Luis Gordillo introduce la vanguardia en el cartel de las carreras de Sanlúcar de Barrameda

El artista sevillano presentará en octubre una exposición en el Espacio Santa Clara con cuadros realizados junto a Miki Leal y Rubén Guerrero

Marta Carrasco

Las carreras de caballo de Sanlúcar de Barrameda , como tantas cosas este año, no serán las mismas porque además de cambiar los tradicionales ciclos por tres días, 18, 21 y 28 de agosto, el cartel también va a ser diferente. Y es que en esta edición 2020 es el pintor sevillano Luis Gordillo (Sevilla, 1934), quien ha realizado el cartel anunciador de las carreras de caballo más antiguas de España, y lo ha hecho introduciendo la vanguardia y una intepretación con técnicas que hasta entonces no se habían utilizado en su ejecución.

El cartel tenía que haberse presentado como es tradicional, el pasado mayo en la Feria de Sanlúcar de Barrameda, que como tantas otras, ha impedido celebrar el Covid-19. «Soy muy amigo del pintor Paco Pérez Valencia que es de Sanlúcar, y él era muy amigo a su vez de mi hermano José Manuel, que ya murió. Paco me ha ayudado en algunas exposiciones mías en Sevilla y en Madrid y le tengo mucho cariño, es un buen artista, así que sabía que eso del cartel me iba a tocar. Me extrañaba que tardara tanto, porque los pintores de Sevilla han "caído" ya casi todos. Carmen Laffón lo hizo también, porque Carmen es como si hubiera nacido para eso. Ella vive allí, tiene una casa preciosa y ha pintado Sanlúcar sus paisajes y la marisma, y es muy de la zona. Carmen es muy generosa y ama esa tierra muchísimo. Su padre tenía ahí la casa y veraneaba de pequeña...» rememora el pintor.

Pero a Gordillo también le han traído recuerdos de infancia y juventud, «yo no he visto nunca las carreras , las conozco, claro, y es una fiesta muy famosa en España. Lo que pasa es que yo veraneé con mi familia muchísimos años en Chipiona . Teníamos pandilla, íbamos de excursión andando hasta Sanlúcar, porque lo de los coches no era tan corriente. Tengo una idea muy paradisíaca de la zona, porque a mi me cogió de pequeño, y la vida entonces era muy feliz. En aqueños años todavía no habían llegado los compromisos ni los dramas de la vida, era una época de ligues muy angelicales, y de juegos juntos. Mi familia tenía una casa pegada al faro de Chipiona. Quizás yo lo exagero, pero de la Costa de Cádiz tengo un recuerdo muy poético y muy lírico, y Sanlúcar tiene un puesto importante ahí».

El artista ha hecho numerosos carteles, «por eso de ser conocido, me toca», dice con humor. En 2010 fue el encargado de diseñar el cartel de la temporada taurina de la Real Maestranza. «El de Sanlúcar lo he hecho muy a gusto porque he recordado muchas cosas. He tenido mucho tiempo y con el coronavirus, más. Tenía la idea decidida, y con el confinamiento, cuando me dí cuenta que la cosa iba a durar, me lo tomé con calma. Paco me animaba y lo hice». Confiesa que no es fácil hacer un cartel, «pero un día llegó Pilar con una careta de caballo, de esas que te metes la cabeza dentro, y le dije a mi ayudante que se la pusiera, y era impresionante: un hombre con cabeza de caballo. La cabeza por sí misma es muy simpática. Lo que hice fue muchas fotos de esa cabeza para darle actividad a la imagen , y después hice el conjunto dándole toda la variedad que podía, y pensé que podía ser un símbolo del movimiento de los caballos». Eligió el color verde para la impresión, «porque estuve estudiando el cartel en el ordenador para ver qué color me gustaba más. No se trataba de hacer el color naturalista, ni el marrón, quería hacer algo muy distinto, y elegí ese color».

Este año irá a conocer las carreras , «tengo ganas de ir y la verdad es que sé que me recordará cosas de mi juventud. Un día, hace años, fui con Pilar, mi mujer, a Chipiona. Hacía mucho que no había ido, y cuando llegué me pegué un susto de lo que había cambiado aquello..., para mal. Era todo puro ladrillo».

En octubre nueva exposición en Santa Clara

El pasado mes de mayo la colección de grabados de Gordillo que está expuesta en la sala que lleva su nombre en el Espacio Santa Clara, debía haber cambiado. «Tenía que haberse inaugurado otra exposición, pero el coronavirus lo ha parado todo. Hay una muestra que estuvo en una institución pública en Murcia, que he hecho junto a Miki Leal y Rubén Guerrero. Se llama "Triplex" , y hay tres cuadros muy grandes en los que intervenimos los tres, son tres cuadros colectivos. Y ésa tenía que haber estado ahí en Santa Clara, pero lo hemos aplazado hasta octubre».

Luis Gordillo dice que «llevo bien la vida. Lo del confinamiento, lo del virus, lo he llevado y lo sigo llevando bien. Todavía no he bajado a Madrid desde que empezó, porque vivo a 20 kilómetros de Madrid, y de la urbanización he salido un día. Tengo el estudio al lado de mi casa y es un minuto. El otro día me hice el análisis, ése que te sacan sangre y que parece que es el bueno, y estoy estupendamente».

Gordillo confiesa que sigue trabajando obsesivamente, «yo soy muy pintor y no sé hacer otra cosa. Amigos míos no han podido porque tienen el estudio a las afueras de la ciudad, pero yo no. Soy tan obsesivo con la pintura, que no he parado». Ahora sin embargo escribe poco, «escribía más joven, porque siempre he escrito a mano y la mano derecha se me mueve un poquito, y no he escribo bien y eso me ha cortado bastante. Para la pintura no importa porque me he acostumbrado a pintar con la izquierda, ¡qué remedio!».

El artista, criado en el barrio de la Florida en Sevilla, hijo de un vallisoletano y una trianera, estudió Derecho y descubrió su vocación de pintor a través primero de sus estudios de música. Se mudó a París en los años 50 y luego a Madrid, y está considerado como el «padre» de la figuración madrileña, grupo que está compuesto en su mayoría por andaluces como Pérez Villalta o Quejido.

Durante su vida el artista se ha sometido a múltiples psicoanálisis, «debería conocerme mejor, porque he hecho cuatro psicoanálisis, y alguno de diez años. Eso es algo raro, por el tiempo que dura. Yo tengo amigos a los que el psicoanálisis les ha venido bien, pero yo no llego a tanto. Sí te sirve de apoyo, contar las cosas es un desahogo, y eso siempre funciona. Al principio cuando empecé a dedicarme a la pintura, dudaba muchísimo . Como era abogado también, me pasé muchos años dudando. Y cuando empecé con el primer análisis me asenté, y eso para mí fue muy importante».

El artista es Hijo Predilecto de Andalucía, Premio Velázquez y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otros reconocimientos, y asegura que nunca olvida sus raíces, «últimamente en las noticias sale más Sevilla, y con imágenes de esas vistas del Archivo de Indias, el Alcázar, la Catedral, el río..., Sevilla es una ciudad hermosa, y es la mía, claro y eso no se olvida ».

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