Camilo encuentra su «lugar feliz» en Chiclana

Camilo llegó a Chiclana como una buena noticia, con la esencia de repartir felicidad. Un audio de la hija de Camilo introdujo el show. No había mejor manera de comenzar. Mientras sonaba la voz de la pequeña Índigo, Camilo se escondía en las sombras de Concert Music Festival. Terminó, las luces pegaron un fogonazo, los focos le apuntaron y se abrió el cajón del buen rollo. Muchas familias completas bailaban en la pista y en la grada de un Concert Music Festival a rebosar.

«Esta noche Chiclana es nuestro lugar feliz», saludaba el artista colombiano, completamente de blanco y descalzo, como quien quiere sentir el escenario y conectar con el público. Y así fue. La tribu, como él le llama, es sinónimo de familia. Nada más arrancar, Camilo ya había impreso su sello en el ambiente de Sancti Petri y había creado una atmósfera familiar, de confianza y complicidad. Tal vez por su música, que invita a olvidar todo lo malo y disfrutar de las cosas buenas de la vida, o por él, por las buenas vibras que transmite. O tal vez por ambas cosas.

«De todos los posibles planes un viernes por la noche, vosotros y yo decidimos estar juntos», decía Camilo antes de presentar a la banda de músicos que le acompañó. «Como la olla del arroz, pegao'», cantaba con el apoyo de miles de gargantas. Un concierto que también disfrutaron los pequeños de la casa, acompañados de sus padres y madres. La música de Camilo une, actúa de puente entre generaciones.

Una de los momentos más emocionantes no podía ser otro que con el tema 'Tattoo'. «Porque tú estás para comerte toda, todita; así estás tú». No dio tiempo a digerir el momento que saltó con otro de los temas más escuchados del cantante, 'Desconocidos', que registra más de 1000 millones de reproducciones en Youtube. También hubo momento para la risa y las anécdotas. «Mientras hacíamos la prueba de sonido, nos entro muchísima hambre y decidimos ir a almorzar chicharrones», comentaba Camilo, quien aseguró que «se enamoró» de ellos.

También hubo momentos para las baladas. Camilo es capaz de transformar una fiesta en un lugar muy íntimo. «Tú y yo pasamos de ser todo a nada, De comernos con la mirada y ahora estamos frente a frente y ni siquiera puedes mirarme a la cara», coreaban todos juntos mientras él tocaba su guitarra en el corazón del escenario. Pero Camilo llegó a Chiclana para crear, junto al público, un lugar feliz. «Dime por qué yo, si hay millones». Cualquiera de las personas que disfrutó de su espectáculo podía darle una razón o puede ser que le respondiera con aquello de «no hay nadie como tú». Y lo hicieron.

Camilo bajó a la primera fila mientras entonaba Tutu para ser uno más y regalar un momento inolvidable para los fanes que cantaron con él el estribillo. También hubo momento de nuevo para la melancolía. Él, sentado con su guitarra frente a una máquina de escribir, comenzó a interpretar temas como Medialuna o Manos de tijera, que dedicó a una espectadora que pedía la canción desde las primeras filas. «Perdóname por no decirte que no soy perfecto; Y ahora que estás sola, dime si me echas de menos ». Y tras el momento más melancólico, volvió la fiesta.

Camilo convirtió su show en una montaña de emociones. No había tiempo a acomodarse. «Porque tú eres lo que yo necesito; Porque yo soy lo que tú necesitas». Toda la pista se vino arriba y cantó el estribillo de uno de los temas más escuchados del cantante. En la mayoría de sus conciertos, suele acompañarle Evaluna, su esposa y cantante; pero no pudo estar en esta ocasión. «Desde arriba puedo sentir el amor que me dais. Gracias por hacerlo un día en el que echo mucho de menos a Evaluna, que esta en Miami con mi hija y no ha podido venir. Le hubiera encantado», afirmó apenado Camilo, quien describió su música como una «celebración del amor».

La hora y media que, aproximadamente, duró el concierto fue un dar y recibir constante entre Camilo y su público. Uno cantaba con su guitarra los temas que un día escribió por amor y los otros respondían con cariño y apoyo. «Todo lo que tengo es tuyo». Y Camilo cumplió. Lo dio todo sobre las tablas del Concert Music Festival y dejó al irse una sonrisa dibujada en todas y cada una de las personas que fueron a verle. «Gracias de corazón por hacer que Chiclana sea nuestro lugar feliz», se despedía agradecido.