Cultura amplía el plazo del bono cultural joven para disimular el fracaso de su medida estrella
A cuatro días de la fecha límite, solo habían completado todos los trámites un tercio de los 500.000 jóvenes que pueden acogerse a esta ayuda de 400 euros

A solo cuatro días de que expire el plazo para solicitar el bono cultural, solo han completado todos los trámites 166.520 de los 500.000 beneficiarios que pueden acogerse a esta ayuda de 400 euros. Sucesivos retrasos, errores técnicos en la página web habilitada por el Ministerio de Cultura y la complejidad de tramitar la identidad digital han lastrado esta iniciativa, para la que Miquel Iceta ha dispuesto una partida de 210 millones de euros. Así que, para disimular el fracaso de esta medida, el ministerio ha optado por ampliar el plazo quince días más, hasta el 31 de octubre, y facilitar los trámites para inscribirse.
Según informa el ministerio en una nota de prensa, a partir de este martes los jóvenes nacidos en 2004 que quieran recibir la tarjeta monedero de 400 euros tendrán la opción de solicitar el bono cultural a través de cualquier oficina de Correos, en lugar de completar el trámite a través del sistema de identificación o clave digital, mucho más farragoso. El procedimiento, ahora, será más sencillo: bastará con registrarse en la web y solicitar después la subvención a través de Correos, mediante un formulario que habrá que cumplimentar, firmar, imprimir y presentar en cualquier oficina junto con el DNI. Una vez cotejados los datos personales, el ministerio procederá a resolver las solicitudes.
Las cifras ofrecidas hoy por Cultura dan una idea de la magnitud del pinchazo de la iniciativa. Desde que Iceta anunciara a finales de julio que se abría el plazo para que los jóvenes se inscribieran en el bono cultural, 378.417 han iniciado el proceso de solicitud. Es decir, más de 120.000 jóvenes que este año cumplen 18 años o no se han enterado o no tienen interés en que les regalen 400 euros para gastar en cultura. De esos 378.417 que habían conseguido registrarse en una web que ha dado muchos errores, son 227.420 los que se han identificado digitalmente. Y de estos, 166.520 jóvenes (o sus representantes legales) han completado la solicitud correctamente. Esto es, si Cultura no hubiera ampliado el plazo, apenas podrían haber disfrutado de esta prestación un tercio de sus potenciales beneficiarios.
«Ha habido momentos de colapso por avalanchas. Preferimos que haya avalanchas en lugar de sequías», justificó el ministro hace unas semanas
El propio ministro reconoció hace unas semanas la complejidad del procedimiento elegido para darse de alta. «El mecanismo no es sencillo, es verdad, porque se trata de una subvención personalizada que va a las personas que tienen que solicitarlo, que se tienen que identificar y que se va a utilizar en muchos lugares», justificó. «Ha habido momentos de colapso por avalanchas. Preferimos que haya avalanchas en lugar de sequías». Pedro Sánchez anunció esta medida hace justo un año, y las primeras fechas previstas para su entrada en vigor eran mayo-junio. Luego Cultura dijo que difícilmente estaría listo hasta septiembre, pero terminó adelantando la apertura del plazo de inscripción a julio. Tres meses después, el ministerio vuelve a rectificar.
Aunque Cultura ha dispuesto una partida de 210 millones de euros para sufragar esta subvención, la cuantía máxima destinada a financiar esta convocatoria de ayudas asciende a 194,4 millones. El resto corresponde a un convenio suscrito con Correos –en principio para el envío de la tarjeta física a quienes prefirieran este formato frente al digital–, para las campañas de publicidad y para otros dos contratos firmados con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda y con Tecnologías y Servicios Agrarios. El coste de estos dos últimos convenios, firmados para implantar el bono cultural «en el menor tiempo posible para poder cumplir los plazos previstos» y «no disponer de los recursos humanos y técnicos necesarios para este fin», asciende a 15,4 millones de euros.
El próximo curso el Ministerio de Cultura volverá a repetir experiencia, con otra partida de 210 millones de euros para los que cumplan 18 años a lo largo de 2023. El objetivo de Cultura es que esta iniciativa contribuya a la recuperación y dinamización del sector, muy castigado durante la pandemia, y generar nuevos hábitos de consumo culturales entre los jóvenes que entran en la mayoría de edad. Según Iceta, el bono cultural se mantendrá en 2023 haya presupuestos nuevos o no, porque con la prórroga de los actuales seguiría en vigor: «¿Y luego? Luego dependerá sobre todo del éxito que seamos capaces de cosechar en estos dos años, si va bien no habrá quien se atreva a echar marcha atrás».
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Pese a los sucesivos retrasos, los jóvenes beneficiarios de esta ayuda tendrán un año para disfrutar de los 400 euros desde el momento en que les asignen la prestación; la prestación no se agota el 31 de diciembre. Esta tarjeta cuenta con la siguiente distribución: 100 euros para productos físicos (libros, prensa o discos, entre otros), 100 euros para productos digitales (prensa digital, pódcast, videojuegos en línea o plataformas de contenidos audiovisuales) y 200 euros para artes escénicas (teatro, ópera, cine, danza o museos). A día de hoy, más de 851 empresas ofrecen sus servicios y productos a través del bono cultural joven. Otras 3.500 han solicitado la adhesión al programa y están en proceso de verificación de datos.