cine
Woody Allen: «Siempre he querido ser serio: mi ídolo era Ingmar Bergman»
El director neoyorquino presentó ayer su nueva película, «Irrational Man», que protagonizan Joaquin Phoenix y Emma Stone
A pesar de que el Festival de Cannes lleva años intentando que Woody Allen participe en la competición, tal y como reconoció Thierry Frémaux en la presentación el pasado abril, el genio neoyorquino, de 79 años, se niega a hacerlo. En esta, su duodécima vez que acude con una película al certamen más importante del mundo, el cineasta vuelve a dejar perlas que pasarán a la posteridad. «Siempre he querido ser serio y mi ídolo era Ingmar Bergman», confesaba ayer en la presentación de «Irrational Man», su nuevo filme, protagonizado por Joaquin Phoenix (no presente en la sala), Emma Stone y Parker Posey. «Tuve que hacerme cómico porque no me daban dinero para lo otro. Pero de joven era un tipo serio y aburrido. Si hubiese podido, habría hecho películas pesadísimas, ladrillos. Así que la comedia no tiene nada que ver con la edad», señaló el director.
Con una camisa azul de cuadros y buen aspecto, Allen, que regresaba a Cannes cuatro años después de su visita con «Midnight in París», aseguraba: «En toda vida hay puntos de inflexión en los que te das cuenta de que pueden ser momentos decisivos. Si decides bien, estupendo. Y la elección que toma Joaquin es irracional. Aunque, en realidad, no tanto si lo comparas con las decisiones que todos tomamos en nuestras vidas. La gente necesita algo en lo que creer y uno tiene que decidir si su vida va a tener sentido o no. Hay gente que elige la religión, por ejemplo, a través de una elección irracional. Y viven una vida muy buena, y mueren, y van al cielo, y allí viven eternamente. Esa no es una locura menor que la que comete Joaquin».
Allen se refiere al protagonista de «Irrational Man», un profesor de filosofía recién llegado a una universidad rural que atraviesa una crisis y que entabla relación con dos mujeres: una colega y su mejor alumna. «En cualquier periódico de cualquier parte del mundo salen acontecimientos horribles que tienen que ver con las crisis morales, y así es el mundo. Eso no es distinto que antes. Y toda la gran literatura, ya sea "Ana Karenina" o "Guerra y Paz", versa sobre esas crisis. Y con mucha frecuencia, entre hombre y mujer. En las novelas, obras, películas … Si no, serían muy aburridas. Cuando uno va al cine o al teatro quiere ver a gente que sufre una crisis moral y toma decisiones agónicas. Hombres que engañan a sus mujeres, mujeres con aventuras a espaldas de sus maridos, gente que se mata entre ellos… Esto es así desde el teatro griego, pasando por Shakespeare o lo que ves hoy. Y ese es el conflicto que hay en las tramas». Muy hablador, el ganador de cuatro Oscar reconocía haber aprendido poco a lo largo de sus películas . «Aprendes tras las dos o tres primeras, pero luego ya no tanto. Luego solo cosas técnicas. Al principio aprendes rápido, y luego triunfas o fracasas sobre la base de tu propio talento o instinto».
Con un discurso fascinante, que en ocasiones provocó carcajadas entre los periodistas, Woody Allen volvió a hacer gala ayer de su latente pesimismo ante la vida. «No hay una respuesta positiva a la desalentadora realidad de la vida –sentenciaba–. Da igual lo mucho que nos hablen los filósofos, o los curas, o los psiquiatras, porque la realidad es que la vida tiene su propia agenda y te arrolla. Así que todos vamos a acabar en una mala situación. La misma para todos, pero mala. Y como artista lo único que puedes hacer es intentar que se te ocurra algo con lo que explicar a la gente que la vida es algo positivo y merece la pena, pero, en realidad, no puedes hacer eso sin engañarles. No puedes ser sincero y hacerlo, porque, al final, no tiene sentido».
Divertido y despiadado
Y, despiadado, divertido e irrefutablemente realista, continuaba: «Vives en un universo sin rumbo y con una vida sin sentido. Y todo lo que haces va a desaparecer. Y la tierra va a desaparecer, y el sol se está quemando, y el universo desaparecerá, y todo se acabará. Shakespeare, Miguel Ángel, Beethoven… Todos desaparecerán un día, aunque nos encanten. Así que es muy difícil venderle a alguien que hay algo bueno en esto. Y mi conclusión es que con lo único que puedes combatirlo un poco es a través de la distracción. Puedes distraer a la gente. Porque si ves un partido de béisbol o una película de Fred Astaire, te distraes, y no piensas en eso».
Algo más optimista fue ayer la visión del equipo de «The Lobster», cinta en competición dirigida por el griego Yorgos Lanthimos, que también fue presentada en rueda de prensa. Colin Farrell, Rachel Weisz, Léa Seydoux y John C. Reilly, entre otros, destacaron el originalísimo guión del director de «Canino» o «Alps», rodado esta vez, en inglés. «Es, por mucho, la peli más peculiar que he hecho. Cuando la rodamos, no la entendía, y creo que todavía no la entiendo», confesaba Farrell.
Noticias relacionadas