abc de arco

La experiencia de los veteranos, la ilusión de los novatos

Galeristas longevos y tres recién llegados enfrentan sus visiones de una feria que el próximo año celebra su 35 aniversario

La experiencia de los veteranos, la ilusión de los novatos efe

eva bárcena

Cuando ARCOmadrid abre sus puertas , los pabellones 7 y 9 de Ifema se convierten en un animado museo del que cada visitante puede llevarse la obra que más le guste por el precio acordado. El inglés domina los pasillos, aunque cada vez gana más fuerza un español con acento latino. Un mundo que el año que viene cumple 35 años, durante los cuales las galerías más longevas han visto evolucionar una feria a la que las más jóvenes llegan con ganas de comerse el mundo.

Muchos de los estand más conocidos de ARCO acompañan la cita desde sus inicios. Es el caso de Juana de Aizpuru, quien también fue su directora en los primeros siete años. Quizá por ello, De Aizpuru conoce como nadie cómo funciona la feria, y para ella esta edición «está muy animada», gracias a la gente que viene atraída por el país invitado, Colombia.

Otros que han sido fieles a la feria año tras año son Polígrafa Obra Gráfica, donde uno de sus responsables, José Aloy, aplaude «la adaptación de ARCO al entorno de ferias internacionales y su consolidación en el tiempo». Sin embargo, deja entrever su preocupación de cara al coleccionismo en España, donde «la cosa sigue complicada por los años de crisis, y el arte no deja de ser una cosa de la que a priori uno podría prescindir».

«ARCO tiene una cosa curiosa: es la feria de todo el mundo donde viene más público», asegura, un hecho que tiene sus luces y sus sombras. «Viene mucha gente de turismo cultural, lo que es bueno porque se acercan a una actividad a la que no están acostumbrados», explica, «pero por otro lado hay quien banaliza lo que nosotros hacemos, porque sin una educación previa es muy fácil criticar». «De arte y fútbol todo el mundo se atreve a opinar», bromea.

Una visión muy similar guarda Carlos Durán, de galería Senda. Tras dos décadas en ARCO, agradece que el público que acude al certamen «se haya reducido y especializado». «Nosotros como profesionales y el público en general tenemos una experiencia más satisfactoria sin todo el ‘‘ruido’’», declara. Durán señala que la feria «va por el buen camino apostando por la calidad y posicionándose en el mercado latinoamericano», aunque echa de menos «una apuesta por lo local», tanto por los artistas como por el coleccionismo español. «Al final, España siempre ha sido un país de artistas, y eso es algo de lo que tendríamos que estar todos orgullosos», subraya.

A favor de la especialización está tambien el galerista Xavier Fiol tras 21 años en ARCO. «Hay que intentar que se convierta en un foco especializado y un puente con Latinoamérica, tampoco se trata de hacer una feria al uso como otras que hay en Europa», señala. «ARCO se reinventa todos los años pero el mercado es otra cosa; estamos saliendo de una crisis muy larga y se necesita ilusión y optimismo para que el coleccionismo se active», razona.

También las galerías se han visto obligadas a hacer algunos equilibrios. «ARCO siempre ha sido un referente y durante años era ineludible. Para muchas firmas de fuera de Madrid era una parte importante de su facturación anual», rememora Joan de Muga, de la galería Joan Prats. Sin embargo, el mercado de ferias es ahora más abundante «y el cálculo de inversión y riesgos, básico».

El rincón del futuro

Frente a la sabiduría de los galeristas más asentados, la sección #Opening es un manojo de nervios e ilusión a partes iguales. «Para nosotros, estar ya en la feria es algo positivo. Siempre es una inversión importante porque es el momento de dar a conocer nuestro proyecto, y que nuestros artistas tengan acceso a coleccionistas y comisarios», asegura Joaquín García, de García Galería. Pero sin duda, lo que más aplaude el galerista es la inclusión de nombres españoles en una sección dedicada a galerías jóvenes. «Era algo necesario, aquí estamos más contextualizados con otras galerías jóvenes, mientras que en el programa general nos perderíamos», dice.

Una de las que podrían dar el salto a dicho programa en el 35 aniversario de ARCO es la galería Alexander Levy, tras dos años con un estand en #Opening. «ARCO es una de las ferias europeas que considero más importantes, especialmente por su lazo con Latinoamérica», defiende Levy.

Lo cierto es que los galeristas jóvenes se sienten a gusto en una sección creada a su medida... Y con medidas creadas a su gusto. «Para nosotros es complicado entrar en el programa general por los gastos que conlleva, son estand más grandes con un coste superior», resume Óscar Florit, de L21. «Aquí tenemos un espacio más pequeño y un precio inferior, algo perfecto porque solemos trabajar con artistas más jóvenes cuyo precio no es muy alto». Como otras galerías españolas, es su primer año en ARCO y parece que la feria ha cumplido las expectativas de unos profesionales con ganas de reinventarse. «Con una situación económica complicada, los galeristas jóvenes nos hemos replanteado el modelo a seguir. Quizá ya no nos basamos tanto en galerías más longevas como en nuevas formas de presentar el trabajo de los artistas», aventura Florit.

El año que viene, ARCO cumple 35 años. Algunos galeristas ya hacen sus apuestas. Y sin duda no faltarán las galerías más incondicionales, ni tampoco los galeristas noveles con nuevas formas de afrontar su trabajo. Ni esas obras capaces de dejar boquiabiertos a unos y a otros.

La experiencia de los veteranos, la ilusión de los novatos

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación