Irene Infantes usa el textil para redescubrir la historia
La artista sevillana presenta en la galería Alarcón-Criado la exposición 'Me lo dijo Hisham'
Lo primero que se le ocurre a un visitante preguntar al entrar en la galería Alarcón Criado y ver la exposición de Irene Infantes (Sevilla, 1989) es, ¿quien es Hisham? Porque esta artista que acaba de presentar sus obras en el Centro de Creación Contemporánea de Córdoba, hace en la galería sevillana un redescubrimiento de nuestra historia.
Irene Infantes no estudió Bellas Artes, no quería ser artista ni verse constreñida por los estudios de la facultad, «me iba a acotar y quería hacer más cosas», así que cogió la maleta y se fue de 'au pair' a Londres. «Trabajé de todo. De 'au pair', en un bar, limpiando habitaciones, hice de todo y hasta hice un año de diseño de superficies».De tanto perseguirlo lo consiguió, y se presentó a una beca artística que el gobierno inglés facilitaba para jóvenes, y ganó. Entró a estudiar en una de las más prestigiosas academias de Diseño Textil que hay hoy en día, la Central Saint Martins de Londres. Irene Infantes explica que cose desde que tiene seis años, «mi abuela cosía y me ponía con ella», dice.
Y siguió creando obras en textil, una disciplina que ahora se ha vuelto a recuperar gracias a que ha habido creadoras como Ulla Brandenburg, Sheila Hicks o Hellen Ascoli que han perseverado durante años en este arte que está tocando siempre lo artesanal, tal y como se recoge estos días en la exposición del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, 'Textiles instalativos'.
Pero volvamos a Hisham. «Cuando hacía la residencia en el C3A de Córdoba empecé a investigar sobre la historia textil de la ciudad. Durante el imperio islámico hubo una importante industria textil en Córdoba, y aunque yo había estudiado historia del textil en Londres, no se decía nada de la época califal. Para mí fue una sorpresa. Empecé a estudiar algunos textiles representativos y hay muy pocos. Descubrí que se hablaba de un turbante que perteneció a Hisham, que fue el tercer califa de Córdoba».
A Irene Infantes el textil le interesa por la iconografía, y en el turbante de Hisham descubrió que salían representados una serie de cuadrúpedos, aves y la estrella de ocho puntas. Su investigación la llevó mucho más allá y a partir de ella creó una serie de obras inspiradas en Hisham y su turbante. «Me llevé esa iconografía a mi terreno y no conseguía la obra que quería, hasta que descubrí que Hisham fue en realidad un niño de diez años, hijo de una esclava vasca, al que encierran en el palacio y se le hurta su infancia. El turbante que se conserva en la Real Academia de Historia de Maddrid, tenía que llevarlo Hisham en los actos solemnes».
Irene Infantes adopta la iconografía a lo que sería la vida de un niño. Inspirada por Hisham le hace un 'ajuar', y realiza una especie de pizarra en terciopelo con la escritura cúfica, además de muñecos de cuatro como si fueran 'tentetiesos', y otras obras donde se ven las ocho montañas de la estrella de ocho puntas..., unas piezas que oníricamente quiere hacerle a Hisham la infancia que nunca tuvo .
Terciopelo y diversos textiles, así como goma espuma derretida a trescientos grados en planchas industriales con lana y algodón, son los materiales utilizados. «Cualquier cosa que tenga trama y urdimbre se considera un textil» , asegura, y explica que su obra es una «artesanía mucho más contemporánea, pero también tiene mucho de diseño porque en mi obra tiene mucha importancia la estética».
Estos días está volviendo a pintar, «me apetecía. Tengo dos exposiciones la de esta galería y la del C3A de Córdoba. Y aunque ahora pinte, yo sigo haciendo textiles , y seguiré, eso es lo que me interesa, además la gente siente empatía con mi obra porque lo reconoce», asegura la joven artista, una artista que al principio ni siquiera quería serlo.