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El «surreal» Francisco Peinado dedica una exposición al Covid en Sevilla

Este creador de referencia en el arte andaluz, inaugura en la Galería Birimbao

Una de las obras de Francisco Peinado en la galería Birimbao ABC

Marta Carrasco

Francisco Peinado (Málaga, 1941) lleva sesenta años inasequible al desaliento en el oficio de pintor. A sus casi ochenta años sigue siendo un referente en el arte andaluz y confiesa que sigue pintando todos los días. «Como si fuera una religión, yo no paro nunca, a menos que esté malo».

El pintor ha inaugurado en la galería sevillana Birimbao una exposición muy acorde con los tiempos bajo el título de «Covid». Con obra en el museo Reina Sofía, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, la Biblioteca Nacional o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el artista ha inaugurado también una exposición con obras de varias etapas en el Centro de Cultura de su pueblo, Alhaurín de la Torre, bajo el título de «Rotaciones» , y prepara una nueva muestra para la próxima primavera, en mayo, que se realizará en el Rectorado de la Universidad de Málaga.

Confiesa que está bien, «dadas las circunstancias», y añade que durante el confinamiento ha estado encerrado. «Una parte de esta exposición la he creado en este encierro, pero también hemos querido incluir algunas obras que venían bien a la muestra».

Peinado no ha podido venir a Sevilla . «Primero no se podía, pero es que yo soy muy mayor, así que tengo que cuidarme, salgo muy poco. Lo único que hago es dar un paseo». Dice que piensa que esto va para largo, « pero mi pintura no sufre con esta pandemia . Como artista siempre he querido encontrarle un sentido a las cosas que pasan a mi alrededor, y un día hice una obra que identifiqué con el Covid y seguí por ahí».

No se siente optimista. «Muy animado no estoy, porque yo soy mayor y está todo muy complicado. Además mis hijos, que viven en Alemania, me cuentan que todo está como en España, todos encerrados. Es una desgracia». Tuvo un proyecto de donación de su colección de cuadros a una institución, pero aquello ha quedado atrás.

«Ahora la gente va muy poco a las exposiciones y en cuanto a las ventas, aún menos. Se va a quedar gente en el camino. El artista cuando vende algo se anima, porque éste es el único reconocimiento que tiene, que la gente le compre , pero como no hay ventas eso desanima, el artista trabaja menos y se encierra más en sí mismo. Mientras la economía no esté un poco mejor, el arte no remontará. Si no hay ventas, no hay dinero... ¿cómo se va a seguir así?».

Francisco Peinado vivió en Brasil de joven y dice que empezó a pintar con diecisiete años. «Cuando tenía dieciocho mi padre me metió a trabajar en un banco y duré allí tres años, yo quería pintar. Vivíamos en Brasil, pero volví a España y desde entonces sólo me he dedicado a la pintura».

Recuerda cuando llegó a Madrid en los años 60. «La movida estaba protagonizada por el Grupo el Paso, Millares, Saura.. . Hice mi primera exposición en 1970 en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid gracias a Luis González Robles, que me llevó luego dos veces a la Bienal de Arte de Venecia» , recuerda.

Amigo del pintor geométrico el sevillano Manuel Barbadillo , los manuales sobre arte le asocian a la vanguardia malagueña, un lugar donde confiesa sentirse «cómodo, aunque yo en los años 50 vivía en Brasil, pero ahí me han encasillado y no me importa».

Afirma ser un pintor independiente. « No soy un pintor surrealista, un tanto surreal sí, pero nada más. Soy un pintor que lo mismo puede ser abstracto que figurativo, ese es mi sello personal. La pintura es mi forma de vida y mi forma de expresarme».

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