«Darán que hablar»

Mikel Zatarain: «Si no me dedicara al cine estaría haciendo música folk o rap»

En una sociedad tan supeditada a la imagen, el cineasta Mikel Zatarain nos pide tiempo para asimilarlas y comprenderlas. El suyo es un cine de compromiso que nace de las entrañas. Sin duda, una filmografía de las que «Darán que hablar»

Mikel Zatarain: «Si no me dedicara al cine estaría haciendo música folk o rap»

javier díaz-guardiola

Nombre completo:Mikel Zatarain. Lugar y año de nacimiento: San Sebastián, 1983. Allí vive y trabaja actualmente. Estudios:Técnico Superior en Realización de Audiovisuales, Dirección de Cine en el CECC, Master en Documental de Creación de la Universidad Pompeu Fabra. X edición del Berlinale Talent Campus, curso de guión con Michel Gaztambide. Talleres y seminarios con José Luis Guerín, Victor Erice y Abbas Kiarostami. Ocupación:Guionista y realizador

Qué le interesa. Como cineasta me interesa el decoupage y el montaje. Que el espectador experimente el paso del tiempo a través de la suspensión temporal. Mirando hacia atrás, lo que se repite en todos mis trabajos es la idea de la muerte (que, siendo parte de la vida, de manera inconsciente, esta sociedad aparta y esconde); las heridas históricas… Y abordo la muerte desde diferentes vertientes: la de lo rural en Lanbroa; el paso del tiempo en Aztarnak, mientras que en Branka señalo una brecha social, donde una parte de la sociedad desarrolla una supuesta justicia por su cuenta y genera un genocidio al imponer una ideología a punta de pistola. También me interesan la memoria, el espacio público, el centro y la periferia de las ciudades, la industria… Creo que tendría que haber estudiado la carrera de arquitectura.

De dónde viene. Todo comenzó en el Festival Punto de Vista, de Pamplona, donde me descubrió Gonzalo de Pedro y programaron mi primer corto, Lanbroa, en la sección más radical, un pase que era un viaje desde la naturaleza a la ciudad con supercineastas como Sharon Lockhart , Lucien Castaing-Taylor y Thom Andersen. También lo programaron en un Best of del País Vasco en Bruselas, donde, de los siete cortos que había, el mío era el único que no formaba parte de Kimuak , proyecto de distribución del Gobierno Vasco. La guinda del pastel fue cuando lo programaron en el Anthology Film Archives de Nueva York , que viene a ser la cuna mundial del cine experimental. Básicamente, mis películas han estado en festivales internacionales de cine : Alcances, Las palmas de Gran Canaria, Zinebi, Transcinema, Les Inattendues

«Voy a empezar a trabajar con adolescentes. Un poco de luz, alegría y vitalidad no están de más»

Tengo la intuición de que también podrían funcionar en galerías e instalaciones, aunque en ese terreno estoy un poco verde y perdido. Han hecho retrospectivas o ciclos de mi obra en Barcelona ( Plataforma InDoc ), Madrid (Pasajes de Cine , organizado por Nuria Cubas), Galicia (Cineuropa, programado por Martin Pawley)... Tengo una pendiente en México y otra que me hará el equipo del festival Márgenes.

Supo que se dedicaría al cine desde el mismo momento que… Supongo que era más una intuición, pero sí: cuando jugaba con los muñecos y coches de Lego, creando historias con giros narrativos como en las series que me gustaban: El Equipo A , McGiver, Baywatch… Todos tienen el mismo patrón y lo aplicaba sin parar a mis juguetes. También cuando veía series o dibujos y pensaba en cómo mejorarlas, o incluso imaginaba en crear una serie propia con este tipo de personajes y tramas.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del cine para «sobrevivir»? Raro, raro… No lo sé. Básicamente, trabajar en equipos de producción. En una película de unos cubanos locos en el que el todo el equipo de producción eramos vascos conseguimos hacer 120 bocadillos en media hora. Acabar conduciendo un camión, subiendo por el Tibidabo de Barcelona, de noche, por una vía estrechísima y con mi amigo Willy detrás siguiéndome con una autocaravana… Convivir en una casa en el monte con unos hippies sacacuartos, del que salimos vivos de milagro… Últimamente he hecho de profesor de (alu) cine ; me siento muy agusto y, sobre todo, a salvo.

Su «yo virtual». Tengo una cuenta en Vimeo/ambrosse , donde se pueden ver los diferentes trabajos: trailers de mis películas , conciertos de música y algunos experimentos… Y otra en Youtube. A principios de febrero de 2015, harán una retrospectiva on line en la web del Festival Márgenes , con mi obra contextualizada. Se podrán ver Lanbroa, Aztarnak y Branka.

Que es lo que hace cuando no está haciendo cine ... Toco la guitarra y canto, o más bien doy el cante. Siempre he querido tener un grupo de música. Estaría bien editar un disco folk en la honda del Nebraska de Sprinsgteen sobre el genocidio vasco, con historias personales de gente que ha sufrido el acoso y persecución de los totalitarios del autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco. O hacerlo en forma de disco de rap, que es como un espejo que te escupe la realidad a la cara. De hecho, escribí algunas letras. Estaría bien que El Coleta las rapeara. Si lo del grupo no puede ser, me pondré a pinchar electrónica, con muchos sintetizadores, tipo la música que programan en el Femur Club de Madrid. Siempre tengo en mente hacer un proyecto fotográfico, por su materialidad, crear algo tangible, sintético y sugerente.

Qué se trae ahora mismo entre manos. Acabo de estrenar una película colectiva titulada Errautsak (Cenizas), codirigida junto a otros seis directores vascos, producida por el Festival ZINEBI de Bilbao, en colaboración con Territorios y Fronteras-Research on Documentary Filmmaking, donde sus responsables, Vanesa Fernández Guerra y Patxi Azpillaga, se han dejado la piel por nosotros y nos han tratado como a sus propios hijos. Por un lado, tengo un tratamiento de guión de largometraje sobre ETA y su entorno por terminar de escribir.

«Mi próximo proyecto buscará una ética de la imagen para mostrar la muerte en directo»

También estoy preparando un largometraje documental experimental sobre la crisis económico-financiera y la podredumbre del poder en España, dando voz a los olvidados de la sociedad, con una mirada fresca, muy potente y provocativa, para el cual tengo que encontrar un productor. El sello Go! Finger , de Madrid, especializado en música electrónica, me ha pedido un videoclip para su próxima edición del artista danés Delayscape. Va a ser un vídeo muy hipnótico, como si fuera un viaje de LSD. Aunque parezca que todo lo que he hecho hasta ahora es muy oscuro y trágico, empezaré a trabajar con adolescentes, a documentarme. Un poco de luz, alegría, vitalidad y pureza nunca están de más.

Le gustará si conoce a... Te puedo decir que conecto mucho con Mercedes Álvarez, por ejemplo. Que junto a José Luis Guerín y Victor Erice conforman lo que denomino como la «trilogía del Betacam». Me gusta todo el cine clásico, desde Buster Keaton hasta Clint Eastwood o James Gray, sin olvidarme de las vanguardias: Pudovkin, Jean Epstein o Dreyer… Y en la honda más contemporánea y radical, me ponen mucho películas como Ladoni (Palms), de Artur Aristakisyan; Profit motive and the whispering wind, de John Gianvito ; La tierra azul, de Franco Piavoli; Leviathan, de Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel; BitchAcademy, de Alina Rudniskaya… Y prácticamente todo lo que venga de los países post-soviéticos, pues manejan una poesía increíble. En la literatura bebo de Stefan Zweig , Blas de Otero, Pavese, Pessoa, Houellebecq, Alan Moore, Daniel Innenarity… Me gusta reivindicar a Chillida frente a Oteiza.

«Me toca ir a la contra: si en Madrid me llaman vasco, en Donosti me tachan de español»

De mi generación: Lois Patiño , que ha llevado el cine-paisaje a cotas del mainstream; Luis López Carrasco; Pela del Álamo; Carlos Álvarez-Ossorio, que tiene unas piezas brutales en blanco y negro; David Arratibel y su peliculón Oírse ; Eloy Enciso, Luis E. Parés, Jorge Tur… Tengo muchas ganas de ver la película que está haciendo Aitor Gametxo para el proyecto X-Films del Punto de Vista. Por otro lado, en España faltan más productores como Felipe Lage o Beli Martínez. En fotografía destacaría a Rubén H. Bermúdez, Beñat Maiz y Cristina Calvo. Y entre los artistas de pincel y brocha fina, a Bea Lobo, Maite Caballero, Gorka Villaescusa , Gato Urbistondo, Sara Essery... Destaco a Jon Lorente como actor … Seguro que me dejo a muchos por ahí.

¿Por qué tenemos que confiar en él? Es paradójico que, viviendo en la era de la imagen, la gente no soporte una imagen estática. Imponen un movimiento vertiginoso y constante donde nada ni nadie puede detenerse y reflexionar. Esto ocurre sobre todo en la televisión, pero el virus también llega al cine. No dejan que cada uno encuentre su propio ritmo, su propio tiempo. Trato de crear una imagen productora de expresión a través de una mirada poética que conlleve una ética y rigor formal; eso sí, siempre yendo un poco a la contra, porque si en Madrid me llaman vasco, en Donosti me tachan de español. Un apátrida, vamos. Aunque lo que realmente te hace sentir como en casa son las personas. Id al Festival Curtocircuito , Galicia, para comprobarlo. Lo que mola es conectar con la gente, sea donde sea, y echar unas buenas risas. Las ideas separan, pero la vida une. ¿Por qué separar cuando la vida une?

El logro hasta la fecha del que se muestra más satisfecho es...Del último trabajo, Die Traumfabrik (La fábrica de sueños).Parte de una imagen de una fábrica europea que acaba convirtiéndose en el mayor trauma del siglo XXI: el derrumbe de Las Torres Gemelas de Nueva York. Busco una ética de la imagen para mostrar la muerte en directo, una respuesta a esos vídeos de Youtube donde ralentizan las imágenes de la gente cayendo al vacío desde las torres y les añaden violines de fondo. Los harán con toda la buena intención del mundo, pero me parecen abyectos y vomitivos.La fábrica de sueños como metáfora del cine. Hay una idea de penetrar en la imagen y que la narración surja de su propia materialidad, deconstruyendo una única imagen que va formando un collage hipnótico que confronta al espectador con la muerte en vivo; la pesadilla, en una sociedad donde se esconde o generalmente la vemos a través de la estética, creando así una tensión entre Belleza y Muerte, como si fuera el sueño y pesadilla que los pintores románticos ven en las ruinas: el futuro de la Belleza es la Muerte, una Muerte que es, en sí misma, Belleza.

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