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Marwan: «Le debo mucho a las redes sociales»
Que un poemario se mantenga durante un año en los primeros puestos de las listas de más vendidos no es una proeza, es un milagro. El cantautor y poeta Marwan lo ha logrado con «La triste historia de tu cuerpo sobre el mío»
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«Hay mil poetas y escritores que escriben mucho mejor que yo, no esperaba una acogida semejante.» Marwan (Madrid, 1979) no sale de su asombro: su poemario La triste historia de tu cuerpo sobre el mío –una aventura que le ha llevado a crear su propia editorial, Noviembre– va ya por la décima edición. Pese a los más de 22.000 ejemplares vendidos, cifra estratosférica para lo que vende la poesía en España, el cantautor insiste: «Creo que soy mejor músico que poeta». Como si no se creyera que su libro copa desde hace un año los primeros puestos de las listas.
Cuando a los quince años se compró la primera guitarra, su pasión era la música «heavy». Pero usted no tiene nada de roquero.
Hoy tengo poco de roquero, salvo alguna canción cañera, pero me gusta todo tipo de música. Con quince o dieciséis años, en el instituto, mis amigos escuchaban heavy y yo también comencé a hacerlo. La primera canción que aprendí a tocar con la guitarra era una de Metallica .
¿Qué músicos guiaron sus primeros pasos?
«Todos hemos caído en el ridículo o el tópico al crear»
El que más, Ismael Serrano . Fue el detonante. Yo me dedico a lo que me dedico por el impacto que me produjeron sus canciones. La guitarra ya la tenía y sentí que la canción de autor me ofrecía aquello que buscaba: un lugar en el que expresarme. Necesitaba contar muchas cosas y allí encontré un refugio y muchos elogios, que no me venían mal porque era un chico con poca autoestima. A los dieciséis años, alternando con el heavy y el rap, comencé a escuchar detenidamente los discos de Silvio Rodríguez que mis padres me ponían de pequeño y me enamoré. Con diecisiete me pasó lo mismo con Serrat , y a los dieciocho, con Ismael. Fue al verle en directo cuando me animé a escribir y cantar.
Y sus referencias literarias, ¿cuáles son?
Han ido variando en función de la época. Comencé por Benedetti , Miguel Hernández , Neruda y Gloria Fuertes . Eso en cuanto a poesía. En cuanto a novela o relatos, me apasionan Juan José Millás , Quim Monzó , Alessandro Baricco ... Y a lo largo de los años he empezado a seguir de cerca a escritores como Franzen , Felipe Benítez Reyes , Bukowski , y a muchos poetas, a los que leo y releo una y otra vez.
«La triste historia de tu cuerpo sobre el mío» lleva cincuenta y cinco semanas en las listas de libros más vendidos. ¿Increíble?
Totalmente. Soy consciente de que de repente ha surgido, gracias a la redes sociales, un movimiento muy fuerte de jóvenes lectores alrededor de la poesía y de los poetas jóvenes y que eso me ha ayudado. Le debo mucho a las redes: la gente ha comenzado a compartir mis poemas, se han creado webs sobre mi libro... Es muy sorprendente. A ello se suma que yo ya tenía mucho público como cantautor y eso ayuda a difundir. El boca a oreja ha hecho el resto.
Para publicar «La triste historia de tu cuerpo sobre el mío» creó su propio sello, Noviembre.
«El arte nos permite llegar allí donde no llega la ciencia»
Primero hice cuatro ediciones con la editorial Origami. Lo que me movió a crear Noviembre es que quise distribuir el libro por toda España porque en todas partes me lo pedían y antes casi no tenía distribución. Quería que la gente me pudiera leer, compartir mis poemas. Así que me informé, vi que era muy fácil editar, en contra de lo que pueda parecer, y me lancé a ello.
«Para eso sirve la poesía, para hablar de la forma que tienen las cosas que no tienen forma», dice la letra de una de sus canciones.
Siempre he pensando que el arte nos permite llegar allí donde no llega la ciencia. Hay emociones o situaciones que no se pueden explicar salvo a través del arte; por ejemplo, el temblor al besar a una persona por primera vez, o la épica de una revuelta social, o la violencia que supone enamorarse, porque el amor nos pone el cuerpo patas arriba cuando aparece de golpe. Ese violento estado que nos produce, ese arrebato lo explica como nadie la palabra escrita o el cine ; en mi caso, la poesía, con la que trato de contar la forma que tienen esas cosas que no tienen forma.
Hablando de amor, usted ha escrito: «Es patético empezar otra canción diciendo: te voy a echar de menos, quédate». ¿Cómo escribir sobre el amor, en el siglo XXI, sin caer en el ridículo o en el tópico?
Es difícil, porque a veces la línea entre lo cursi y la maravilla es muy fina. Puede ser un verbo de diferencia. Todos hemos caído en el ridículo o el tópico en algún momento al crear y así seguirá siendo aunque huyamos de ello.
Ha participado en el disco de homenaje a Enrique Urquijo «Han llovido 15 años». ¿Qué tenía Urquijo que no tiene otro músico?
«Da miedo la crítica feroz y despiadada, la que se hace sin corazón»
Tenía una pena tremenda, unas letras preciosas, muy poéticas, y una forma de transmitir maravillosa. Seguro que hay muchos artistas que cumplen estas tres condiciones, pero no son Enrique Urquijo . Él tenía un sello inconfundible que ha tocado el corazón de muchos; el mío lo sigue tocando. Es un clásico.
¿Qué da más miedo, publicar un poemario y esperar la reacción del lector o actuar en un concierto?
Da miedo la crítica feroz y despiadada, la que se hace sin corazón, con la rabia en la punta del bolígrafo o de la boca; pero con el tiempo te das cuenta de que es sólo una opinión más, salvo que amplificada por los medios. Y da rabia que no valoren lo que cuesta hacer las cosas, gusten o no gusten; que una opinión mediática pueda tirar al suelo muchos esfuerzos o al menos lo parezca. Lo digo porque lo he padecido en alguna ocasión y duele que te juzguen tan ferozmente. Eso a veces da miedo.
Marwan poeta, Marwan cantautor. La poesía y la música ¿son lo mismo?
Aunque la poesía debe tener ritmo, musicalidad, no son lo mismo, porque la canción, por el hecho de tener letra y música, dota de tal emoción al texto escrito que lo convierte en un género literario independiente. A mi modo de ver, la música eleva la letra como nada puede hacerlo.