo y ancho del edificio.
Asimismo, el Palais de Tokyo «resucitaba» la iniciativa y le daba una nueva vuelta de tuerca al tranformarla ahora en una labor de comisariado que agrupaba a distintos centros internacionales de arte. De esta forma, el espacio parisino se encargó de seleccionar primero a cinco grandes museos, de entre los que rescataba las propuestas de sus programaciones de los últimos años que más se adecuaban a la filosofía del festival.
Domigos de Youtube
Lógica la inclusión del PS1 del MoMA (que aterrizó en París con sus Sunday Sessions, o programa de arte en vivo), o la Tate de Londres (que auspicia en su Performance Room el proyecto BMW Tate Live, con performances pensadas para ser transmitidas online o descargadas desde Youtube). Incluso la importancia otorgada a la música hacía que por primera vez en su historia el mítico templo del techno en Berlín (el club Berghain ) abandonase Alemania para amenizar la madrugada del sábado. Lo más sobresaliente, y aquello por lo que tenemos que felicitarnos, es que una institución española, Matadero-Madrid, cierra la nómina de «elegidos» junto al CNAP-París y el FRAC-Lorraine.
«Es cierto que la iniciativa no partió de nosotros –cuenta Carlota Álvarez Basso, su directora–. Ellos llevaron a cabo una investigación previa de las instituciones culturales que estaban trabajando muy a pie de calle el tejido creativo de la ciudad, aquellas a las que les interesaba la cultura de la participación y estaban al día de lo que estaba ocurriendo en los campos performánticos y de la videocreación», explica.
La participación en el festival es un espaldarazo a la visibilidad de Matadero y su trabajo silencioso
El pasado mes de septiembre, una delegación del Palais visitó Madrid. A esta se le propuso un informe con 22 producciones recientes elaborado por Álvarez Basso y Manuel Villa, responsable de la programación artística de Matadero , «pensando siempre en las más frescas, las más participativas, las que incidían en los artistas jóvenes», cuentan.
La decisión final, que se desplegó en París, corrió a cargo de Jean de Loisy, director del Palais. Él se quedó con seis nombres, con los que desde el centro madrileño se sienten muy identificados: «Nos interesaba que esa selección última la hiciera alguien ajeno a nosotros porque era una manera de pulsar la mirada externa de las producciones que realiza Matadero. Además, sabíamos que una mirada así diversificaría la propuesta», asegura Álvarez Basso.
¿Y con qué se han quedado los franceses?: «Desde el principio ellos dejaron muy claro que querían “llevar el espíritu de Matadero a París”. Eso nos hacía mucha gracia porque nos interesaba saber a qué se referían. Y no dudaban: “La frescura, la participación, la colaboración, la apuesta por lo emergente”, respondían».
La elección final es curiosa porque se basa en tres artistas más maduros y tres más primerizos y, entre todos, repasan los principales programas específicos del centro. Tanto Fernando Sánchez Castillo como Cristina Lucas entraron en Abierto x Obras. Del primero se recupera su proyecto sobre el Azor de Franco, mientras que de la segunda estaba claro que tenía que recalar en París con su vídeo La Libertad guiando al Pueblo, en el que juega con los símbolos republicanos galos, así como su primera incursión en la performance, Ejercicios de empatía, en la que los signos del lenguaje no verbal de las diferentes culturas (el hexis de la sociología) se convierten en una tabla de ejercicio de aerobic. Los Torreznos (con cuatro de sus performances míticas) y David Crespo (Campo de acción), representan la vertiente más performativa del centro, mientras que Marco Godoy (que pone música de Purcell a las consignas de las manifestaciones en Reclamar el eco), formó parte del programa de residencias El Ranchito, una de las vías empleadas por Matadero para su internacionalización. Por último, la peruana Maya Watanabe formó parte de la programación de artistas emergentes de la Nave 16.
Posible fracaso
Matadero ha «reactivado» obras antiguas y ha producido otras nuevas gracias al apoyo de AC / E, AECID, el Instituto Cervantes en París o el Goethe Institute, incidiendo sobremanera en el arte de acción: «En casi todos los casos, son obras que, sin público no pueden tener lugar, serían un fracaso». El receptor francés, distinto del español, tenía la última palabra. En cualquier caso, para los responsables de Matadero, pasara lo que pasara, su designación ya era todo un premio: «Para los artistas y para nosotros mismos, la fórmula es rica por las relaciones profesionales que establece. Durante el montaje y las jornadas, convivimos conjuntamente, lo que es muy distinto de trabajar a través del mail o el Skype. Para el centro, supone apuntalar nuestra internacionalización de forma fuerte, premiar un trabajo silencioso que reconoce una línea de programación. Puedo contar como curiosidad que la Universidad de Arquitectura de Lyon publicará en breve el primer libro sobre Matadero en Francia porque dicen que tienen allí seis tesis doctorales sobre nuestro edificio. Obviamente, nosotros lo traducimos al español este año. Me pregunto si en alguna escuela de arquitectura de España alguien está haciendo una tesis sobre Matadero».
La llama de París no se apagará tras lo de este fin de semana ya que la idea es que la colaboración sea de doble dirección y, en noviembre, el Palais de Tokyo ingrese en el centro madrileño: «Los contenidos aún están por definir. De momento, Do Disturb! nos ha absorbido todas las energías», finaliza Álvarez Basso.