Los expertos eligen las mejores y peores exposiciones de 2014
«S/t (serie Punk)», fotografía de 1977 de Salvador Costa i Vals - abc
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Los expertos eligen las mejores y peores exposiciones de 2014

Algunos de los críticos de ABC Cultural y otras firmas invitadas del sector del arte eligen las, a su juicio, mejores y peores exposiciones de 2014. Museo Reina Sofía, El Prado y Mapfre acaparan, para bien y para mal, buena parte de las menciones

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Algunos de los críticos de ABC Cultural y otras firmas invitadas del sector del arte eligen las, a su juicio, mejores y peores exposiciones de 2014. Museo Reina Sofía, El Prado y Mapfre acaparan, para bien y para mal, buena parte de las menciones

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  1. Francisco Carpio elige: «Fotos y libros. España 1905-1977»

    «S/t (serie Punk)», fotografía de 1977 de Salvador Costa i Vals
    «S/t (serie Punk)», fotografía de 1977 de Salvador Costa i Vals - abc

    Libros que son fotos, fotos que son libros, una espléndida muestra albergada por el Centro de Documentación del Museo Reina Sofía, y comisariada por Horacio Fernández, que recoge en profundidad la irresistible ascendencia del fotolibro, uno de los formatos fotográficos más rabiosamente actuales, a través de casi 150 de los publicados en España desde 2000, y pertenecientes a los fondos bibliográficos del museo. Quienes la hemos visto, hemos podido disfrutar de auténticas joyas, entre ellas, Los afronautas, de Cristina de Middel, una obra ya de culto (¡qué gran labor la de los Cuadernos de la Kursala!). Quienes no, se arrepentirán eternamente. Museo Reina Sofía (Madrid). Del 27/05/2014 al 05/01/2015

    Lo peor para este crítico: Historias Naturales, de Miguel Ángel Blanco. Es difícil encontrar en espacios de nivel exposiciones malas o de baja calidad. La que he elegido tampoco entraría en este apartado. Mi elección tiene que ver con un cierto sabor a oportunidad desaprovechada. El proyecto en el Museo del Prado de Blanco se une a una corriente en boga: el diálogo del pasado y el presente artísticos. Ese es su debe: no atreverse a incluir más obra suya (sólo una), limitándose a relacionar obras maestras del Prado con 150 piezas procedentes en su mayoría del Museo de Ciencias Naturales.

  2. Fernando Castro elige: «Fabricar historias», de Chris Ware

    La «caja» desplegada de «Fabricar historias», de Chris Ware
    La «caja» desplegada de «Fabricar historias», de Chris Ware - abc

    Con Fabricar historias, Chris Ware nos ha regalado el lujo de una obra maestra: una caja de maravillas, juegos y magia, inagotable y de intensidad. Se han establecido analogías con de Joseph Cornell e incluso se puede comparar con la boîte-en-valise duchampiana, aunque la referencia más oportuna sería la que confronta esta monumental «novela gráfica» con La vida instrucciones de uso, de Georges Perec, que tenía claro que lo decisivo de un puzzle no es la imagen a conseguir, sino la sutileza del cortado de las piezas. Ware genera una especie de «enciclopedia china» post-borgiana partiendo de lo infraordinario para fascinarnos con sus laberínticas y sencillas historias. Se trata de una exposición de talento inagotable, donde cada detalle es hipnótico. Editorial Reservoir Books / Random House, 2014. 16 págs. 60 euros

    Lo peor para este crítico: Dora García presentó en Juana de Aizpuru una serie de trabajos que daban cuenta de su interés por la literatura, así como por determinadas cuestiones lacanianas, instalaciones crípticas o ilegibles. La alusión al exilio no era otra cosa que una retorización de un discurso «apalancado». Lo que decía de lo real era un agujero rellenado con un «citacionismo» excesivo. Instalaciones textualmente saturadas pero conceptualmente anodinas.

  3. Delfín Rodríguez elige: «Las furias. De Tiziano a Ribera»

    «Ixión», de Giovanni Battista Lengetti
    «Ixión», de Giovanni Battista Lengetti - abc

    A la hora de elegir el mejor proyecto expositivo de 2014, recuerdo con pasión el relato que la muestra sobre Las Furias ( Museo del Prado) propuso con la excusa histórica y estética de la presencia del dolor y del sufrimiento como fuente de belleza, pero también como discurso político alegórico y reto artístico en la expresión de extremos figurativos del cuerpo y los rostros que cuatro personajes mitológicos como eran Ixión, Ticio, Sísifo y Tántalo representaron en manos de pintores como Tiziano o Ribera, Rubens o Jordaens.

    Convertidos, en ocasiones, en protagonistas de programas iconográficos fuertemente simbólicos, alegorías del ejercicio del poder, también fueron capaces de despojarse de aquellos para transformase en piedra de toque de la habilidad en la figuración de las pasiones, del horror y del grito. Museo del Prado (Madrid). Del 21 de enero al 4 de mayo

    Lo peor para este crítico: Por otro lado, en la muestra de Joaquín Sorolla ( Fundación Mapfre. Madrid), siempre tan rutilante y luminoso, el artista fue presentado venalmente en función exclusiva de sus habilidades comerciales, de éxito de ventas, crítica y público en los Estados Unidos, al margen de sus contrastadas cualidades como pintor, aunque lo fuera de lenguajes y maneras anacrónicas con respecto a la construcción de la modernidad y la vanguardia. Relato contable que, desgraciadamente, tiene un lugar más hegemónico cada día, aunque todavía haya quienes, felizmente, se resistan «furiosamente» a este imperialismo de lo banal y comercial.

  4. Ó. Alonso Molina elige: «Dibujos», de Jacopo Pontormo

    Posible autorretrato de Pontormo
    Posible autorretrato de Pontormo - abc

    Reunir por primera vez en España 60 dibujos de uno de los maestros más sofisticados del Manierismo es un verdadero logro; máxime cuando en Florencia se le dedicaba una gran retrospectiva junto con su colega Rosso Fiorentino. Llegaron algunos de sus mejores papeles, y aunque se echaban en falta ciertas obras, la exposición resultó de un gran nivel medio, poniendo de relieve la singularidad psicológica y el grado de complejidad que manejó Pontormo, artista excéntrico, atormentado, increíblemente moderno. Junto a los dibujos se exhibió por primera vez fuera de Italia el mítico «diario» del artista, notabilísima rareza literaria, que sólo por sí mismo habría justificado esta cita inagotable. Fundación Mapfre (Madrid). Del 12 de febrero al 11 de mayo

    Lo peor para este crítico: Lo más cansino que ha ofrecido el año ha sido la sucesión continua de pequeñas ferias que nada aportan, aumentando la soporífera sensación de que nuestro medio se encuentra sumido en una depresión no sólo económica, sino de ideas. Cuando menos movimiento hay en el mercado, más proliferan los mercadillos: no sólo no desaparecen las que no resultan rentables, sino que siguen apareciendo otras nuevas. El proceso delata que el negocio lo hace ahora más quien las organiza que quienes pagan por participar.

  5. Carlos D. Mayordomo elige: «Metamorfosis» (Casa Encendida)

    «Street of crocodiles», de los hermanos Quay
    «Street of crocodiles», de los hermanos Quay - abc

    Comisarada por Carolina López, Metamorfosis narra el poder de la imaginación a través del trabajo de cuatro cineastas, provenientes todos de la animación que comparten a su vez una genealogía de la modernidad donde los cuentos, los sueños, la ciencia, la magia y el absurdo cotidiano ofrecen todo su potencial subversivo. Pocas expos hemos visto este año tan reveladoras y fascinantes, capaz de metamorfosear al espectador a través de un recorrido que le sumerge en un tiempo y un espacio inéditos. Complementada con pertinentes referencias artísticas, de Arcimboldo a Buñuel, la muestra recuerda la necesidad de seguir indagando en la ficción como camino para conocer nuestra realidad. La Casa Encendida (Madrid). Del 02/10/2014 al 11/01/2015

    Lo peor para este crítico: Deborah de Robertis, la «artista de la vagina». Con antecedentes como Genital Panic, de V. Export, su acción en el Museo d’Orsay queda neutralizada por evidente. Establecer una rima visual entre su sexo y el que pintara Courbet no es más que una versión para dummies de uno de los temas centrales del feminismo. La difusión mediática reveló la falacia de considerar lo polémico como artístico. Acción efímera en concepto y forma que lleva a reflexionar sobre la necesidad de un nuevo arte feminista y performativo.

  6. Semíramis González elige: «Playgrounds. Reinventar la plaza»

    «Solar con juegos», de Català-Roca
    «Solar con juegos», de Català-Roca - abc

    Paradojicamente, el Museo Reina Sofía, en Madrid, fue el escenario que acogió dos propuestas tan distintas. La mejor y la peor del año, en mi opinión. La exposición Playgrounds. Reinventar la plaza me pareció una de las mejores. La dimensión política del juego se mezclaba con obras que se movían entre el arte y el activismo; desde Cartier-Bresson a Oiticica. Las plazas, los parques deshabitados y la ocupación de la ciudad son algunas de las cuestiones que se proponían, precisamente en un momento de máxima actualidad en el que debemos pensar nuevas formas de «rebelión». Museo Reina Sofía (Madrid). Del 30 de abril al 22 de septiembre

    Lo peor para esta crítico: La primera gala de los Reconocimientos de Arte Contemporáneo ( Premios RAC), también en el Museo Reina Sofía, se convertía en el torbellino del año. Aunque las intenciones eran buenas, y probablemente era necesario una visibilidad del sector para reivindicar muchas cosas, lo cierto es que, desde la misma presentación de la gala, se acabó cuestionando su sentido, más como apariencia que como verdadera reivindicación. No se entendía tampoco que la lista de nominados mezclara a profesionales del sector con otros muy criticados por sus malas prácticas, entre otros asuntos.

  7. Mario S. Arsenal elige: «Surrealistas antes del surrealismo»

    «Urbanita solitario»(1932), de Herbert Bayer
    «Urbanita solitario»(1932), de Herbert Bayer - abc

    Cuando la Fundación Juan March decidió llevar a cabo este proyecto, tuvo muy presente el mensaje de Alfred H. Barr y consiguió reconocer los nexos que unen el presente con toda la tradición artística precedente. Un recorrido, una disposición de salas y un montaje excepcional que emparentó inexorablemente a Masson y Benjamín Palencia con Battista Bracelli, a Alberti con Klee, a Max Ernst con Plinio y a Dalí con Friedrich y Delacroix. Si por algo creo que fue la mejor exposición de 2014 ha sido por haber convertido el enigma de la fantasía humana en algo atemporal para la Historia de la cultura. Fundación Juan March (Madrid). Del 04/10/2013 al 12/01/2014

    Lo peor para este crítico:Le Corbusier. Un atlas de paisajes modernos en CaixaFórum estuvo lejos de convertirse en acontecimiento memorable. Algunas maquetas espectaculares, varios dibujos y las magníficas recreaciones de proyectos del maestro escurrieron el bulto –tal vez atrevido– de no editar catálogo para una muestra documental (casi de gabinete) que conquistó a un público que, a falta de exigencia, se mostró complacido. No es que este gran arquitecto haya envejecido irremisiblemente, sino que CaixaFórum lo recubrió de una herrumbre que no merecía, centrándose sólo en las cifras comerciales.

  8. Javier Montes elige: «La pasión según Carol Rama»

    «Nonna Carolina», de Carol Rama. Acuarela de 1936
    «Nonna Carolina», de Carol Rama. Acuarela de 1936 - abc

    Nunca es tarde si la dicha es buena... Nunca acabó de convencerme el refrán, pero sólo podemos celebrar que el MACBA haya lanzado la gran retrospectiva larguísimo tiempo debida a Carol Rama, una artista veteranísima y «secreta» a su pesar, que vive aún y que gracias a esta muestra se confirma como lo que muchos intuíamos: una de las grandes artistas del siglo XX (y lo que va del XXI). Porque una expo en el Stedelijk y un reciente León de Oro en Venecia habían empezado a rescatar su trabajo para un público amplio. Pero hacía falta la imagen nítida y de conjunto que consigue la labor apasionada y rigurosa de las comisarias Teresa Granda y Beatriz Preciado. Ellas han propuesto una lectura argumentada y han rastreado y sacado a la luz obras escondidas en colecciones privadas u olvidadas por la propia autora durante décadas.

    Más que comisarias, detectives: las salas reúnen un conjunto casi nunca visto de una fuerza, coherencia y riqueza de lecturas que darán para muchos años de estudio. Apuesto lo que sea a que veremos mucha Rama a partir de ahora en bienales, colectivas y citas del ramo en todo el mundo, y justo será acordarse de que el MACBA tuvo la iniciativa. Y que justifica desde luego el viaje a Barcelona. MACBA (Barcelona). Del 31/10/2014 al 22/02/2015

    Lo peor para este crítico: Turner en la Tate Modern. A estas alturas, nadie se plantea ponerle peros a Turner. Pero a lo mejor sí a mega-expos como esta, que de puro exhaustivas dejan exhausto al visitante desprevenido: este último Turner casi te dejaba en las últimas. Sus años finales fueron deslumbrantes, pero quizá la Tate se pasaba de frenada y no necesitaba lucir tanto músculo a la hora de montar un taquillazo que ensalzara al gran pintor patrio. Es normal que se quiera tirar la casa por la ventana en su caso, pero con más de 180 obras, series completas, acuarelas, esbozos y demás, uno tiene la sensación ligeramente mareante hacia el final de nadar en un mar de pigmentos flou y a la deriva.

    La modernidad de la obra de un coloso tan prolífico como este habría resultado más clara con un buen editado que resistiera a la tentación (comprensible) de mostrarlo todo por parte de unos comisarios y expertos claramente enamorados de su objeto de estudio. Menos obras, algo más de contexto y foco en sólo unos cuantos trabajos habrían sido muy de agradecer. Porque la expo se subtitulaba La pintura liberada, pero a lo mejor le habrían venido bien algunas restricciones para compensar el romanticismo del Maestro con el viejo refrán del minimalismo: menos es más.

    Cerca, la Turner Contemporary montaba una expo de cámara comparando su trabajo con el de Helen Frankenthaler que, sin tantos fastos, acababa resultando más estimulante.

  9. Miguel Cereceda elige: «República», de Juan Luis Moraza

    Una delas salas de «República», muestra de Moraza en el Museo Reina Sofía
    Una delas salas de «República», muestra de Moraza en el Museo Reina Sofía - abc

    A pesar de que J. L. Moraza se defiende de no querer hablar aquí de la dialéctica monarquía/ república, es evidente que en ella se aborda el problema de la crisis representacional, tanto política como artística, a partir de una serie de reflexiones en torno a la escultura y a la estatua, al arte y al deseo, y desde el museo como dispositivo de representación estética y artística. Cuarenta años de un autor impecable son recogidos en una muestra que no es sólo una retrospectiva con algunas de sus mejores instalaciones, sino también prospectiva, tratando de pensar hacia dónde vamos. Museo Reina Sofía(Madrid). Del 15/10/2014 al 05/03/2015

    Lo peor para este crítico: No lo peor del año, porque la retrospectiva de Mathias Goeritz, también en el Reina Sofía, al menos intenta rescatar la figura de este artista decisivo del siglo XX. Sin embargo, sí que podemos considerarla como decepcionante. En primer lugar porque, olvidando el centenario del autor, aborda básicamente su etapa mexicana, desdeñando la importancia y la relevancia que tuvo su trabajo en la España de los cuarenta. Después, por el enfoque absolutamente desacertado a la hora de mostrar sus influencias. Se pone su trabajo más en relación con Jean Tinguely y con los Nouveaux Réalistes, a los que criticó abiertamente, que con Ángel Ferrant, al que siempre consideró como su maestro.

  10. Anna Mª Guasch elige: «Colonia apócrifa» (MUSAC)

    Detalle del montaje de «Colonia apócrifa» en el MUSAC
    Detalle del montaje de «Colonia apócrifa» en el MUSAC - abc

    Desde la cuestionada Principio potosí ( Museo Reina Sofía, 2010), muy pocas instituciones museísticas españolas se han atrevido a abordar desde la imagen el complejo proceso de la colonización tanto en su versión histórica como en su visión contemporánea global. El fin del monopolio de la cultura Occidental y el diálogo entre imágenes coloniales con otras contemporáneas que emprendió Juan Guardiola en el MUSAC surge de una investigación de amplio calado donde los bloques temáticos –plagados de obras y documentos– buscan poner nombres a una cartografía que aborda, desde lo transversal y comparativo, tanto lo religioso, lo histórico, lo antropológico o lo político, así como las cuestiones de archivo. MUSAC (León). Del 21 de junio de 2014 al 6 de enero de 2015

    Lo peor para esta crítico: 8 cos enganxat, de Álex Francés ( La Virreina). Es difícil plantear una expo para una audiencia «invidente», que debe aproximarse a una obra que es ante todo visual, con un elemento textual considerable y, en ocasiones, casi hipertrófico. Francés lo intentó aquí. La inclusión de cierta codificación textual dificultaba la recepción de una obra fundamentalmente visceral: imágenes-objetos que, bajo formas orgánicas y colores vivos, recordaban a un Mike Kelley nunca aludido.