José Guerrero ofrece su particular versión de Roma en la galería Alarcón-Criado
La exposición presenta ocho obras, de las que algunas son polípticos de veinte piezas

La fascinación por Roma ha sido algo común a muchos artistas españoles. Desde Velázquez a Berruguete , Sorolla , Fortuny ..., tal fue el deseo artístico por la ciudad que desde 1758 hay pintores «pensionados» por España en Roma. Cuando finalmente el Estado decide hacer una Academia de España en Roma, en el preámbulo del decreto de creación se dice: «...El arte es una religión».
En este siglo XXI los artistas siguen estando fascinados por Roma, a pesar de que los mercados del arte se mueven más por el norte, en lugares como Londres, Berlín o Nueva York. Dos artistas andaluces han disfrutado de la beca en la Academia de España en Roma, el sevillano Miki Leal y el granadino, José Guerrero.
Fruto de esta residencia es la exposición que Guerrero presenta en la galería Alarcón-Criado de Sevilla bajo el título de «Roma». « Estar en la Academia me ha facilitado mucho el acceso a numerosos lugares . La Academia está cambiando mucho. En un par de años se verán los frutos. Durante un año he podido desarrollar un proyecto personal, y yo he decidido ahora prorrogar por mi cuenta mi estancia en Roma para seguir en la línea iniciada. Por primera vez presento un trabajo audiovisual en colaboración con el compositor Antonio Blanco, que fue residente en Roma el pasado año. El trabajo también se estrenará en Roma la próxima semana en Albumarte».
Casi todas las series desarrolladas hasta ahora por Guerrero han tenido una localización geográfica y un imaginario propio. «En Roma no se puede encontrar el jolgorio contemporáneo de otras ciudades europeas, pero da otras muchas cosas». Para Guerrero la serie hecha en Roma es fundamental, «sobre todo el inicio del trabajo audiovisual», un fascinante vídeo grabado recorriendo el subterráneo de un antiguo acueducto, bajo las aguas del río y en la desembocadura del mismo».
La exposición presenta ocho obras, de las que algunas son polípticos de veinte piezas. «Es una visión muy concreta de la arquitectura romana, pero no hay ningún horizonte, ningún paisaje, son recorridos». Los frescos de Vía Livia , los subterráneos de Carrara o Pompeya , las columnas del Arco de Séptimo Severo , «he ido a todos sitios. He trabajado en las ruinas que todos visitamos pero con una visión distinta, buscando tratar de integrar otros lenguajes, pictóricos, cinematográficos, literarios y afrontar el lenguaje fotográfico casi hacia la abstracción».
José Guerrero es aparejador. Trabajaba en Ferrovial , con un horizonte laboral más o menos definido. Un buen día decidió dejarlo todo, «lo dejé todo por las Bellas Artes y salir de la oficina. No, no me he arrepentido nunca. Vivo ya de mi trabajo».
Piedras, frescos, columnas, primeros planos fascinantes de mármoles, acueductos y frescos...historia o en una palabra: Roma.