Patrimonio cultural
Los museos de Sevilla dicen adiós al «gratis total»
La Junta de Andalucía prevé cobrar una tarifa general de unos tres euros a partir del primer trimestre del año 2020
¿Pagaría tres euros por visitar un museo de Sevilla como el de Bellas Artes, el de Artes y Costumbres Populares o el Arqueológico? ¿Y por pasear por las ruinas y los «campos de soledad, mustio collado», «ay dolor», de «un tiempo Itálica famosa» o la necrópolis de Carmona?
Antes de responder a cualquiera de esas preguntas, tiene que saber que la Junta de Andalucía ha decidido esta semana acabar con uno de los lemas que han presidido como una jaculatoria civil el acceso a los bienes culturales contenidos en los museos y los conjuntos patrimoniales andaluces: «Gratis total» . En realidad, tampoco era todo tan gratuito ni para todos ni en todos los centros culturales.
La Consejería de Cultura ha anunciado que empezará a cobrar en torno a 3 euros –ni eso está todavía decidido– en el primer trimestre del año que viene para el acceso a los museos y conjuntos monumentales de su titularidad. La medida puede suponer unos ingresos de más de diez millones de euros de mantenerse sin variación el número de visitantes a estos enclaves culturales de 2018. El año pasado, la Junta recaudó unos exiguos 137.000 euros que la propia consejera calificó de «ridículos».
Con esa tarifa media se quiere homologar el acceso a todos los recintos de titularidad autonómica. Quedará fuera, como es lógico, el conjunto de la Alhambra y el Generalife, que es el monumento más visitado de España con 2,76 millones de visitantes en 2018 y una tarifa general de 14 euros. El otro monumento del que es titular la Junta de Andalucía en el que ya se venía cobrando es el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en el antiguo monasterio y fábrica de la Cartuja de Sevilla donde se exigía una entrada de 3,01 euros para la visita completa o de 1,80 para las exposiciones temporales.
Al adoptar esta medida del cobro por acceso, Andalucía se alinea con otras comunidades autónomas en las que los nacionales tienen que pagar. Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra y la Comunidad Valenciana no exigen el abono de un tique de acceso. El rango de precios en las siete autonomías que sí cobran presenta mucha variación. Tanto como los propios bienes abiertos al público.
Se hace difícil establecer un promedio entre el museo de Bellas Artes de Sevilla con sus murillos y sus zurbaranes como mascarón de proa con algunos humildes yacimientos arqueológicos perdidos por la geografía andaluza. Lo que para el museo hispalense se antoja un precio más simbólico que otra cosa, para un dolmen prehistórico en un pueblo alejado de las rutas turísticas y culturales puede suponer un serio hándicap para su visita. Pero ese es el riesgo que se corre.
Es el caso del museo de Bellas Artes de Sevilla, el más visitado de las pinacotecas de titularidad exclusiva de la Junta de Andalucía. El listón lo pone el museo Picasso de Málaga, pero éste lo gestiona una fundación.
Diferencia de precios
También hay diferencias en cuanto a los precios. La pinacoteca malagueña dedicada a Picasso cobra 12 euros por la entrada general conjunta a la colección y a la exposición temporal. Y, sin salir de Málaga, el Centro Pompidou cobra 9 euros por la entrada combinada a la colección y exposiciones temporales.
El museo que por fondos, pero sobre todo por actividad investigadora y divulgativa, es más afín al museo hispalense resulta ser el de Bellas Artes de Bilbao, que colabora asiduamente con la fundación Focus. La entrada general es de 10 euros con bonificaciones para mayores de 65 años, grupos de más quince personas y superreducida para familias numerosas y amigos de los otros museos vascos.
Diez euros es también el precio de acceso al Guggenheim de Bilbao . El billete encarnado viene a ser como un precio referencia para los museos nacionales equiparables al sevillano. El Museu d’Art de Girona, de titularidad episcopal, también tiene una tarifa general de 10 euros, lo mismo que en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía .
Por encima de esta cantidad se sitúan el Prado y el Thyssen en Madrid, pero también el Museu Nacional d’Art de Catalunya en la montaña de Montjuïc de Barcelona con un precio de 12 euros , idéntica cantidad que hay que desembolsar para visitar el museo Picasso de la Ciudad Condal o el espacio Chillida Leku donde se expone la obra del escultor vasco. El Macba (Museu d’Art Contemporani de Barcelona) tiene fijado un precio de 11 euros en la entrada general para adultos.
Por debajo de esta cifra, pero por encima del precio que se puede imponer en Sevilla, la Academia de Bellas Artes de San Fernando en la calle de Alcalá de Madrid cobra 8 euros como tarifa general y el Lázaro Galdiano de Madrid –pinturas y artes decorativas en un palacete de la calle Serrano– o el Ignacio Zuloaga en el castillo de Pedraza de la Sierra en Segovia, ambos privados, gravan 7 euros por el acceso aunque con diferentes descuentos.
En lo que podría denominarse la «gama baja» de acceso, en 5 euros tienen establecida su tarifa el centro Artium de Vitoria y el museo Salzillo de Murcia. Por debajo de esa cantidad, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac) en el impresionante edificio de Emilio Tuñón en León cobra 3 euros por entrada general y 2 por la reducida. También cobran 3 euros el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida y el Museo del Greco de Toledo , dependiente del Ministerio. Menos de eso, el Bellas Artes da Coruña, con 2,40 euros para acceder y el Museo de Navarra, que pide 2 euros y compite duramente con el hispalense en la experiencia de usuario para su penosa página de internet.
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