Quico Rivas, un conde provocador que sabía de arte más que nadie

En el Espacio Santa Clara una exposición recorre su vida y sus creaciones con pinturas, vídeos, libros y documentos

Sister Morphine ABC

Marta Carrasco

Hace diez años que falleció Francisco Rivas Romero Valdespino, conocido por todos como Quico Rivas , una figura fundamental para el desarrollo artístico de Sevilla desde los años setenta hasta prácticamente su muerte.

En el Espacio Santa Clara la exposición «Quico Rivas. Una continua maquinación» , comisariada por Esther Regueira en colaboración con Mar Villaespesa, da cuenta de la vida y la obra de este crítico de arte, comisario de exposiciones, investigador, escritor, editor, artista plástico, poeta, anarquista, aficionado al flamenco y..., conde de la Salceda, nacido en Cuenca en 1953 y fallecido en Ronda en 2008.

«Rivas tuvo una enorme importancia en Sevilla . La muestra parte desde principios de la década de 1970 cuando se inicia como crítico de arte (con solo 17 años) en las páginas del Correo de las Artes en El Correo de Andalucía, y como artista con Equipo Múltiple (junto a Juan Manuel Bonet), además de en el activismo político (milita en Acción Comunista), y en la gestión cultural al dirigir junto a Bonet el Centro de Arte M-11. De alguna manera era un personaje a recuperar por esta ciudad», dice Esther Regueira .

A lo largo del recorrido de la exposición, se pueden ver obras de más de cien prestadores, colecciones privadas y públicas de diversos sitios de España. Dibujos, collages, textos, novelas inéditas, documentos de todo tipo, cine y televisión, fanzines, manuscritos inéditos, «algunos rescatados del incendio de su casa. También fragmentos de televisión de la época en la que colaboró con la Edad de Oro de Paloma Chamorro».

La exposición, que ha sido diseñada por Manuel Franco , muestra la obra de este transgresor en lo institucional, «creo que se puede descubrir quien era. Esto no es un catálogo razonado de Quico Rivas, sino una aproximación a su figura, sobre todo a su obra en literaria, artística y política, que son los cimientos principales de su vida».

Para la comisaria, « Quico Rivas sabía de arte más que nadie. Formaba parte de los críticos que hacen de la crítica de arte un género literario. Fue comisario de relevantes exposiciones como Alberto Greco o Corona roja y además, le gustaban los personajes extravagantes y malditos. Recuperó la biografía de Pedro Luis de Gálvez, un poeta anarquista que fusilaron en la guerra civil», dice la comisaria.

Esther Regueira comenzó a trabajar con Rivas, «hace 15 años empecé a realizar un catálogo de su obra plástica que me pidió que le hiciera. Luego lo dejamos, y cuando murió, lo retomé. He estado trabajando en este proyecto por épocas y tenía esa deuda pendiente. Había tal cantidad de información que necesitaba alguien que me ayudara a seleccionar y ha sido muy importante buscar los dibujos que no se conocen tanto como su obra textual».

La muestra estará abierta al público en el Espacio Santa Clara hasta el próximo 17 de noviembre, y se harán unas jornadas sobre Rivas los días 16 y 17 de ese mismo mes.

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