Subastas
Un museo de Inglaterra se hace con un «San Fernando» perdido de Murillo
El cuadro, adquirido por Auckland Castle Trust para su colección, fue subastado en Copenhague por 267.000 euros
Bartolomé Esteban Murillo realizó varios cuadros sobre el rey San Fernando de Sevilla. Uno de ellos lo podemos ver en el Museo del Prado, otro en la Catedral de Sevilla, pero hay un tercero, un magnífico lienzo que en origen perteneció a la colección del infante Sebastián Gabriel de Borbón , bisnieto del rey Carlos III de España y con una de las mejores colecciones del siglo XIX, que estaba en paradero desconocido desde 1919.
Este lienzo es una de las pinturas de mayor tamaño dedicada al rey San Fernando tras ser canonizado y no existe documentación sobre dónde iba a ser instalada, si en la Catedral o en alguna de las iglesias de Sevilla.
De forma sorprendente y tras un siglo en paradero casi desconocido, el lienzo de San Fernando, que pintara Murillo once años antes de morir, ha vuelto a aparecer y lo ha hecho en una subasta que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Copenhague.
El «rastreador» de esta obra es uno de los más destacados expertos en Murillo, el conservador de museo, Pablo Hereza , autor del libro «Corpus Murillo», del que existen dos volúmenes, editados en 2017 y en 2019.
La subasta
Para Pablo Hereza el proceso ha sido una labor casi detectivesca, aunque no exenta de alguna decepción. Según dice el historiador, «se trata de un cuadro del que nada sabíamos desde 1919. La última localización era en Nueva York» . En efecto, el cuadro fue adquirido por un coleccionista norteamericano por 3.500 dólares a los herederos del Infante Sebastián Gabriel.
«Yo lo incluí en mi catálogo con una vieja reproducción en blanco y negro. No se conocía apenas, pero por estilo y procedencia parecía que era una obra de Murillo. Hace un par de años a través de Twitter, lancé la noticia de este cuadro buscándolo y diciendo que me interesaba su localización . Eso rodó durante un tiempo y un día recibo un tweet diciéndome que el cuadro se acababa de vender en una subasta en Copenhague. Quedé impactado, fuí a buscar la casa de subastas y, efectivamente, se había vendido. Me puse en contacto con la sala. El cuadro salíó a subasta por una estimación baja, 27.000 euros y se adjudicó en 267.000 euros . Es decir, «alguien» había visto la obra y sabía que era de buena factura», señala este especialista.
Tras esta noticia, Pablo Hereza contacta con otros anticuarios españoles, alguno de los cuales había asistido a la subasta en Dinamarca, y le informan que habían ido con la intención de adquirir el cuadro, «pero que se les había escapado».
Confirmación
«La casa de subastas de Dinamarca me mandó una foto en color con buena resolución que confirmó mi apreciación de que era una obra de Murillo».
El lienzo de «San Fernando» de Murillo fue finalmente adquirido en la subasta de Copenhague por la galería de Londres Colnaghi, institución histórica británica fundada en 1720, en la que figuran como socios los marchantes españoles Jorge Coll y Nicolás Cortés, ostentando el primero la dirección actual del establecimiento.
Tras la subasta, la obra se presentó en la Feria de Antiguedades de Maastricht, que en esta edición estuvo abierta muy pocos días por el Covid 19. Pese a ello, el cuadro de San Fernando, de Murillo, presidía el expositor de Colnaghi y suscitó inmediatamente el interés de varios museos e instituciones.
Al terminar la feria de Maastricht se dió la noticia de que la obra del pintor sevillano había sido adquirida por el Auckland Castle Trust, institución con sede en el condado de Durham, al noreste de Inglaterra, que desea convertirse en un referente de la cultura española en e Reino Unido, sobre todo en el campo de las bellas artes.
La fundación fue creada hace ocho años por el financiero, coleccionista y filántropo inglés Jonathan Ruffer, miembro del Patronato Internacional de Amigos del Museo del Prado. Se da la circunstancia de que en el castillo de Auckland, en el palacio Episcopal de Durham, se ha custodiado durante más de dos siglos y medio la serie que pintó Francisco de Zurbarán, «Jacob y sus doce hijos», que habitualmente está expuesta.
Lo que se ignora es por cuánto se vendió la obra de Murillo en la Feria de Maastrich , aunque consultados algunos expertos comentan que habitualmente las obras de esta factura en la galería Colnaghi suelen venderse por una cantidad superior al millón de euros. «Me gustaría saber por cuánto se ha vendido, la verdad», dice Pablo Hereza.
Lo que verdaderamente lamenta el experto es que no se haya puesto nadie de la galería Colnaghi en contacto con el Estado español o con la Junta de Andalucía para la adquisición de esta obra. No sería la primera vez que Colnaghi realiza transaciones y ventas con las administraciones españolas.
«Desgraciadamente hemos perdido una obra importante . Me hubiera gustado haberla localizado, saber el precio e intentar su compra. Es una obra icónica, no hay otro cuadro parecido. Hay otros, pero no con esta iconografía. Era una obra para la ciudad. Además, el propio marchante que la ha vendido, en declaraciones a una destacada revista de arte, indica que es una obra importante para el patrimonio español. Por lo menos que nos lo hubieran ofrecido al Estado y se hubiera buscado financiación. Es el patrón de la ciudad, con importante procedencia».
Iconografía del lienzo
Este lienzo del patrón de Sevilla se le encarga a Murillo en 1671 . «Es muy singular porque luego es grabado por Matías de Arteaga para el libro de Torres Farfán de las Fiestas del rey San Fernando. Es un cuadro muy poco conocido, pero no es una obra menor. Al menos al estar en una institución pública, no saldrá más al mercado y sabemos con certeza dónde está».
En la obra de Pablo Hereza, «Corpus Murillo» , viene catalogada y además especificada su procedencia y recorrido, a través del Convento de la Trinidad de Madrid, la colección del Infante y la venta en Nueva York a principios del siglo XX.
En la descripción del lienzo se puede ver al rey San Fernando de medio cuerpo, en un marco «trompe-l’oeil », que enlaza con las composiciones de los autorretratos habituales del pintor sevillano.
En la parte inferior del cuadro, cuatro niños ángeles van subiendo hacia el cielo el marco que contiene al santo y se deja entrever un pergamino transcrito en latín: «Vera divi Ferdinandi III efigies / Maurorum exterminatio restitutor hispani orbis».
Por encima del marco otros tres querubines levantan una pesada cortina roja en un estilo muy del Barroco . Un gesto que va revelando al santo recién canonizado.
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