Contemporáneo

Equipo Múltiple o el sueño de la vanguardia en Sevilla

Juan Manuel Bonet y Quico Rivas, fueron una aventura de tan sólo tres años, pero Sevilla les recuerda hoy

Una visitante en la exposición del Espacio Santa Clara Rocío Ruz

Marta Carrasco

Eran dos jóvenes de dieciséis años que estudiaban en el Instituto Fernando de Herrera. Uno había nacido en París, el otro en Cuenca, pero coincidieron en Sevilla. Juan Manuel Bonet y Quico Rivas eran jóvenes en aquellos años 60 donde las vanguardias artísticas se desarrollaban tímidamente en España. Pero estos adolescentes intrépidos vieron más allá de lo que sucedía a su alrededor.

La aventura sólo duró tres años, desde 1969 a 1972, pero fue tal la influencia que tuvieron en el arte de la ciudad por aquel entonces, que consiguieron incluso exponer fuera, en capitales como Madrid o Barcelona de la mano de la entonces emergente galería Juana de Aizpuru .

Ahora, cincuenta años después, una exposición en el Espacio Santa Clara revisa las acciones de Bonet y Rivas, en una muestra titulada «La aventura del Equipo Múltiple y la vanguardia sevillana de su época (1969-1972)» .

La muestra, cuyo comisario es Pablo Sycet , se ha llevado a cabo en colaboración con el propio Juan Manuel Bonet. Quico Rivas falleció en Ronda en el año 2008.

«Nosotros estábamos estudiando en clases contiguas en el Instituto y teníamos inquietudes paralelas , la política, la literatura y el arte, y en un momento determinado los dos estábamos haciendo tentativas plásticas. Un sacerdote que era el profesor de Religión del instituto, el padre Marín, un curita joven y liberal, nos pidió a los dos un cuadro para decorar su casa. Se lo hicimos conjuntamente, y así empezó todo. Comenzamos a hacer obras a cuatro manos . A veces dibujábamos los dos sobre un papel. Casi todo eran papeles. Son obras que reunidas ahora cincuenta años después dan un poco de vértigo, porque fue una historia de adolescentes. Eso sí, vueltas a ver ahora, conservan una cierta frescura », recuerda Juan Manuel Bonet.

En aquella época, asegura el que fuera director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía , él y Quico Rivas eran «como una esponja, y nos empapamos de una escuela como la de Cuenca, porque Zobel tenía estudio en Sevilla y venía mucho. Torner y Rueda también vinieron a Sevilla. Ellos exponían en la galería la Pasarela , que era como una delegación de Juana Mordó en Sevilla. Nosotros éramos los benjamines de ese grupo y nos vimos propulsados por ellos». Juana de Aizpuru comenzó luego a trabajar con Mordó, hasta que lo hizo por su cuenta.

Bonet y Rivas también iniciaron una aventura periodística y empezaron a escribir en e l «Correo de las Artes» , en un suplemento que el padre de Bonet dirigía en El Correo de Andalucía a petición de su director, José María Javierre . Escibían con pseudónimo: «Quico firmaba Francisco Jordán y yo Juan de Hix. Llegamos a sacar cincuenta números y fue una escuela para la crítica de arte. Nos metíamos con el Salón de Otoño , con la Escuela de Bellas Artes , que nos parecía muy rancia, y hacíamos esas campañas que se hacen con veinte años».

Entrevistas a artistas

Tuvieron libertad de temas. Bonet escribió dos primeras colaboraciones sobre los pintores norteamericanos, Thomas Eakins y Barnet Newman , y luego pasó las Navidades en Madrid entrevistando a artistas como Antonio López, Lucio Muñoz, Gerardo Rueda, Manolo Millares ... Además, como por razones familiares «pasaba las Navidades en París , escribía sobre exposiciones que se celebraban allí».

En la muestra se pueden ver obras de aquellos primeros años 70, los más prolíficos del Equipo Múltiple en el que el soporte era la cartulina y los rotuladores, ceras y acuarelas. Pero en las mismas salas también hay obras de los pintores que rodearon la vida de aquellos dos jóvenes. Por eso en la exposición hay cuadros de Pepe Soto, Manuel Barbadillo, Luis Gordillo, Juan Suárez, José Ramón Sierra, Manuel Salinas, Juan Romero, Teresa Duclós, María Manrique, José Luis Mauri, Pérez Villalta ... andaluces que fueron un mosaico rupturista en la época, frente al academicismo establecido.

Bonet recuerda de aquellos años cuando expusieron en la galería Juana Mordó de Madrid, y en Barcelona y Valencia. « Moreno Galván excribía en 'Triunfo', que era como la Biblia entonces y destacó nuestro trabajo. Pero en aquel momento mi padre fue nombrado catedrático en Madrid y se acabó la aventura colectiva . Quico continuó un poco más. Habíamos hecho una exposición en los sótanos de la librería Montparnasse , y luego hubo otra en Casa Damas ... pero fue póstuma. Yo ya ni vine. Ahora, volver a ver la obra es comprender que éramos pintores aprendices, que interpretábamos la geometría como lo hacía el grupo de Cuenca, como una geometría lírica y no fría, compatible con el culturanismo. Nosotros aprendimos mucho de Zobel, Torner y Rueda. Zobel fue, después de mi padre, quien más me ha enseñado en el mundo del arte», confiesa Bonet.

Obras de pequeño formato presentes en la muestra Rocío Ruz

En la exposición, «Rosalía y Rafael Ortiz han tenido la feliz idea de contextualizar nuestra cosas con obras de Carmen Laffón, Gerardo Delgado, de Cortijo, Burguillos, de Molina, Lacomba, Tovar ... y estoy muy contento de ver, no sólo mi trabajo con Quico, sino también la obra de los artistas que nosotros apoyamos. Recuerdo que pintábamos en casa de Gerardo Delgado y se la poníamos perdida. Éramos tremendos».

Parte de las obras del Equipo Múltiple se han expuesto recientemente en la galería de Rafael Ortiz en Madrid «y mis hijos y gente de su generación han visto la muestra y les ha gustado. Yo creo que la obra del Equipo Múltiple ha envejecido bien, mejor de lo que yo creía, pero que lo digan los demás».

Catálogo

Para la exposición se ha editado un catálogo que cuenta con textos de Quico Rivas, de una exposición celebrada en el año 2001, de Juan Manuel Bonet y de Pablo Sycet.

El catálogo incluye el texto «Historia de una carpeta», del fallecido Quico Rivas, una revisión que se hizo a los treinta años de creación del Equipo. En el artículo, Rivas contaba como al principio fue una carpeta azul, «una de esas normales y corrientes que se cierran con una goma elástica. Escribimos en el membrete Equipo Múltiple y empezamos a guardar proyectos, ideas, poemas, textos, recortes... diariamente, en los ratos muertos, entre clase y clase, y cada día a uno de los dos le correspondía el honor de llevársela a su casa», relata.

Recuerda Rivas en el artículo la gran biblioteca del padre de su compañero, el catedrático Antonio Bonet Correa , y cómo Juan Manuel, que era bilingüe en francés, podía leer libros de arte en este idioma. Y relata con humor: «J.M. incubaba ya todos los síntomas y obsesiones propias del bibliófilo y bibliómano que ha llegado a ser con los años». Además, pone de manifiesto cómo les marcaron los ejemplos de colectivos como el Equipo 57 o el Equipo Crónica . «De alguna manera fueron nuestro modelo».

En la portada del catálogo, una icónica obra del Equipo Múltiple del año 1970, en técnica mixta sobre papel. Su título, «Manifiesto 1970» , fue toda una declaración de intenciones. La exposición en el Espacio Santa Clara estará abierta al público hasta el próximo 26 de enero.

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