La tinánica lucha de Bernardo Ortiz contra la máquina, en la galería Alarcón Criado
El artista latinoamericano será protagonista de un «Sólo project» en la próxima feria Arco de Madrid
Bernardo Ortiz (Cali, 1972), presenta en la galería Alarcón-Criado su tercera exposición individual en este espacio con el título de «Balance». Se trata de un site-specific que el artista plantea en el espacio de la galería, donde se reúnen trabajos instalativos, intervenciones murales, así como una serie de de piezas inéditas ejecutadas sobre diversos soportes y técnicas. La muestra antecede la presentación que se llevará a cabo en Arco Madrid 2020, donde el artista tendrá un proyecto individual en la sección Projects , contiguo al stand de la galería en esa feria.
Bernardo Ortiz no ha abandonado su país y sigue viviendo y trabajando en Bogotá, Colombia. Estudió Arte en la Universidad de Los Andes en Bogotá y luego obtuvo una Maestría en Filosofía en la Universidad del Valle en Cali. Desde hace años Bernardo Ortiz insiste en que él hace, «dibujos acerca de pintar» , es decir, dibujos que giran sobre el acto de pintar, una frontera que cada día que pasa está más difusa en todas las disciplinas artísticas creando una multicreación para la que de momento no hay fronteras.
Se podría decir que la exposición de Sevilla es una puesta en escena de gestos aislados. Por ejemplo, en la muestra el artista imprime con cera y aceite papel de seda para hacerlo al mismo tiempo transparente e impermeable a la tinta; mancha innecesaria y artificiosamente una tela encontrada; «recupera» dibujos viejos con marcas de óleo; retrata, de memoria, encuentros lejandos con combinaciones de colores que el artista llama «excéntricas»..., todo una serie de gestos que tienen una condición contradictoria, porque aunque evidentemente, deliberados, los gestos parecen responder a impulsos básicos, en donde marcar, rayar, pintar son formas de recuperar algo que está irremediablemente perdido .
El galerista Julio Criado dice que en esta muestra Bernardo Ortiz, «lo que hace es desplegar un lenguaje en campo expandido sobre su forma de entender el dibujo y la pintura. Los papeles se trabajan con óleo y el papel con elementos que vienen del mundo de la pintura». Hay en uno de los espacios una serie de cristales realizados con óleo que están jugando con el tiempo y la memoria, «son obras de colores que el artista anota en un cuaderno y luego realiza de memoria, sin realizar una foto que es lo que ahora hacemos todos para recordar» .
En el trabajo de Ortiz hay mucho de artesanía, de rebelión contra el tiempo y sobre todo contra la máquina, por lo que sitúa al espectador en la reflexión sobre si hay que dedicar una cantidad de tiempo intensa para realizar un dibujo que un ordenador lo haría en unos minutos. También hay algo de resistencia por parte de Ortiz a que las obras se puedan reproducir fácilmente, «el artista quiere retar al espectador a que se acerque a la obra, y lo hace de manera intencionada para que pueda fijarse en las sutilezas de un trabajo manual que de ninguna manera puede realizarse con una máquina. Ortiz pertenece a esa generacion de creadores pre-Interne t y pre-ordenadores, formados con máquina de escribir, y tiene la nostalgia del trabajo manual, hecho a mano, y constamente lo confronta a las nuevas tecnologías».
La exposición estará abierta al público hasta el próximo mes de abril.