Will Smith: «En Hollywood somos una familia; arreglaremos esta diferencia racial»
El actor, en Madrid para la promoción de «La verdad duele» muestra su confianza en solucionar los problemas que acosan a los Oscar
Alto y delgado como un fídeo, Will Smith hizo su aparación en Madrid. Promociona «La verdad duele», la historia del doctor nigeriano Bennet Omalu , que detectó una enfermedad cerebral en los jugadores de fútbol americano por los continuos choques que vapuleaban sus cabezas como si fueran corchos. Su pelea por hacer público el peligro que corrían y el intento denodado de la NFL (Liga Nacional de Fútbol) por ocultarlo son el tema de la película, que se estrena el 12 de febrero en España. La NFL puso trabas al doctor Omalu en la realidad y más tarde realizó presiones sobre la misma película, señalando que las madres americanas acabarían por no dejar a sus hijos jugar al fútbol.
Aprovechando dicha promoción, el actor también abordó en profundidad la polémica surgida en los Oscar 2016 por la falta de gente de color en las candidaturas de la presente edición. Con los problemas raciales que hay últimamente en Estados Unidos, esta fue la mecha que encendió un polvorín. Estas fueron las manifestaciones de Will Smith.
¿Antes que nada, nos puede hablar de su personaje, el doctor Omalu?
El doctor Omalu es una bella persona. Estuve varias semanas con él y con su familia documentando el personaje y el papel que jugó en esta historia. Lo observé todo de su vida y, sobre todo, aprendí muchísimo cuando realizaba autopsias. He de decir que yo no quería hacer esta película porque soy un gran fan del fútbol americano y, de hecho, mi hijo practicó este deporte. Así que yo me resistía a aceptar el papel. Sin embargo, fue sentarme con Omalu diez minutos para que me contara su historia y vi que era una persona tan religiosa y tan comprometida con la verdad, que enseguida me di cuenta de que no había forma de no hacerla. Tenía que ser sí o sí.
Ha dicho que no acudirá a la ceremonia de los Oscar el día 28.
Para mí lo importante era contar la historia del doctor Omalu. Para él todo Hollywood era nuevo. Yo le iba presentando gente de aquí y allá. Asaltó a Spike Lee para hacerse una foto con él... Mire, las nominaciones no me importan, no me centro en los premios porque ya he sido nominado varias veces, así que no es algo que me interese especialmente.
Pero va para apoyar esa polémica que empezó con la disgregación racial en los Oscar
Lo que hace importante y diferente a América es la diversidad, es lo que hace grande a esta nación. De hecho Hollywood siempre ha liderado esa diversidad cultural. Es por eso que esta especie de regresión ha sido muy desalentadora. El espíritu de lo que quiero lograr con este paso, con este rechazo, es siempre en clave positiva, en clave de luz y amor. Esto no es una pelea, esto es una familia, yo soy miembro de la Academia, me considero parte de Hollywood y no somos nosotros contra ellos sino que somos una familia y como tal tenemos un problema que debemos arreglar y, de hecho, lo vamos a resolver.
Su mujer fue la primera que se unió a esta causa. ¿Le pidió su apoyo?
Mi esposa no me pidió ayuda. De hecho, yo estaba en Tailandia con mi hija. Ni sabía nada ni habíamos comentado nada al respecto. Ella hizo el vídeo y cuando aterrizó el avión en Los Angeles, de pronto me asaltan los medios de comunicación como un auténtico bombardeo. Y yo pensaba: ¿qué es esto? Estaba alucinando porque no sabía nada de nada. Así que solo le pido a mi mujer que la próxima vez que haga algo así me avise con una antelación de diez minutos para prepararme.
Pero este asunto no es del todo nuevo cuando se ve el porcentaje de blancos en la Academia.
Sí, esa es la cuestión. Esto es algo que todos ya sabían y todos conocíamos, lo que pasa es que fue mi mujer la que dio el paso y lo dijo en voz alta. Estoy seguro de que este es un tema que, como familia, vamos a resolver en Hollywood de una forma agresiva y contundente. Y además no nos vamos a demorar en dilaciones. Se trata de un sistema histórico, no es un problema de libertades civiles. Quizás lleve algún tiempo, pero tampoco mucho porque no hay resistencia en Hollywood para arreglarlo de la mejor manera posible.
Algo parecido le sucede en su película al doctor Omalu porque estaba deseando que América le acogiera como ciudadano.
Lo que hace la historia de Bennet Omalu es arrojar luz sobre lo que Norteamérica debería ser. Su perspectiva nos muestra lo que es América en su folleto turístico. Su energía, su actitud, nos recuerda cómo debería ser esta sociedad, nos recuerda los valores que han sido el fundamento de nuestra nación. Y necesitamos personas como él, personas que nos obliguen a estar a la altura.
Lo más curioso de esta figura del doctor Omalu es que se presenta conjugando la ciencia con un profundo fervor religioso.
Eso fue parte de lo que más me intrigó como actor cuando me acerqué a él. En la película vemos cómo en las autopsias habla con los cadáveres, habla a su espíritu, a su alma. Él considera que los muertos son sus pacientes. Es una persona profundamente religiosa y también muy supersticiosa, aunque esto último es algo que no se explota mucho en el filme. Para él todo son señales, si un ave sobrevuela su cabeza y qué clase de ave es... Todo tiene su lectura. Pero a la vez es una persona que ha terminado ocho carreras, es un hombre de ciencia, y para un actor representar a una persona así es como un pastel, el no va más.
¿Es cierto que los responsables de la película le eligieron por su semejanza con Omalu? En suma, que era sencillo e inocente. ¿Piensa que realmente es así?
Puedo decir que como punto en común tenemos una cierta ingenuidad en el sentido de la esperanza, en creer en la bondad de las personas, que son gente de bien, que van a hacer el bien por todos lados y nos sorprende mucho cuando no es así. Algo que para los demás es tan evidente para nosotros no lo es. Por ejemplo, que a la NFL no le apeteciera escuchar la verdad de lo que estaba descubriendo es algo que me sorprendió muchísimo. Me pasa continuanente: me sorprenden cosas que para el resto de la gente resultan evidentes.
Al hilo de esto, surgieron noticias de que la NFL realizó tantas presiones sobre esta película como las que hizo con el mismo doctor Omalu cuando descubrió la enfermedad que acosaba a los jugadores.
Realmente lo que es el equipo creativo, director, actores, productores, realizadores, montadores, guionistas... no tuvimos contacto algunos con la NFL, pero sí el estudio. Por eso pudimos mantenernos al margen. Lo que resulta interesante de este tema no es que la NFL ejerciera presión, sino que la gente, las personas, no querían saber lo que estaba pasando, no querían escuchar. Para mí lo verdaderamente interesante de este asunto es que el apoyo vino por parte de los propios jugadores, porque la verdad es que lo que se cuenta en el filme es una realidad muy dura de digerir.
Usted llegó a decir que contar esta historia era casi un deber cívico. ¿Personalmente formar parte de la misma es también un deber cívico?
Tengo 47 años. Ya he hecho muchas películas, he luchado contra extraterrestes, he hecho explosionar muchas cosas y voy comprendiendo y viviendo lo que es el poder del cine en nuestras vidas. Cómo una película creando esas imágenes, con esa música, lanza ideas que luego son semillas que se plantan dentro de la imaginación. Creo que los próximos cinco años van a ser muy potentes en mi carrera como actor, así que lo que quiero es ir buscando esos proyectos y esas ideas que harán que la vida sea algo mejor, que puedan arrojar luz sobre ciertos temas o traer un poquito más de amor a nuestras vidas. Creo que se me va a dar bien porque estoy mejorando como actor, haciendo cosas que no había hecho antes como actor o como productor. Quiero hacer cosas que me hagan ser más y más responsable.