Paco Lara-Barranco, un pintor que persigue el hallazgo y se aleja de lo seguro

El artista presenta en al galería Birimbao de Sevilla la exposición «Entre lo visible y lo invisible»

Paco Lara-Barranco, ante una de sus obras en la galería Birimbao de Sevilla Raúl Doblado

Marta Carrasco

Las preguntas, los interrogantes y sobre todo la investigación, son las bases en las que se asienta la pintura de Paco-Lara Barranco (Torredonjimeno, Jaén. 1964). Haber unido sus apellidos con un guión no fue algo casual, «cuando viví en Estados Unidos allí me dí cuenta que perdía el apellido de mi madre, y no quería eso. Así que le puse un guión para que los americanos no tuvieran mas remedio que dar los dos apellidos».

Pintor y profesor titular en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla dice que, «me gusta trabajar aplicando la investigación y perseguir el hallazgo, mejor que indagar en lo conocido e ir sobre seguro».

Lara-Barranco presenta en la galería Birimbao ‘Entre lo visible y lo invisible’ con sus últimas creaciones, una serie de obras en la que la línea toma protagonismo y no sólo eso, sino que se convierte en entramados casi indescifrables.

«Hacerte preguntas es lo que mueven el posterior desarrollo del trabajo», dice el pintor que comenzó la serie actual en el año 2019. «He intentado hacer una pintura que se vea parcialmente, y no una pintura que el espectador comprenda en su totalidad. Quería una comprensión parcial, casi como si fuera un juego.

Dice Lara-Barranco que le interesa la pintura-pintura, «alejada de cualquier ilusionismo y hablar de la pintura en si misma». El artista le concede una importancia capital al espectador, «sin su participación activa la producción y el desarrollo de la obra, carece de sentido», afirma.

En los cuadros en ocasiones introduce una serie de franjas en varios sentidos, «y me dí cuenta que con la participación de esas franjas diagonales la pintura empezaba a tener interferencias visuales porque quedaba parcialmente tapada», y a ello añadió una nueva trama en forma de líneas blancas para cumplir de alguna forma el objetivo de que el espectador viese parcialmente la pintura, «es como si la pintura también te vea a tí, había un juego de visibilidad e invisibilidad». Para Paco Lara-Barranco, el proceso creativo es siempre muy azaroso y tiene que ver con la intuición, «yo nunca pienso en términos de mercado o de galería», asegura.

El confinamiento no le afectó de manera especial, «creo que como a todo el mundo. En mi caso lo que hice fue seguir desarrollando el proyecto ‘Carpe diem’, de dibujos diarios y que inicié el 13 de septiembre de 1993. Durante el confinamiento lo puse al día». Se trata de un proyecto vital que el artista no ha interrumpido desde esa fecha, « lo que me ha llevado a tener alrededor de 15.000 dibujos y eso en este momento es un grave problema de almacenaje», reconoce.

Esta aventura cumple para el artista la máxima de que la obra sea lo más autónoma posible de sus propias decisiones, «de entrada, no se puede exponer en su totalidad, no hay paredes para ello. Y no se puede abarcar porque tiene su propia identidad».

Hay otro proyecto que inició cuando cumplió los treinta años con el título de ‘A través del tiempo’ , y es hacerse una foto diaria, «a ninguno de los dos proyectos les he puesto tope, el tope es cuando muera. Es la única forma de que la obra esté por encima del propio autor, porque no sabes cuándo va a acabarse. Lo que quiero es que la obra trascienda al autor».

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