La iglesia de la Cartuja se tiñe de rojo para releer a Marx

El CAAC reordena su colección con nuevas obras de Pérez Villalta y las Guerrilla Girls

El Mar5x Lounge de Alfredo Jaar ABC

JESÚS MORILLO

La revisión constante del canon artístico es una de las prácticas habituales del Centro Andaluz Contemporáneo (CAAC), concretada, entre otras iniciativas, en un puñado de muestras organizadas bajo el epígrafe «Mal de archivo» . Por ello, no es casual que al director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes , le guste citar a George Perec («Lo que no es provisionalmente definitivo es definitivamente previsiorio) para introducir la renovación de la exposición «Coleccionar, clasificar. Más allá del archivo del documento», que arrancó el pasado mayo con media docena de artistas y que desde ayer se ha reconfigurado con otros nueve diferentes, que se mantendrán hasta su clausura el próximo 7 de mayo de 2017.

La exposición presenta una serie de obras de la colección permanente del CAAC relacionadas con las prácticas del coleccionismo, con implicaciones que van desde lo político a lo autobiográfico. Destacan, de entrada, dos donaciones y una adquisición recientes que se exponen por primera vez. Esta última corresponde un porfolio del colectivo artístico neoyorquino de inspiración feminista Gerrilla Girls , que comprende trabajos realizados entre 1985 y 2012, que ponen el acento en la discriminación de la mujer y el sexismo dentro del arte contemporáneo.

De las dos donaciones, una corresponde a Guillermo Pérez Villalta , uno de los creadores andaluces fundamentales. Se muestran tres series: «Arquitecturas encontradas», recopilación de fotografías de edificios singulares con la que pretendía denunciar la desaparición de construcciones de arquitectura popular de los 70; y otras dos en las que recopila postales del Peñón de Gibraltar y la Costa del Sol. La segunda es el proyecto « Is This Where My Family Lived?» , de la artista neoyorquina Terry Berkowitz, que reflexiona sobre la expulsión de los judíos de España en 1492 a través de un vídeo y de fotografías de puertas de casas del siglo XV de Granada y Toledo, de las que podrían tener aún las llaves los descendientes de aquellos sefardíes.

La exposición la completan obras de Ricardo Cadenas, Gonzalo Puch, Allen Ruppesberg, Aleksandra Mir, Bleda y Rosa, y Alfredo Jaar. De entre todos ellos, destaca la de este último, por cuanto ha transformado la iglesia del Monasterio de la Cartuja en una biblioteca de color rojo, con una gran mesa con 269 libros de Karl Marx y de pensadores influenciados por él, de Naomi Klein a Louis Althusser. La instalación se titula «Marx Lounge» y fue realizada en 2010 para la Bienal de Liverpool como una reflexión sobre la crisis económica, donde se invita al espectador leer cualquier volumen en cómodos sillones, que, al igual que el resto del mobiliario, es de Ikea.

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